Gabriel Arias: el capitán que volvió con sus manos mágicas para vestirse de héroe

Arias se abraza a la pelota ante el asedio de Payero
Arias se abraza a la pelota ante el asedio de Payero - Créditos: @Anibal Greco

A tres meses exactos de aquella semifinal que se resolvió por penales en cancha de Lanús, todo Racing entendió que este partido ante Boca era un desquite. Así se vivió en las tribunas, con un lleno total y un recibimiento al que no le faltó nada: globos, humo, fuegos artificiales, luces, banderas. Y así lo palpitó el equipo. A los cinco segundos de juego, la Academia ya había puesto la pelota en el área y generado el primer uh de la noche.

El final no fue el mismo que en la eliminación, pero muy parecido. Después de llevar la iniciativa durante toda la noche, de obligar a Agustín Rossi a algunas atajadas y de protestar porque la visita hacía tiempo porque el 0 a 0 parecía caerle bien, terminó contra su arco. Necesitó de las manos mágicas de su capitán Gabriel Arias, que en su regreso se vistió de héroe. Y de una salvada milagrosa de Facundo Mura en la línea. Pudo haber sido peor: en la última jugada del partido, Jonathan Gómez tocó la pelota con la mano dentro del área. VAR mediante, Fernando Rapallini resolvió que no había infracción y pitó el 0 a 0 final.

Este cuadro es la base del equipo que perdió por penales en las semifinales de la Copa de la Liga. La mayor novedad estuvo en el arco, con el regreso de Gabriel Arias tras nueve meses fuera del arco por la rotura de ligamentos cruzados que sufrió en noviembre. La reaparición del capitán del plantel es una muestra de carácter de Gago, que le dio la chance pese a que Gastón Gómez cumplió con creces en este período. Los hinchas le dieron un cálido recibimiento a ambos cuando salieron a hacer la entrada en calor: salieron a calentar el titular y el suplente. Para Gago, era una posibilidad que en dos fechas vuelvan a cambiar sus roles. Con su aparición sobre el final el neuquino pareció dejar en claro que ya está de vuelta.

El movimiento en el arco de Racing se dio justo en la semana que tuvo a Sergio “Chiquito” Romero como protagonista. El exarquero de la Selección, surgido de la Academia, no estuvo en el Cilindro. El titular fue Agustín Rossi. Y el suplente fue Javier García, que recibió una plaqueta en reconocimiento por su paso por el club. El 1 xeneize tuvo mucho trabajo durante toda la noche. El arco de Racing, en cambio, pareció parte del decorado. Hasta el final. A los 43 del segundo tiempo tapó un remate de Cristian Medina. Y un minuto después, Airas se lució ante una mediavuelta de Luis Vázquez en el área. Ya en tiempo de descuento se vistió de héroe: en la última jugada del partido se estiró para desviar un remate de Sebastián Villa que iba contra el palo. Era el triunfo visitante.

Hasta ese ratito todo había sucedido del otro lado del campo. Cuatro situaciones claras de gol generó Racing en el primer tiempo. En la primera se lució Agustín Rossi, luego de que Copetti bajara la pelota para que Miranda saque un zurdazo contra el palo. En la segunda Matías Rojas agarró la pelota muy abajo y la mandó muy arriba, después de un centro atrás de Eugenio Mena. En la tercera, con Rossi ya vencido, Alcaraz falló en la línea. Después de dos pérdidas en salida, Jonathan Galván intentó con un pelotazo largo: tras una peinada de Copetti, Hauche quedó mano a mano pero el arquero xeneize le ganó el duelo.

Atajada de Arias ante Romero

Así de fácil es complicar a este Boca, con un bajo nivel colectivo pero sobre todo muy frágil en su zaga. Sin embargo Racing hizo crecer a sus propios fantasmas. Con un 73% de posesión de pelota, con el doble de pases en campo contrario y en el último tercio, con 11 remates desde dentro del área el resultado al entretiempo continuaba como empezó: 0 a 0.

A medida que los minutos avanzaban y el resultado no se movía, la Academia parecía otra vez caer en su propia telaraña, la de la ineficacia y la falta de confianza para llevarse los partidos. No se quedó en el vestuario esa sensación: a los 40 segundos otra vez generó una muy clara. Esta vez fue Alcaraz el que quedó mano a mano con Rossi. El ganador fue el mismo. Pero el arquero no era el único obstáculo que encontraba el equipo local para ponerse al frente en el marcador. Con el 1 ya vencido, Matías Rojas decidió mal y tampoco pudo convertir.

Copetti forcejea con Frank Fabra
Copetti forcejea con Frank Fabra - Créditos: @LA NACION/Anibal Greco

Cuando el 0 a 0 ya parecía inamovible, Racing entró en el juego que propuso Boca. Las demoras y las discusiones colectivas lo corrieron de eje. El equipo se desinfló, como si supiera que ya había desaprovechado las chances. Es el quinto empate en los últimos seis partidos para la Academia, que sólo ganó uno. Por eso ve cada vez más lejos la cima de la tabla. No hubo penales esta vez. Pero el resultado y la sensación una vez que terminó el partido fueron iguales a las del 14 de mayo en la cancha de Lanús: que con esta falta de contundencia no se puede pelear un título.