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Los "Hispanos" se juegan el billete para la final ante el equipo perfecto

Gdansk (Polonia), 26 ene (EFE).- La selección española de balonmano afrontará el más difícil todavía y tras superar a Noruega en los cuartos de final tras dos agónicas prórrogas intentará sellar este viernes (18.00) su pase a la final de un Campeonato del Mundo, que se le resiste desde hace diez años, con una victoria sobre Dinamarca, el equipo perfecto.

"Es una selección increíble. Tiene de todo y no sólo tiene de todo, sino que lo tiene repetido. Tiene gente que sabe lanzar en la pista y en el banquillo, gente que la sabe pasar en la pista y en el banquillo y sólo pueden jugar siete. Si en el balonmano pudieran jugar catorce, seguramente Dinamarca seguiría teniendo en el banquillo gente igual de buena", señaló el lateral español Joan Cañellas.

Tal y como pudo comprobar el conjunto español tanto en las semifinales del Mundial disputado hace dos años en Egipto como en las de los Juegos Olímpicos de Tokio en las que los daneses a apartaron a los "Hispanos" de la lucha por la medalla de oro.

El conjunto español se tomó la revancha de esas derrotas el pasado año en el Europeo celebrado de Hungría y Eslovaquia, en el que los de Jordi Ribera lograron el billete para la final tras doblegar por 29-25 al conjunto nórdico en las semifinales.

"El hecho de haberles ganado el pasado año en las semifinales del Europeo nos enseña que es posible repetirlo, aún siendo conscientes de las dificultades que tiene ganar a un equipo como Dinamarca", indicó el seleccionador español Jordi Ribera.

Y es que para poder derrotar al conjunto danés, que busca convertirse en el primer equipo en encadenar tres título mundiales consecutivos, la selección española deberá mostrar su mejor versión, especialmente en defensa.

"El punto débil de Dinamarca será que nosotros juguemos muy bien, especialmente en defensa, porque es un equipo que lo tiene todo. Tiene una buena defensa, una buena portería y luego en ataque cuenta con jugadores con un gran uno contra uno", advirtió el preparador español.

Una auténtica constelación de estrellas, entre las que destaca el joven lateral derecho Mathias Gidsel, un jugador destinado a reinar en el balonmano mundial en los próximos años.

Con un catálogo inagotable de recursos, que parece ampliarse año a año, Gidsel se ha convertido en la principal referencia del conjunto danés, arrebatando los focos a leyendas de la talla de Mikkel Hansen, elegido tres veces mejor jugador del mundo por la Federación Internacional, o el portero Niklas Landin, ganador en dos ocasiones del título de mejor balonmanista del mundo.

Gidsel, que llega a la cita de semifinales como el máximo goleador del conjunto danés con un total de 51 dianas, tras errar tan sólo doce lanzamientos en el torneo, lidera la nueva hornada de jugadores daneses entre la que destaca el lateral izquierdo Simon Pytlick.

El jugador del GOG Gudme, de tan sólo 22 años, no ha podido tener una irrupción más espectacular en el panorama internacional con soberbias actuaciones, como demuestran los ocho goles tanto ante Egipto, en la última jornada de la segunda fase, como ante Hungría en los cuartos de final.

Pero Dinamarca no sólo destaca por la calidad individual de todos y cada uno de sus jugadores, sino por la brillantez y vistosidad de su juego colectivo al que el técnico Nikolaj Jacobsen ha dotado de cada vez mayor variedad.

"En defensa manejan varios sistemas y en ataque cuando no pueden aprovechar el talento individual de sus jugadores sacan el séptimo jugador de campo, en lo que son unos auténticos maestros", aseguró Ribera.

Argumentos y más argumentos que parecen tener tan sólo un punto débil, el sencillo camino que los daneses han tenido para alcanzar los cuartos de final con un sólo encuentro de altura, el que disputaron ante Croacia (32-32), un choque en el que los daneses dejaron alguna que otra duda.

"Creo que el haber tenido un camino tan plácido hasta ahora, igual es su punto débil, porque quitando el partido con Croacia, nunca se han visto presionados por los rivales, y si nosotros les presionamos, igual se ponen un poco nerviosos y les viene a la mente el recuerdo de lo que ocurrió el año pasado", indicó Cañellas.

Una victoria que los "Hispanos" quieren volver a repetir este viernes en la ciudad polaca de Gdansk para disputar una final mundialista que se les resiste desde hace diez años, cuando la selección español logró su segundo título de campeón de mundo tras vencer por un contundente (35-19) a Dinamarca, precisamente.

(c) Agencia EFE