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La interna de Bélgica en el Mundial 2022: críticas, reproches y mensajes ante la prensa de un equipo que extraña tiempos mejores

El jugador belga Kevin De Bruyne discute con su compañero Toby Alderweireld durante el partido entre Bélgica y Canadá
El jugador belga Kevin De Bruyne discute con su compañero Toby Alderweireld durante el partido entre Bélgica y Canadá - Créditos: @Ian MacNicol

Kevin De Bruyne arrojó la primera piedra. “¿Si Bélgica puede ganar la Copa del Mundo? No hay posibilidad, somos demasiado viejos”. A sus 31 años, pecó de honestidad brutal en una entrevista con The Guardian publicada en los últimos días pero realizada en la antesala del Mundial Qatar 2022. Según sus palabras, el tren pasó en 2018. La generación dorada belga llegó al podio de Rusia 2018 -cayó en semifinales ante Francia, el campeón- y mostró su mejor versión eliminando a Brasil, en cuartos de final. El equipo del toque de Eden Hazard, de los goles de Romelu Lukaku, de la calidad de Kevin De Bruyne. Pero poco de eso llegó a Medio Oriente. “Creo que nuestra oportunidad era en 2018. Tenemos un buen equipo, pero está envejeciendo. Perdimos algunos jugadores clave. Tenemos algunos buenos jugadores nuevos que vienen, pero no están al nivel que otros jugadores estaban hace cuatro años. Nos veo más como extraños”, sentenció De Bruyne. Los resultados por ahora le dan algo de razón: triunfo por la mínima ante Canadá y derrota 2-0 frente a Marruecos. Croacia-Bélgica, el jueves, será una final.

“Bélgica es un polvorín”, dicen en la prensa europea. Sucede que De Bruyne destapó una olla que ahora no hay manera de controlar. Una interna feroz en pleno Mundial en la que hay críticas, reproches y hasta mensajes ante la prensa: “Se me pasan muchas cosas por la cabeza que es mejor no decir”, apuntó ayer Jan Vertonghen. “Vi el miedo a perder en la cara de los jugadores”, lanzó el entrenador Roberto Martínez. Alguien que está tratando de buscar soluciones. El primer paso fue liberar a los futbolistas para que puedan encontrarse con sus familias. Martínez no ocultó los problemas internos y lo reconoció en un diálogo con RTBF, la emisora pública belga. “Sí, hay tensiones en el grupo, pero es normal. Los jugadores vienen juntos desde hace mucho tiempo. Es como una familia. En toda familia hay tensiones, sino no hay emociones”, dijo.

Qatar supone una de las últimas oportunidades para la mejor generación de futbolistas de Bélgica. Sin embargo, el equipo perdió siete de sus últimos 19 partidos en todas las competiciones, firmando tantas derrotas como en los 74 partidos anteriores. Una derrota ante Croacia en el último partido del grupo F los dejaría fuera de carrera. Por eso Martínez busca soluciones en un mar de dudas y malas señales. “Hoy podemos pensar que solo tenemos un 10% de posibilidades de ganar contra Croacia, pero ese porcentaje solo aumentará hasta el partido, todavía quedan algunos días. Yo mismo sigo creyendo al 100%, porque creo en el potencial de mi grupo”, comentó con RTBF. Mientras la prensa local empieza a meterse con más fuerza en la interna del vestuario. En HLN hablan de divisiones, de “un grupo de amigos” y de cómo todo lo que sucede puertas adentro se ventila ante la TV, la radio y los medios gráficos. Y en el resto de Europa suman leña al fuego: “son un equipo en declive” (Daily Mail), “los días de Courtois como héroe mundialista llegaron a su fin” (The Sun), “es el fin de una generación” (As) y “Hazard volvió a experimentar más dolor que gloria, mientras De Bruyne se vuelve invisible” (Marca) fueron algunos de los comentarios que se pudieron leer en las últimas horas.

Los dardos públicos fueron parte de una recopilación publicada ayer por el medio belga Nieuwsblad. “Nuestros defensores no son los más rápidos del mundo” (Hazard sobre Vertonghen y Alderweireld), “como jugador no podés cambiar la táctica del entrenador” (De Bruyne sobre Martínez), “Batshuayi lo está haciendo bien, pero Lukaku es de otro calibre” (De Bruyne), y “probablemente atacamos mal porque somos demasiado viejos” (Vertonghen, en un tiro por elevación a Hazard) aparecen en un artículo titulado “Los Diablos Rojos se apuntan entre sí”.

Las estadísticas tampoco ayudan. KDB perdió 28 veces la pelota ante Marruecos, sobre 77 toques. Varios de sus compañeros también fueron apuntados por no poder aguantar el balón. Axel Witsel no tuvo profundidad. “Miró para atrás”, dicen en la prensa. De sus 78 pases, 40 fueron para la defensa, cinco a los laterales y 12 a compañeros del centro del campo. Dominadores en la posesión, lo de Bélgica en su último partido fue un dominio sin peligro: apenas se anotaron diez contactos con la pelota en el área de Marruecos.

Con la mira en Croacia, el sueño de una clasificación sobre la hora que deje atrás estos días tormentosos todavía está ahí. Hay cierta ilusión de “recuperar la alegría”. “Es una cuestión de ánimo, no una falta de calidad en el plano técnico. Ahora es responsabilidad de los jugadores”, comentó Martínez ayer. “Debemos volver a encontrar nuestra identidad. El talento siempre está ahí, es quizás una de las fuerzas de nuestro equipo”, destacó. Y remarcó que deben ser “más solidarios” porque esa es la única manera de ganar partidos en un Mundial. “Tenemos que levantarnos mentalmente, descansar bien y darlo todo”, sumó Hazard. La situación no es sencilla. Croacia es líder del grupo F con cuatro puntos, con Marruecos en segundo lugar apenas por un gol de diferencia, mientras que Bélgica -tres unidades- y Canadá -con cero, y eliminado- cierran la zona. El triunfo es de carácter obligatorio.