¿Habría sido Salón de la Fama? Yuli Gurriel y su manager en los Marlins fueron rivales alguna vez en La Habana

Yuli Gurriel y Skip Schumaker se montaron en la Máquina del Tiempo y viajaron al pasado. Navegaron mentalmente hasta el 5 de septiembre del 2006 cuando Cuba y Estados Unidos se enfrentaron en un torneo Preolímpico por boletos a los Juegos de Beijing 2008.

Por aquellos días, Schumaker era un muchacho que era de los mejores de su generación en las filas de prospectos y que contaba con una mínima presencia en las Grandes Ligas, pero que por ese entonces era el jardinero derecho y primer bate de la escuadra norteamericana.

Gurriel, por su parte, ya era considerado uno de los mejores -sino el primero- de los peloteros de la selección nacional de la isla y no pocos evaluadores de talento se ilusionaban con la posibilidad de firmarlo algún día para el béisbol de la gran carpa.

“Recuerdo algo, no tan exactamente, pero si recuerdo que jugué contra él y el otro día hablamos y estuvimos recordando’’, expresó Gurriel.

“Es bien raro, es increíble el tiempo como pasa rápido y más aquí en el béisbol. Un día están jugando juntos y al otro está de manager. Es difícil entender eso’’.

Baste decir que en aquella ocasión, Gurriel era el segunda base del equipo cubano, hacia apenas unos meses que había cumplido 22 años y todavía llevaba intacto el apellido de su padre con la letra “o’’ por delante de la “u’’, como luego se leería en Grandes Ligas.

Pero Gurriel ya era una figura conocida dentro y fuera de Cuba y después de su participación en el Clásico Mundial en marzo del 2006, los scouts proyectaban que el cubano habría sido una elección de primera ronda de haber estado en el Draft o el agente libre más cotizado de haber establecido residencia en un tercer país.

BOXSCORE del juego donde Yuli Gurriel y Skip Schumaker se enfrentaron en La Habana.
BOXSCORE del juego donde Yuli Gurriel y Skip Schumaker se enfrentaron en La Habana.

Schumaker, por su parte, ya había debutado un año antes con los Cardenales de San Luis e integraba la novena de las barras y las estrellas en un esfuerzo por reforzar su presencia en la capital china, aunque él ya no formaría parte de la escuadra definitiva.

“Tengo muchos recuerdos de aquellos días con algunos nombre que ya no están aquí’’, apuntó Schumaker.

“Creo que la carrera de Yuli pudo haber sido así de buena en el nivel de las Mayores de haber estado una buena cantidad de años. Cuando piensas en el 2006 estaba joven, en su prime, y era la figura de aquel equipo cubano. Creo sinceramente que podía haber estado en la conversación de un Salón de la Fama’’.

Para el recuerdo también quedó al boxscore de aquel partido en el Estadio Latinoamericano ganado por Estados Unidos con pizarra 8-5, con dos imparables de Schumaker y uno de Gurriel, aunque ambos conjuntos lograrían su objetivo de clasificar.

Schumaker, sin embargo, no es el único que considera la candidatura de Gurriel al Templo de Cooperstown de haber salido de Cuba por aquellos tiempos en que se enfrentaron, porque otro que conoció al espirituano -llegado a Grandes Ligas con 32 años- en días más recientes, también sostiene esa idea.

“Probablemente sería un Salón de la Fama’’, comentó Alex Bregman, tercera base de los Astros, después de ganar la Serie Mundial del 2022.

“Es increíble. Todavía puede jugar como torpedero si lo quisiera. Así es de bueno como atleta, como jugador. Es el mejor’’.

Por supuesto que esa conversación sobre lo que hubiera pasado de haber llegado más joven solo queda para las tertulias de los fanáticos de corazón puro, porque la carrera de Gurriel -que brillara en Cuba, Japón y las Mayores- ya escribe su capítulo final con los Marlins.

A pesar de ser el primero en reconocer que llegó algo tarde, unos 10 años después de aquella jornada en que tuvo a Schumaker de contrario en La Habana, Gurriel se muestra complacido por lo que ha logrado en su carrera, incluyendo un Guante de Oro, un título de bateo y dos Series Mundiales.

“Muy contento de que la gente valore lo que uno hace’’, agregó Gurriel. “Muy contento con eso, porque eso nace del trabajo’’.