Historia y lujo en el Hotel La Compañía en Panamá

El vestíbulo del Hotel La Compañía en el corazón del Casco Viejo panameño es uno de los más bulliciosos y congregados. Y no solo por música en vivo o personas disfrutando del aledaño bar Exilio, la nueva hospedería de lujo se ha convertido en un destino favorito para visitantes y locales. La estructura que abarca una manzana del centro colonial puede considerarse un museo viviente que recuenta los últimos tres siglos de la historia de Panamá con una meticulosa renovación de mano de una vibrante y detallada decoración y excelentes ofertas gastronómicas.

Durante las horas de la mañana los mixólogos y bármanes de Exilio se dedican a extraer zumos de frutas frescas, el lobby se inunda de olores de maracuyá, piña y sandía, por ejemplo.
Durante las horas de la mañana los mixólogos y bármanes de Exilio se dedican a extraer zumos de frutas frescas, el lobby se inunda de olores de maracuyá, piña y sandía, por ejemplo.

Pareciera que existen tours para ver el nuevo hotel por la cantidad de personas que pasan por su lobby. Y es que el primer hotel de Unbound Collection de Hyatt en Centroamérica es clase aparte. Tres edificaciones conjuntas y un jardín interior evocan las eras española, francesa y americana que impactaron el istmo. La remodelación tomó ocho años y estuvo regida por documentos históricos. Un equipo de historiadores, arquitectos y diseñadores estuvieron a cargo del masivo proyecto.

Ninguna suite es del mismo tamaño por las irregularidades de la construcción de la era colonial.
Ninguna suite es del mismo tamaño por las irregularidades de la construcción de la era colonial.

El ala francesa da acceso al hotel de 88 suites. Techos altos, mucha luz natural y brillantes colores de tapizado dan la bienvenida. La estructura original fue construida por los sacerdotes jesuitas en 1739 como el Convento Compañía de Jesús. Los jesuitas fueron expulsados de la ciudad y fuegos y terremotos causaron daños hasta que los franceses, en la ciudad para construir El Canal de Panamá, lo reconstruyeron en los 1880s.

El ala americana, la más moderna por ser de inicios del siglo XX, cuenta con un estilo Beaux-Arts y sus 23 habitaciones se distinguen por paredes blancas y acentos negros en su decoración.
El ala americana, la más moderna por ser de inicios del siglo XX, cuenta con un estilo Beaux-Arts y sus 23 habitaciones se distinguen por paredes blancas y acentos negros en su decoración.

La sección más antigua es la española, que data de 1688, también fue construida por los jesuitas. Las paredes de ladrillo y las vigas de madera expuestas les dan a las habitaciones un toque singular. Ninguna suite es del mismo tamaño por las irregularidades de la construcción de la era colonial. Por su parte el ala americana, la más moderna por ser de inicios del siglo XX, cuenta con un estilo Beaux-Arts y sus 23 habitaciones se distinguen por paredes blancas y acentos negros en su decoración.

Vestíbulo del hotel. A lo largo y ancho del mismo se encuentran artefactos y referencias históricas.
Vestíbulo del hotel. A lo largo y ancho del mismo se encuentran artefactos y referencias históricas.

A lo largo y ancho del hotel se encuentran artefactos y referencias históricas. El ala americana exhibe una impresionante colección de caricaturas políticas sobre la edificación de El Canal, mientras que artefactos históricos, retratos de próceres locales y artículos antiguos están salpicados por toda la propiedad. Aledaños a la estructura se encuentran las ruinas de la Iglesia de la Compañía de Jesús, carentes de techo, donde se llevan a cabo bodas y otras grandes celebraciones.

El Santuario, en el ala española, ofrece servicio todo el día con creaciones de la comida española y panameña con algunas influencias asiáticas e hindúes.
El Santuario, en el ala española, ofrece servicio todo el día con creaciones de la comida española y panameña con algunas influencias asiáticas e hindúes.

La buena mesa

El chef ejecutivo Luis Carlos Artigas supervisa los cuatro restaurantes del hotel. El Santuario, en el ala española, ofrece servicio todo el día con creaciones de la comida española y panameña con algunas influencias asiáticas e hindúes. Es el lugar para ropa vieja con arepas, pulpo a la gallega y arroces. Justo al lado queda La Panadería, con acceso a la calle y opciones rápidas, y con deliciosos pasteles y dulces autóctonos y otros tradicionales como croissants. El café es simplemente delicioso.

