El Gobierno británico se ve obligado a dar marcha atrás en su nueva política fiscal

La primera ministra británica, Liz Truss, y el ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, asisten a la conferencia anual del Partido Conservador, en Birmingham

Por Kate Holton y Kylie MacLellan

LONDRES, 3 oct (Reuters) - El Gobierno de la primera ministra británica, Liz Truss, se vio obligado el lunes a dar un humillante giro de 180 grados, revirtiendo los planes de recorte del tipo más alto del impuesto sobre la renta que contribuyeron a desencadenar una rebelión en su partido y agitación en los mercados financieros.

El 23 de septiembre, Truss y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, anunciaron un nuevo "plan de crecimiento" que recortaría los impuestos y la regulación, financiado con un amplio endeudamiento del Gobierno para sacar a la economía de años de crecimiento estancado.

Sin embargo, el plan desencadenó una crisis de confianza en el Gobierno, lo que hizo que el valor de la libra esterlina y los precios de los bonos del Estado se desplomaran y sacudieran los mercados mundiales hasta el punto de que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir con un programa de 65.000 millones de libras (73.000 millones de dólares) para estabilizar el mercado de bonos.

"Está claro que la supresión del tipo impositivo más alto del impuesto sobre la renta se ha convertido en una distracción de nuestra misión primordial de abordar los retos a los que se enfrenta nuestro país", dijo Kwarteng en un comunicado.

"Como resultado, anuncio que no vamos a proceder a la abolición del tipo impositivo más alto del impuesto sobre la renta. Hemos escuchado y lo entendemos".

La decisión de dar marcha atrás probablemente pondrá a Truss y a Kwarteng bajo una enorme presión, menos de cuatro semanas después de haber llegado al poder. El Reino Unido ha tenido cuatro primeros ministros en los últimos seis años, cargados de turbulencia política.

Truss, exministra de Asuntos Exteriores británica de 47 años que asumió el cargo el 6 de septiembre tras ganar únicamente la carrera por el liderazgo entre los miembros del Partido Conservador, admitió el domingo que debería haber hecho más para "sentar las bases" de la política fiscal.

Aunque se esperaba que la supresión del tipo impositivo máximo sólo costara unos 2.000 millones de un plan de recorte de impuestos de 45.000 millones de libras, era el elemento más llamativo de un paquete fiscal que iba a financiarse con deuda estatal, sin que Kwarteng explicara cómo se pagaría a largo plazo.

Truss tampoco ha negado que requeriría recortes de gastos para los servicios públicos y el domingo se negó a comprometerse a aumentar las prestaciones sociales de acuerdo con la inflación, una combinación tóxica que sería aprovechada por los partidos de la oposición.

La libra esterlina ha recuperado todas sus pérdidas frente a Estados Unidos desde que Kwarteng presentó el minipresupuesto y se situaba en 1,125 dólares a las 0617 GMT, con una subida del 0,8% en el día.

(1$ = 0,8884 libras)

(Reporte de Kate Holton, edición de Andy Bruce, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)