Germán Portanova, el extraño de pelo largo que lideró la clasificación al Mundial y... sacrificó su cabellera

Germán Portanova, a pura indicación, durante la Copa América de Colombia, donde sus dirigidas consiguieron el tercer puesto y la clasificación al Mundial
Germán Portanova, a pura indicación, durante la Copa América de Colombia, donde sus dirigidas consiguieron el tercer puesto y la clasificación al Mundial - Créditos: @Fernando Vergara

Después de recibir la medalla de bronce en el césped del Estadio Centenario de Armenia, el plantel argentino se metió al vestuario a cumplir la rutina de festejar al ritmo de “La cumbia de los trapos”. Cuando llegó Germán Portanova, las tijeras ya estaban preparadas. Había sido una promesa: si se conseguía el objetivo de clasificar al Mundial de manera directa, las jugadoras iban a cortarle el pelo. El look del pelo largo atado con un rodete bajo que casi le toca la nuca es -era- una de las marcas registradas de un entrenador obsesivo y con manías. A desestructurarlo un poco apuntaron entonces las futbolistas, que iban pasando una por una a cortarle mechones, mientras él un poco se reía y otro poco sufría. “Los pactos se cumplen”, dijo ya en el hotel, en el medio de los festejos que después de la remontada contra Paraguay se extendieron hasta la madrugada en Armenia.

Allí, con las ojeras marcadas por el cansancio pero con una tranquilidad que parece no abandonarlo -o que al menos el DT domina incluso en los momentos más tensos de los partidos- contó que el logro en esta Copa América y el primer agradecimiento eran para Dios y para su familia. “Mi mujer y mi hijo son los que me aguantan, porque como soy acá, soy en casa; y bueno, se me pasó por la cabeza querer abrazarlos a ellos”, dijo, emocionado.

-Un mes de entrenamiento y concentración en Ezeiza, casi un mes acá..., ¿estuviste en contacto con ellos?

-Sí, yo fui jugador y también nos íbamos y estábamos lejos, pero de técnico es totalmente distinto, porque el trabajo no termina cuando termina el entrenamiento. Uno programa, mira videos, busca formas. Fue desgastante. Desde el principio se hizo un muy buen trabajo, las chicas siempre estuvieron muy predispuestas, entrenamos dos turnos, nos dio la posibilidad para conocernos, para mostrarles mi funcionamiento, qué es lo que quería y la verdad que puedo decir que por momentos eso se vio reflejado en los partidos. Y eso me llena de felicidad.

-¿Hablabas con tu hijo?

-Todos los días. Mi hijo es muy capo, es muy tranquilo. Mira fútbol pero juega al vóley en primera, en la Universidad de La Matanza. Tiene 21 años y una personalidad y unas formas… Tiene mucha paz al hablar y muchas veces me tranquiliza o me dice algunas cosas cuando me desborda la pasión. En casa están felices por el logro que tuvimos.

-Debe ser una buena medida si a tu hijo o a tu esposa, por ejemplo, le gusta cómo juega tu selección.

-Marisa, mi mujer, no entiende mucho de fútbol y por eso llevamos tantos años juntos. Imaginate si se pusiera a opinar de fútbol, sería difícil. Opina, pero lo vivimos como un momento gracioso que lo llevamos re bien. Mi hijo me dice cuando ve que las cosas no le gustaron. Y la verdad, necesito de esa gente, que me diga cuando las cosas no van bien.

-Cumpliste aquí un año como DT del equipo. Dijiste que ves hoy una selección distinta. ¿Qué tiene de tu sello y cuánto del crecimiento de las jugadoras en este tiempo?

-Es de las jugadoras, ellas salen a la cancha. Tienen esa calidad y ese talento. Lo mío es la idea, el dibujo, de poder salir jugando, de arriesgar porque tal vez si recurrimos al pelotazo no prevalecemos con el físico. No tenemos jugadoras de características muy rápidas, pero sí tenemos la técnica de jugar al pie. Le busqué una forma para que jugando al pie pudiéramos ser protagonistas, que es lo que más quiero. Ahí coincidimos con las chicas, ellas pedían a gritos no acoplarse todo el tiempo atrás, no jugar al pelotazo y quedarse cerca del arco. Fuimos como anillo al dedo: ellas, que querían este tipo de juego, y yo, que lo vivo y lo siento de esa manera.

-Desde que asumiste, hablaste de priorizar el grupo por sobre individualidades o jugadoras que no venían siendo citadas. ¿Lo conseguiste? ¿Podés decir eso hoy o todavía falta?

-Es el día a día. Las chicas, así como juegan adentro de la cancha, tienen personalidades fuertes afuera. Lo vamos llevando con trabajo. ¿Por qué? Porque hay veces que se logra un objetivo y está todo bien, el grupo también. Del desgaste que todos saben de tantos años (se refiere a la ausencia de Estefanía Banini en la Selección) siempre tal vez quedan asperezas o algo que la convivencia de dos meses como la que tuvimos para esta Copa las pueden reflotar. No es fácil para un grupo roto convivir dos meses. No es fácil. Pero la verdad es que estuvieron de diez en los entrenamientos y en los partidos.

-¿Tu mayor desafío como conductor estuvo en limar esas asperezas o en lo futbolístico?

-Estuvo en todo. Porque va de la mano. Para mí, la cordialidad tiene que estar afuera y después adentro de la cancha eso se nota. Igual, ellas me hicieron ver, me hicieron aprender que dentro de la cancha se olvida absolutamente todo y juegan como lo han hecho y afuera vuelve a la normalidad.

-¿A algunas dificultades en lo vincular?

-Podría decirse, sí.

-¿Llevás la cuenta de las veces que te preguntaron cuándo iba a volver Banini?

