Guillermo Ochoa clasifica al América a la final

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 16 (EL UNIVERSAL).- Guillermo Ochoa se lanza sobre la pelota; el disparo, el penalti, despertaría al Union, lo metería al juego, pero... El mundialista mexicano alcanza a tocar el balón, lo manda al poste; en el rebote se recupera y también, con valiente achique, salva al América. Y las Águilas vuelven a una final de la Concachampions. La acción de Ochoa fue clave para que el cuadro de Coapa llegara a su octava final del torneo (ha ganado siete) y asegurar el título para un club mexicano, otra vez, pues se enfrentará contra el ganador del Cruz Azul-Monterrey.

Vinieron después los tantos de Nicolás Benedetti (78’) y Henry Martín (90’), para ganar 0-2 y refrendar el global (0-4). Ganó el América, y ganó bien, a su estilo, sin arriesgar demasiado, pero sufriendo. Y sigue en racha.

Fue una verdadera batalla sin cuartel la que se vivió en el Subaru Park, porque el cuadro de la MLS salió a buscar la victoria con el cuchillo entre los dientes, yendo al límite del reglamento, tirando patadas, disminuyendo al rival... Todo esto bajo la complacencia de un árbitro, que —como todos en Concacaf— confunde darle continuidad al juego con libertad para la violencia. América controló casi toda la primera parte; cuando ésta se acababa, llegaron las patadas, y de igual forma comenzó el segundo tiempo. Las Águilas quisieron entrar en ese juego, pero se calmaron, no se fueron a las manos, aunque Filadefia subió en juego, apretó a los mexicanos y vino el penalti.

Ahí fue donde el duelo cambió. Memo Ochoa se agigantó, se volvió el héroe de la noche, detuvo el disparo y enseguida vino el gol de Benedetti. América, el máximo ganador de la Concacaf, va por otro título.