El homenaje a Messi y a la selección de Emiliano Grillo en el hoyo de golf más ruidoso del mundo

Emiliano Grillo luce, orgulloso, la 10 de Messi en el célebre hoyo 16 del TPC Scottsdale, de Phoenix
Emiliano Grillo luce, orgulloso, la 10 de Messi en el célebre hoyo 16 del TPC Scottsdale, de Phoenix - Créditos: @Twitter @GolfChannelLA

Tenía que ser ahí. El particular par 3 del hoyo 16 del TPC de Scottsdale. No la tradición del hoyo 12 de Augusta, el famoso “Golden Bell”. O del 17 de The Players, en el TPC Sawgrass de Ponte Vedra, una suerte de isla donde la gente disfruta tanto de los aciertos como de los envíos al agua. Pero el 16 del escenario donde anualmente se realiza el Phoenix Open, en medio del desierto californiano, válido para el PGA Tour, tiene un encanto irresistible. Es casi un estadio de fútbol. Allí la gente grita, bebe, sigue gritando y festeja de la manera que se le ocurra. ¿Tanto?

Todavía recordamos lo sucedido en 2022. Pensemos que es un hoyo con gradas para 20.000 personas. Si algo no se respeta ahí son los protocolos del golf, de silencio y quietud. Pero dentro de su magia está el impacto que genera en los jugadores. Sienten, sólo allí, una conexión especial con la gente. Que siempre espera el regalo mayor de parte de los jugadores: concretar un hoyo en uno. Bueno, no suele suceder seguido, pero pasa. Pasó el año pasado.

Pongamos en contexto. En 1987, la primera vez que se realizó el torneo, asistieron cerca de 260.000 personas durante la semana. En las últimas temporadas, la asistencia osciló en los 700.000 aficionados. Y siempre el sábado es el día donde mayor concurrencia y bullicio se genera: normalmente asisten más de 200.000 personas ese día. Obviamente esos números se incrementaron a partir de 2014, cuando se concretó la conclusión del “Coliseo” del hoyo 16. Ese par 3 que cobra vida como ningún otro, y hasta genera polémica. Fue tanta la demanda que se levantó esa enorme estructura para sponsors, invitados especiales y público en general.

Así quedó el green del 16 luego del hoyo en 1 de Ryder
Así quedó el green del 16 luego del hoyo en 1 de Ryder - Créditos: @TPC Scottsdale

¿Qué pasó en ese sábado tan especial de 2022? ¡El pandemonium! Sam Ryder no es precisamente uno de los jugadores más populares del circuito. Con 32 años, estaba 129 en el ranking de la FedEx y todavía no había ganado títulos en el PGA. ¿Pero a quién le importaba realmente? Calculó la distancia, habló con su caddie, hizo el swing tradicional e impactó la pelota. Que voló, voló, picó en el green y recorrió los metros que le faltaban hasta ingresar en el hoyo. ¡Hoyo en uno! ¿Cambió la historia del golf mundial? En absoluto. Pero sí transformó el TPC en un infierno. Estruendo. Euforia desbordada en las tribunas. Y el descontrol en la gente.

De pronto, una lluvia de vasos y latas de cerveza invadieron ese par 3. Una panorámica inesperada. Las tomas de videos desde distintos ángulos permitieron observar la reacción del público. Incluso, la sorpresa de Sam Ryder, que no podía creer lo que veía. El green quedó invadido de “proyectiles” y las reacciones en las redes sociales no fueron todas elogiosas. Muchos celebraron el espectáculo. Otros se indignaron al considerarlo “impropio de la etiqueta del golf”.

Lluvia de cerveza

Pasó un año. Allí anduvo, en el ProAm, el célebre nadador estadounidense Michael Phelps, el máximo ganador de oros olímpicos (23), mostrando sus habilidades y dejando el tiro a la bandera en ese 16 a dos metros del hoyo. Pero este viernes, el protagonista en la segunda jornada, fue un argentino. El único en participar en este certamen que otorga 20 millones de dólares en premios. Se trata de Emiliano Grillo.

La caminata orgulloso de Grillo, mostrando la 10 de Messi
La caminata orgulloso de Grillo, mostrando la 10 de Messi

Aunque su rendimiento no fue el que seguramente esperaba, luego de los 76 hoyos (+5) de la primera vuelta y de los 72 de la segunda, fue lo dejaron fuera de los últimos 36 hoyos (sumó 148, +6, y el corte fue del par 142), sorprendió a todos por lo imprevisto de su acción. Lo tenía calculado. Y logró su cometido. Pegó hacia el green y empezó la caminata de 158 yardas. Y en ese trayecto, en medio de la multitud, lo imprevisible: sacó una camiseta del seleccionado argentino de fútbol, campeón del mundo en Qatar, y la fue exhibiendo con orgullo y una enorme sonrisa. No era cualquier camiseta: la 10 de Lionel Messi.

Con la 10 de Leo

A medida que los aficionados detectaban “la sorpresa”, se fueron sumando a un canto asociado con el momento. Y afloró el canto de “Olé, olé, olé...”. Una buena respuesta para la iniciativa del golfista argentino, que se dio un gusto singular, sin dudas.

Y no fue el único en la jornada que sorprendió. El coreano Kim Joo-hyung, bien “oportunista”, hizo una maniobra marketinera y también en el 18 apostó por generar impacto: se calzó la camiseta N° 1 de Devin Booker, jugador de los Suns en la NBA. Cosechando simpatías. El líder del certamen es el local, y defensor del título, Scottie Scheffler, con 132 (-10), luego de sendas vueltas de 68 y 64 golpes. Segundo, con 134 (-8), quedó el español Jon Rahm (68-66).