-Trato de no pensar mucho en eso. Yo siempre dije que pensé en convocarla. Siempre creí que es una muy buena jugadora y ahora que la entrené pienso que es mejor de lo que la veía por tele. Es una jugadora muy, muy, muy inteligente para jugar y entiende todo. El proceso lo viví con total naturalidad, Yo sabía que primero tenía que ver situaciones de grupo. No es que le pedi permiso al grupo. Eso no, absolutamente. Sí quería que el grupo estuviera preparado para su llegada, que generara felicidad en ella, en el grupo, y que no provocase conflictos. Quería tenerlas dentro de la cancha y que hubiera un funcionamiento. Eso se logró.

-¿El funcionamiento que conseguiste es con miras al futuro? Porque tenés un mix de jugadoras que están en la recta final de su carrera y otras muy jóvenes.

-Tenemos que pensar en el futuro, sí. Tenemos jugadoras jóvenes bastante buenas, que también he entrenado y conozco, y podemos llegar a un funcionamiento parecido. Estas jugadoras con una vasta experiencia me facilitaron un poco las cosas porque a la hora de intentar jugar contra Colombia ante su público o contra Paraguay con el 0-1 abajo diciéndoles que tengan paciencia, que se va a abrir, que sigan jugando, eso requiere de personalidad adentro de la cancha. Y ahí las más grandes fueron clave. Queremos formar no sólo la idea con las jovencitas sino también esa personalidad para jugar.

-¿Te sorprendió el torneo de Yamila Rodríguez? ¿Llegó a su techo?

-No me sorprendió, tiene mucho para dar todavía y Dios quiera que no se enamore de sus actuaciones, que no se quede ahí. Es una jugadora increíble, fue la mejor del torneo contando a todas las selecciones. Es despierta. Cuando entró a la cancha con Paraguay toda la gente la aplaudía a ella y tuvo que ir a saludar ella sola. A los costados, en el medio. Es lo que genera porque tiene mucho carisma. Dentro del funcionamiento le decimos que tenga esas pausas para crear juego o que si el juego se crea por un sector donde no está, ella tiene que hacer determinados movimientos. Hizo goles, jugó muy bien, fue feliz adentro de la cancha y eso nos pone felices a nosotros.

"Estas jugadoras marcaron una historia, dieron un montón", afirma Portanova
"Estas jugadoras marcaron una historia, dieron un montón", afirma Portanova - Créditos: @Fernando Vergara

-Tuviste a Aldana Cometti, clave en el equipo, mirando el partido contra Paraguay por la tele por haber dado positivo de Covid.

-Sí, es una de las jugadoras que la luchó con nosotros, estuvo desde el primer día. Se comió el garrón del Covid, que el mismo día la selección hizo un hisopado y dio negativo. Pero son situaciones de este fútbol, jugar contra el equipo local, después jugar contra el equipo de la Conmebol… Y tuvo sus factores, pero las chicas lo supieron llevar muy bien.

-¿Esa sensación de jugar contra todo y todos sirvió para generar una especie de hambre en lo anímico? ¿De venganza ante la injusticia?

-Ahora te puedo decir que sí porque ganamos, pero nos dio bronca la injusticia. Cuando te quieren explicar algo y te subestiman... Son situaciones que dan bronca. La injusticia, la trampa, por así decirlo. Pero gracias a Dios no hubo con qué. Las chicas jugaron muy bien y dieron vuelta el partido.

-Los dirigentes dijeron que vas a firmar contrato por dos años…

-(Interrumpe y se ríe) No sabía…

-¿Ya te imaginás el Mundial? Hasta ahora, en cuatro participaciones, Argentina no pasó nunca la primera ronda.

-Estuve muy enfocado acá en la Copa América. Se estaba jugando la Eurocopa también y vi todos los partidos. Ahora será vuelta de página de la Copa América y empezar a meterse en el Mundial. Para intentar jugarles a esas selecciones europeas que son muy, muy buenas y físicas habrá que buscarle la vuelta. Y poder sacar algún punto o jugarle de determinada manera para nosotros puede ser muy bueno.

-Hasta acá recorriste todas las canchas los fines de semana mirando jugadoras y citando a futbolistas del ámbito local sólo para entrenar en Ezeiza. ¿Vas a seguir con esa idea o ya tenés una base?

-La búsqueda es permanente, queremos convocar a la que mejor esté en el momento del Mundial. Estas jugadoras marcaron una historia, dieron un montón. Obviamente, tengo mi columna vertebral, no puedo mentir. Pero la jugadora que esté bien en el campeonato se puede ganar la convocatoria al Mundial sin lugar a dudas. Hay que luchar y creer siempre. Vamos a seguir en las canchas, observando, queremos ir a las provincias a ver jugadoras. Tenemos con una amplitud de contrato para hacer las cosas que soñamos para nuestro fútbol femenino, que realmente no tiene techo y también nos da felicidad doble, porque a raíz de esta clasificación llegarán los sponsors y será mejor en todos los aspectos.

-Fuiste futbolista, entrenador sos hace tiempo. ¿En qué lugar de las felicidades del fútbol en tu vitrina ponés esta medalla?

-Tuve muchísimas más derrotas que triunfos en el fútbol y creo que como medalla es muy importante porque representamos al país. Hay un montón de gente del país que cuando abro el teléfono me manda mensajes con muchos problemas. Sentir que de repente le damos una pequeña alegría con un triunfo hace que esto que conseguimos esté en el primer puesto. Sabemos que en nuestro país siempre como que andamos rascando la olla con situaciones económicas y de repente que las personas miren la tele y se alegren del equipo o de jugadas o de goles, no tiene precio.