Gignac, el líder de Tigres que desapareció cuando su equipo más lo necesitaba

 Andre-Pierre Gignac poco pudo pesar en la victoria de Tigres sobre Guadalajara en la final de la Liga MX (Foto de: Refugio Ruiz/Getty Images)
Andre-Pierre Gignac poco pudo pesar en la victoria de Tigres sobre Guadalajara en la final de la Liga MX (Foto de: Refugio Ruiz/Getty Images)

André-Pierre Gignac ha escrito su nombre en el futbol mexicano con tinta indeleble desde hace ya varios años y lo único que puede hacer ahora es extender su legado. Durante los últimos ocho años en los que ha defendido la camiseta de Tigres, el futbolista francés se ha convertido en todo un estandarte para la institución, es el máximo goleador en la historia del equipo y su presencia es más notoria que la de cualquiera de sus compañeros. Sin portar la banda de capitán, su liderazgo se manifiesta en cualquier zona del campo.

Durante años, Gignac se ha manejado así entre sus compañeros, rivales y hasta cuerpos arbitrales. El jugador francés reina en el futbol mexicano. Sin embargo, en el último torneo, su figura se ha ido desdibujando poco a poco. Las cuotas goleadoras no llegan a montones como años atrás y la desesperación se vuelve cada vez más evidente, los años comienzan a pasarle factura. Ahora tiene 37 años y aunque para la vida es joven, para el futbol se ha convertido en todo un veterano. La cuenta pendiente más cara la tuvo que pagar durante la última Liguilla, donde poco pudo pesar y colaborar con su escuadra para alcanzar el campeonato.

Tigres tuvo que llegar a la Liguilla mediante la Fase de Repechaje. En ese encuentro, el francés no pudo hacerse presente en el marcador, sino hasta un par de días después, cuando el conjunto felino recibió a Toluca en la ida de los Cuartos de Final. En ese momento, Gignac anotó un tanto de penal y el marcador terminó 4-1 a favor del conjunto regiomontano. Ese partido no significó demasiado, pues Toluca poco y nada exigió al ahora equipo campeón. La vuelta fue el momento cumbre, pues los Diablos amenazaron con darle la vuelta al marcador global y Sebastián Córdova fue el encargado de sellar el pase de los felinos a las semifinales. Ese fue otro partido en el que Gignac no volvió a pesar.

Durante las semifinales, todo fue oro para un solo jugador. Córdova se hizo cargo del equipo y fue quien impulsó la victoria en el global para el cuadro de los Tigres. Tanto en la ida como en la vuelta, Córdova se aseguró de poner a su equipo en la contienda. Por su parte, André-Pierre se interpuso a cuestiones que, quizá, puedan pasar desapercibidas, pero terminan influyendo, como el trato con los árbitros y los reclamos injustificados. Durante su estadía en México, uno de los pocos reproches que se le hacen al jugador europeo son los tratos con los cuerpos arbitrales a quienes intenta imponerles su propia autoridad y estos nunca lo sancionan.

Ya en la final, Gignac volvió a pesar para Tigres, pero fue por sus fallas claras. En la ida, tuvo una oportunidad dorada para poner adelante a los felinos en el marcador. Después de un desvío de Antonio Briseño que pegó en el travesaño y casi comete autogol, el balón rebotó y le quedó a un paso al francés. Gignac se barrió para alcanzar a impactar el esférico a un metro de la portería, pero su remate se fue llorando por uno de los costados. El encuentro terminó cero por cero y la definición tendría que venir en campo ajeno.

En la cancha del Estadio Akron, Chivas salió a dejarlo todo desde un principio y rápidamente se fueron delante en el marcador con dos goles. Parecía casi definitiva la consagración del título para los rojiblancos. Cuando el encuentro todavía se mantenía 1-0 a favor de Guadalajara, Gignac tuvo la oportunidad de emparejar el marcador, pero dejó escapar la oportunidad. Recibió un centro hacia un costado del área chica de Chivas y, frente al marco, cabeceó el esférico por un lado. Incluso, pudo haber servido a Diego Reyes y este solamente tendría que empujar la pelota al fondo de la red.

El partido siguió transcurriendo y Tigres pudo conseguir la proeza. Vino de atrás y emparejó los cartones. La estrella de los felinos anotó un tanto desde los once pasos, pero no tuvo el menor instinto para darle la vuelta radical al marcador. En el momento en el que Tigres más lo necesitó, este desapareció.

Esta final representaba demasiado para el conjunto regio. Gignac, por todo lo que significa para la institución –más allá de ser el goleador histórico del equipo– difícilmente saldrá de Tigres, pero verá partir a sus compañeros para rejuvenecer la plantilla. En el seno del conjunto auriazul existe la posibilidad de haber visto a los futbolistas base levantar un último trofeo juntos. El cambio generacional puede ser algo que le pegue seriamente al equipo y serían nuevos rostros tratando de adaptarse a un equipo que apenas va encontrando su identidad, pero que cuenta con una referente al cual el tiempo también le va pasando factura.

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