Gabriel Heinze: un entrenador que vive en la docencia y la polémica, pero ni siquiera en su Newell’s encuentra tranquilidad

En la sala de prensa, un ámbito que no suele disfrutar Gabriel Heinze; su Newell's perdió contra Claypole por la Copa Argentina, en el quinto estreno negativo de un equipo dirigido por él en el certamen.
En la sala de prensa, un ámbito que no suele disfrutar Gabriel Heinze; su Newell's perdió contra Claypole por la Copa Argentina, en el quinto estreno negativo de un equipo dirigido por él en el certamen. - Créditos: @Marcelo Manera

Hace unos días, Gabriel Heinze se fastidió demasiado pronto en una conferencia de prensa. Tenía razón en su advertencia, pero suele perder la serenidad casi sin darse cuenta. Un cronista le había preguntado por el estado físico de un jugador que, evidentemente, ya había sido señalado por el joven conductor apenas un puñado de segundos antes.

Yo te daría un consejo: en vez de tanto hablar por el celular, que escucharas mi respuesta. Decile [a la persona] con la que estás hablando, que están todos a disposición... Entonces, decile al que te está hablando «pará un poquito, que está hablando Gaby, y después me preguntás», le decía con una sonrisa, la mano derecha movida con energía, y la izquierda, tomando fuerte el micrófono.

Puño en alto: un Gringo siempre dispuesto al cruce.
Puño en alto: un Gringo siempre dispuesto al cruce. - Créditos: @Fotobaires

Hubo un intercambio simpático. “Decile al otro que te banque 5 minutos, no pasa nada...”. En realidad, fue una sutileza en la vida profesional del Gringo, noble en el trabajo de campo, a la defensiva en todos los otros ámbitos. Hasta cuando dirige a Newell’s, el equipo de sus amores: casi siempre parece enojado. Es un muy buen entrenador, pero parece que no pudiera disfrutar su profesión, maravillosa de pantalones cortos y cubierta de cortocircuitos del otro lado del mostrador. El último golpe fue mayúsculo.

Es el centro de las críticas de los simpatizantes del conjunto rosarino por la sorpresiva eliminación contra Claypole en los treintaidosavos de final de la Copa Argentina, y en sus declaraciones volvió a ser muy directo. “Me molesta y me pone mal, pero esto puede pasar. Me duele y me duele mucho, pero tenemos que seguir trabajando. Es parte de esta profesión. [Los jugadores] tienen que levantarse. Ellos eligieron esta profesión. Que aprendan y que les duela”, declaró, luego de los primeros silbidos de los hinchas para un símbolo de la entidad, él, por la derrota (1-0) padecida en San Nicolás este miércoles.

Compacto de Newell’s 0 vs. Claypole 1

Me molestaron y me ponen mal los silbidos de la gente. Pero esto puede pasar. En este deporte la memoria es frágil. Me duele y mucho, pero tenemos que seguir trabajando. El hincha es hincha. No quiero generar ninguna polémica. No puedo responder por lo que hace otra persona, sino por lo que hago yo”, suscribió.

Juega con las palabras con la vehemencia con la que salía al cruce de un delantero. Bien fuerte. “Las sensaciones son de tristeza por la eliminación. Esto es fútbol. El equipo intentó abrir el marcador, estuvo mucho tiempo bien posicionado, y ellos tuvieron una ocasión y la aprovecharon. Toda derrota así preocupa y tengo muy claro dónde estoy y qué pueden llegar a decir ustedes”, aludió a los periodistas, una suerte de eje del mal para el entrenador.

“Seguiremos de la misma manera. Cuando uno toma decisiones pueden pasar estas cosas, porque es parte de la vida, y no voy a apartarme de ese camino. Voy a darles fuerzas a mis jugadores. Tengo mi forma de pensar y de sentir el juego. Voy a hacer aquello para lo que me capacité y lo que sé, y no voy a apartarme. Las derrotas magnifican todo”, enfatizó, como a todo.

Fue la quinta vez que un equipo dirigido por Heinze quedó eliminado en ese torneo y en la misma instancia. La primera despedida se dio cuando dirigía a Argentinos Juniors en 2016 (derrota en penales por 4 a 3 ante Laferrere, después de un 1 a 1). Un año más tarde, el Bicho cayó por 1 a 0 ante Instituto. En 2018, al frente de Vélez (club en que potenció jóvenes), también quedó fuera en el debut al perder por penales frente a Central Córdoba. El impacto más resonante fue el de 2019, cuando el Fortín sufrió la derrota más humillante: el modesto Real Pilar lo venció por 1 a 0.

La recriminación de Heinze a un periodista

Es un director técnico audaz, que suele crear estructuras confiables, pero los buenos resultados no suelen ser su sello. Su foja de servicios se compone con Godoy Cruz, Argentinos (ascendió, y descubrió a Nicolás González), Vélez, Atlanta United y, al fin, Newell’s, su casa, a los 44 años, en un ejemplo más del sentido de pertenencia inequívoco que se traslada de generación en generación en el Parque Independencia. En la Liga Profesional tiene 7 puntos (igual que Boca, Rosario Central y Belgrano), y su propuesta todavía no arranca. Nada extraño, si se espía alrededor.

Hay múltiples historias que lo retratan tan buen profesional como enemigo acérrimo del que se cruce en su camino. Le ocurrió en casi todos los destinos. Días atrás aleccionó a otro periodista, cuya interrogación duró 20 segundos: “Haceme la pregunta más simple, porque la verdad que me... ¡hacémela más simple!”.

En Vélez, tuvo varios contrapuntos con cronistas. “Te pido por favor que, si me hacés una pregunta y estás mirando el móvil, eh… Te lo pido por lo menos por un respeto, ¿no?”, fue uno. Otro, cuando un especialista en datos y estadísticas de los delanteros de Vélez argumentaba falta de eficacia, derivó en una ironía: “El análisis de ustedes es muy fácil. Que le den un cheque en blanco y que usted busque a los mejores del mundo. Lo que yo hago es ponerle todas las herramientas posibles al futbolista. No hay ningún análisis de lo que usted está diciéndome, es algo muy fácil. Pero yo no me quedo con el análisis que hace usted... Ojalá usted no tenga razón: yo voy a trabajar para que usted se equivoque lo máximo posible”.

Gringo Heinze construye su carrera con docencia, juventud (el promedio de edad en el plantel es de 26 años y Pablo Pérez, referente y suplente, es el más grande, con 37), pasión por los colores y... un mar de conflictos. Que son parte de su vida.