Inter vs. Milan: ¿San Siro o Giuseppe Meazza? La historia detrás del mito que asegura que el estadio donde ambos hacen de local tiene dos nombres

El estadio Giuseppe Meazza, compartido por ambos "dueños": los hinchas de Milan e Inter, que les dan color a las cabeceras
El estadio Giuseppe Meazza, compartido por ambos "dueños": los hinchas de Milan e Inter, que les dan color a las cabeceras

Cuenta la leyenda que cuando el Milan juega de local, el estadio se llama San Siro. Por el contrario, cuando el anfitrión es Inter, se habla de Giuseppe Meazza. Sin embargo, eso no es cierto. Inaugurado el 19 de septiembre de 1926, ese escenario perteneció al AC Milan hasta 1935, cuando pasó a manos del gobierno municipal. El equipo rossonero siguió actuando de local allí, algo que Inter emuló desde 1947. Desde entonces, los clásicos rivales comparten localía. Así es que se dará la curiosidad de que tanto la ida (que los nerazzuri ganaron 2-0) como la vuelta de la semifinal de Champions League entre ambos se juegan en el mismo estadio.

¿Por qué se eligió en 1980 el nombre de Meazza? Porque los que tomaron esa decisión consideraron que el exdelantero es un prócer para el pueblo italiano y jugó en los dos equipos que allí disputan sus partidos. Además de ser bicampeón del mundo con Italia en 1934 y 1938, Meazza ganó tres títulos locales con la camiseta de Inter (1929-30, 1937-38 y 1939-40), con la que jugó 409 partidos y marcó 284 goles. También fue su entrenador en tres ocasiones. En la vereda de enfrente su producción fue menor. Representó a Milan en apenas dos temporadas (1940-41 y 1941-42), en las que disputó 42 encuentros y marcó 11 tantos.

Giuseppe Meazza, con la camiseta de Inter
Giuseppe Meazza, con la camiseta de Inter

¿De dónde surge entonces el nombre San Siro para referirse al Giuseppe Meazza? De dos lugares. El primero tiene un nexo histórico: cuando se estrenó en 1926 también se lo denominaba Nuovo Stadio Calcistico San Siro. El otro es absolutamente geográfico: el estadio Giuseppe Meazza está ubicado en el barrio de San Siro, que es un distrito residencial ubicado en el noroeste de Milán. Más claro: Inter y Milan disputarán su llave de semifinales de Champions League en el Giuseppe Meazza, en San Siro.

Futuro incierto

Después de años evaluando diferentes alternativas para modernizar un estadio que en 2026 cumplirá 100 años, el futuro del Giuseppe Meazza es absolutamente incierto. Tanto Inter como Milan habían planteado la idea de derrumbar la mole de cemento y edificar algo acorde a los nuevos tiempos. De hecho, había picado en punta un proyecto innovador bautizado como “La Catedrale. Pero después de una década de propuestas sin respuestas en el ámbito político, finalmente en febrero de este año la Comuna les negó a los clubes la demolición de ese escenario.

La Catedrale de Milán, en un partido nocturno - Imagen digitalizada
La Catedrale de Milán, en un partido nocturno - Imagen digitalizada

Ante esta situación, Milan habría decidido dejar atrás el Meazza y edificar su propio estadio en una zona más periférica llamada La Maura. “¿Nuevo estadio? Estamos llevando adelante tres proyectos en paralelo, uno en San Siro y otro en el área de Sesto. Si no es San Siro, el Milan incluso está dispuesto a hacerlo solo. No nos rendiremos”, declaró en enero el presidente Paolo Scaroni, según consignó el diario español Marca.

La impactante vista del estadio en el partido de ida entre Milan e Inter, por la Champions League
La impactante vista del estadio en el partido de ida entre Milan e Inter, por la Champions League - Créditos: @Francesco Scaccianoce

Hay algo más, que pocos dicen en voz alta. En el club rossonero creen que la economía de Inter no es tan sólida como se cree y que no estaría en condiciones de desembolsar los 600 millones de euros que le demandaría a cada club invertir en un nuevo estadio, sea donde fuere.

Esa jugada fue interpretada como traicionera del lado neroazzurro, ya que lo deja en una posición incómoda. Si Milan decidiese construir su propio estadio, Inter no podría edificar el suyo en soledad. Frente a ese escenario solo le quedaría una opción: remodelar el Giuseppe Meazza y seguir jugando allí, al menos hasta que aparezcan nuevos inversores.