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Guillermo Ochoa, ni es tan bueno como gritan sus fans ni tan malo como dice Martinoli

Guillermo Ochoa durante el partido entre México y Brasil de Rusia 2018. (AFP via Getty Images)
Guillermo Ochoa durante el partido entre México y Brasil de Rusia 2018. (AFP via Getty Images)

Guillermo Ochoa ha convivido con la imperfección desde siempre. Nunca hay nada seguro cuando se hablar del portero del América y la Selección Mexicana, a pesar de que las exageraciones inviten a pensar en términos absolutos. El termómetro se dispara de un lado a otro de forma inmediata cuando se habla de él. En esta ocasión, ha sido una crítica del narrador Christian Martinoli la que ha que reabierto el debate sobre la calidad del guardameta de 37 años que disputará su quinta Copa del Mundo (tercera como titular) el próximo 22 de noviembre cuando México abra su participación frente a Polonia.

En entrevista para el canal de Youtube de Enrique Garay, Martinoli dio su valoración sobre la carrera de Ochoa y la percepción que se tiene de él. "Siempre era el portero más goleado de Francia y en España. Se fue al descenso en los ligas distintas. Tiene deficiencias desde que empezó en el América. Te lo decía Rafa Puente, un portero consagrado: no tiene recorrido, no achica, no sale bien por arriba. Le preguntaron a Néstor Verderi, entrenador de porteros del América en ese entonces, '¿por qué no le tiran centros?' (Respondió que) Dos y no quiere más".

Martinoli reconoció que Ochoa tiene condiciones de atajador, pero nunca se esforzó en convertirse en un portero más completo. "Él se puso cómodo con sus vicios técnicos que no trató de mejorar. Abajo de los postes es una figura. Tiene mucha reacción, va, viene, pero en condiciones básicas... Deja al Milán y Liverpool, ¿no crees que el Lyon, el Marsella, el Burdeos, lo podían agarrar? ¿Tú crees que no hubo visorías? ¿Cuánto nos puede costar el que juega en el peor equipo (Ajaccio)? Vieron sus deficiencias, en donde no puede competir", concluyó el relator.

Tal y como lo dijo Martinoli, Ochoa se convirtió en un especialista en goleadas durante los ocho años que jugó en Europa. No pasa nada por decirlo ni tampoco se descubre un hilo negro. En el Ajaccio y en el Granada, combinó grandes atajadas con exhibiciones paupérrimas que delataron sus principales defectos ante los ojos del mundo. Por eso no lo compró ningún equipo de élite, porque si hubiera sido tan bueno, como al principio de su carrera hizo pensar la maquinaría de propaganda que operaba en su favor, tarde o temprano un equipo competitivo habría volteado a verlo.

Pero la ambivalencia es inevitable, porque Ochoa, con los defectos técnicos que tiene, ha hecho lo suficiente para entrar en la categoría de históricos del futbol mexicano. En Brasil 2014 no quedó ninguna duda de su valor como arquero: tuvo intervenciones fundamentales en todo el torneo y, desde luego, su partido contra Brasil, en el que no dejó pasar nada, lo colocó en la vitrina global. Ni Televisa ni nadie impulsaron a Ochoa para sacar ese cabezazo imperial de Neymar que iba a las redes. Por algo lo conocen en todo el mundo —al menos cada cuatro años, la gente de otros países sabe que México llevará a ese portero de rulos que garantiza atajadas de gran manufactura—.

Ochoa puede ser las dos cosas al mismo tiempo: un histórico del futbol mexicano y, también, un portero limitado en el plano internacional, y con defectos marcados hasta el hartazgo. Igual que Jorge Campos, cuyos errores garrafales se cuentan por decenas y no por eso deja de ser el referente número uno de las porterías mexicanas. Un dato pinta de cuerpo entero a Ochoa: en la campaña 2016-2017, con el Granada, fue el portero más goleado de la historia de LaLiga (80), pero también el portero con más atajadas de todos los tiempos (161). La dualidad en toda su expresión.

También valdría la pena cuestionar, como en otros casos similares, por qué México ha sido incapaz de sacar a un portero con mejor nivel que Ochoa durante todos estos años. Acevedo no es mejor y, posiblemente, nunca lo sea, si se toma en cuenta la jerarquía que ya tenía Paco Memo a los 26 años, edad actual del meta santista.

En Rusia 2018, Ochoa tuvo intervenciones clave contra Alemania, en el partido que provocó una fiesta nacional, y ante Brasil, como para evitar una goleada. También hubo días en los que se llevó siete goles y cifras similares. ¿Qué se le va a hacer? Al final, para el nivel del futbol mexicano, Ochoa es un portero de calidad y, aunque no sea unánime el reconocimiento, está ya entre los mejores de cualquier época. Eso habla muy bien de él o muy mal del futbol mexicano. Que cada quien saque sus conclusiones.

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