La guagua, imagen del club por toda España

Las Palmas de Gran Canaria, 26 may (EFE).- La UD Las Palmas vuela a la península cada dos semanas. 1.750 kilómetros a Madrid. Y llegue al aeropuerto que llegue, su imagen es impecable. Una guagua, como se conoce al bus en las Islas, pasea la imagen del club por las carreteras. Con el lema, 'La Unión hace Las Palmas', llama la atención del público. ¿Cómo un bus personalizado salta a la península cada partido fuera de casa?.

La estrategia se traza en las oficinas de la UD Las Palmas. Patricio Viñayo, su director general, cuenta a EFE cómo su club llegó a un acuerdo con una empresa asturiana para disfrutar de los servicios de un bus rotulado con el escudo del equipo que recorre la España peninsular. De lunes a viernes, la empresa de autobuses utiliza la guagua para otras actividades. Y en cuanto aterriza el equipo de García Pimienta, se pone a disposición del cuadro canario.

El sentimiento de pertenencia a unos colores va ligado de forma intrínseca a un escudo, a una imagen que los clubes tratan de explotar al máximo con ingresos basados en la mercadotecnia.

Así, de un tiempo a esta parte es habitual ver llegar a los equipos a los estadios con el autobús rotulado con su emblema, sus colores -lo que en el ámbito empresarial se denomina color corporativo-, incluso con frases extraídas de su propio himno, a modo de reclamo.

Esa estampa, tan común en la última década, no es tan habitual cuando se trata de un equipo que, víctima del gran inconveniente que supone la insularidad, tiene que coger un avión cada dos semanas para recorrer los aproximadamente 1.750 kilómetros que le separan de Madrid.

La empresa Autocares Cabranes, de Asturias, es el operador de movilidad en el que ha confiado el equipo amarillo para sus traslados, normalmente cada dos semanas, a los diferentes campos de juego.

La relación entre ambas empresas se remonta a la temporada 2009-2010. Obviamente, el vehículo no resultaría rentable si solo se dedicara a esta actividad, por lo que la empresa del Principado lo emplea para otro tipo de servicios cuando no es requerido por el club de fútbol.

La entidad isleña ya contaba desde hace años con una guagua en Gran Canaria, a través de la empresa local Las Palmas Bus, para realizar los traslados dentro de la propia isla, incluso con los equipos de su cadena de filiales, pero la idea de contar con un vehículo en la Península se puso en marcha -nunca mejor dicho- hace ya algunos años; y el actual es el cuarto en el que cuenta con la guagua personalizada con la imagen corporativa de la UD Las Palmas rotulada en su chasis.

Como ha explicado a EFE el director general del club, Patricio Viñayo, la fase de pretemporada -durante el mes de julio- es probablemente cuando más trabaja su cuentakilómetros. Y es que los equipos isleños, en la búsqueda de rivales competitivos en su periodo de preparación, se trasladan en verano a la Península para llevar a cabo parte de su preparación.

El club grancanario ha elegido en los últimos años Marbella (Málaga) como su cuartel general. En esos diez o doce días, la guagua es un elemento más del paisaje diario, y su conductor, uno más de la familia.

El pasado sábado, la UD Las visitó al Cartagena, en el último partido que tuvo que jugar fuera de casa en la liga regular. La expedición viajó en vuelo chárter a Murcia, y allí, en el aeropuerto, les esperó su guagua personalizada, que habrá recorrido para ello más de 800 kilómetros desde Asturias, sin pasajeros.

Y este sábado, una semana después, se juegan sus posibilidades de ascenso directo a Primera División recibiendo al Alavés en casa. Un partido para el que, aunque jugando en casa, la guagua que utilizan en la isla será protagonista, ya que el club estableció un recorrido por Fondos de Segura para que puedan recibir el calor de su gente en un día clave.

El deseo de todos los simpatizantes del club grancanario, corroborado por Viñayo, es que se convierta en el último servicio del curso 2022-2023, lo que significaría no tener que disputar cuatro partidos más de propina en la promoción de ascenso para alcanzar el anhelado objetivo, pero eso ya dependerá del caprichoso balón, que también traza sus particulares curvas.

Rodrigo García

(c) Agencia EFE