Bar Exilio del Hotel La Compañía en Panamá.
Bar Exilio del Hotel La Compañía en Panamá.

Las ofertas casuales, exquisitamente ejecutadas, continúan con Luigi’s, un restaurante de ‘comida de pobre’ (más bien casera) italiano con excelentes pizzas, ensaladas y variedad de pastas. American Bazaar conservó su apariencia de tienda por departamentos de los 1900s que ocupaba en la misma locación para servir hamburguesas, costillas, sándwiches y comida de barra. También cuenta con una gran selección de cervezas y tragos. Su acceso por el hotel y la Avenida Central atrae mucho público y buenas vibras.

La creativa carta de cocteles se expande por todos los restaurantes aunque cada cual tiene sus propios ofrecimientos.
La creativa carta de cocteles se expande por todos los restaurantes aunque cada cual tiene sus propios ofrecimientos.

1739 es el restaurante emblemático. El local con gastronomía francesa ubica en lo que fuera la capilla de la Universidad San Xavier que ocupó la estructura. Además de ofrecer caracoles, pato y steak frites, entre otros, es el local más elegante y cuenta con una bodega de vinos en su sótano con una colección de más de 1,800 botellas de diferentes variedades donde se celebran degustaciones y clases.

Capella, un bar en la azotea con una temática astronómica, ofrece excelentes tragos, música y vistas de casi 360 grados.
Capella, un bar en la azotea con una temática astronómica, ofrece excelentes tragos, música y vistas de casi 360 grados.

Durante las horas de la mañana los mixólogos y bármanes de Exilio se dedican a extraer zumos de frutas frescas, el lobby se inunda de olores de maracuyá, piña y sandía, por ejemplo. Estos jugos se aplicarán a la creativa carta de cocteles que se expande por todos los restaurantes – cada cual tiene sus propios ofrecimientos – y la azotea Capella. Las terrazas son muy populares en el Casco Antiguo, la brisa de la bahía refresca las tardes y Capella, con una temática astronómica, ofrece excelentes tragos, música y vistas de casi 360 grados. En la azotea ubica la piscina y se puede disfrutar de un menú de tapas.

1739 es el restaurante con gastronomía francesa que además de ofrecer caracoles, pato y steak frites, entre otros, es el local más elegante y cuenta con una bodega de vinos en su sótano.
1739 es el restaurante con gastronomía francesa que además de ofrecer caracoles, pato y steak frites, entre otros, es el local más elegante y cuenta con una bodega de vinos en su sótano.

El hotel cuenta con un pequeño gimnasio y un spa que ofrece tratamientos faciales y masajes en sus cuatro cabinas.

En el área

Es muy tentador permanecer en este hotel en el que cada cuadro u objeto cuenta una historia, pero su ubicación en el centro antiguo que es un Patrimonio Cultural de UNESCO facilita la exploración a pie de sus atracciones. Panamá es conocido por su calor, pero las mañanas y las tardes alientan paseos para conocer puntos de interés como el Teatro Nacional, la Catedral Basílica Santa María la Antigua y la Plaza Mayor, entre otros. Cuando se llega al paseo donde ubican las Bóvedas puede ser necesario hacerse de un rico raspado y contemplar la bahía y recibir la caricia del agua.

Una escapada de fin de semana a Panamá desde el Sur de la Florida es fácil y accesible. Un vuelo de unas dos horas transporta a esta encantadora capital colonial que también es un importante centro financiero y de comercio. Copa Airlines ofrece una variedad de vuelos directos desde MIA.

El chef ejecutivo Luis Carlos Artigas supervisa los cuatro restaurantes del hotel.
El chef ejecutivo Luis Carlos Artigas supervisa los cuatro restaurantes del hotel.
1739 es el restaurante con gastronomía francesa que además de ofrecer caracoles, pato y steak frites, entre otros, es el local más elegante y cuenta con una bodega de vinos en su sótano.
1739 es el restaurante con gastronomía francesa que además de ofrecer caracoles, pato y steak frites, entre otros, es el local más elegante y cuenta con una bodega de vinos en su sótano.