Francisco Cerúndolo controló sus demonios a tiempo y por primera vez avanzó a la segunda rueda de Roland Garros

Fran Cerúndolo avanzó por primera vez a la segunda rueda de Roland Garros
Fran Cerúndolo avanzó por primera vez a la segunda rueda de Roland Garros - Créditos: @CAROLINE BLUMBERG

Francisco Cerúndolo logró un valioso triunfo, el primero suyo en Roland Garros, al superar al español Jaume Munar (81°) por 6-1, 2-6, 7-6 (7-5) y 6-1, en 2h44m. El porteño, 23° del ranking, pudo moderar a tiempo sus demonios internos y sus nervios, y dejó atrás partido complejo ante un rival que devuelve prácticamente todas las pelotas. Y aunque terminó celebrando el triunfo, otra vez se mostró nervioso y en varios pasajes del partido se desahogó teniendo fuertes expresiones contra su entrenador, Kevin Konfederak, que en un momento del partido se retiró a otro sitio del club.

Me da bronca tener estos baches, como en el segundo set. Me sentía bien y muy cómodo, firme y entré en un pozo. Después del tercero volví a jugar bien. Estaba tenso, estaba luchando contra él, contra mí, contra todo. Estaba jugando pésimo. Dije que tenia que luchar con lo que había, no me sentía cómodo en la cancha. En el cuarto set me sentí más cómodo, él cayó un poco en lo físico y lo pude cerrar. ¿Por qué esos altibajos? Son muchos cambios. De un año a otro pasar a ser favorito en casi todos los partidos, estar casi veinte del mundo, las expectativas están siempre muy altas. Sé que el tenis está ahí, soy mucho más regular, pero para seguir subiendo me falta no tener más esos baches como los de hoy. No tengo que pasar de jugar ocho puntos a un uno, a un dos”, reconoció Cerúndolo.

El mayor de los hermanos Cerúndolo llegó a Paris con su mejor ranking histórico, algo que logró después de llegar a la final de Lyon. Y su primera victoria sobre el polvo de ladrillo del segundo Grand Slam del año le permite avanzar a la segunda ronda, luego de sus estrenos con derrota en las ediciones de 2021 y 2022. Su próximo rival será el brasileño Thiago Monteiro o el alemán Yannick Hanfmann.

El sábado pasado, durante su derrota ante el francés Arthur Fils en la final del ATP de Lyon, se lo vio a Cerúndolo muy enojado durante el partido, un sentimiento que exteriorizó en varias oportunidades con su grupo de trabajo, especialmente con su entrenador. A medida que trascurría el juego y el argentino no encontraba el camino, se lo vio gritarle y hasta llegar a pedirle que se fuera. Otra situación incómoda se volvió a observar este martes en el court 12 de Roland Garros.

El propio Cerúndolo se refirió al tema, sin ocultarlo. “Soy un jugador efusivo que tiene emociones y las demuestra. Tengo que sacarlas porque si me las guardo no puedo jugar, pero si las expreso demasiado me juega en contra porque no puedo jugar de la bronca que tengo. Entonces tengo que mantener un equilibrio entre no guardarme todo ni expresar todo, porque los dos extremos me generan impotencia, me quedo parado, cometo errores. Estoy tratando de buscar ese equilibrio, que es donde mejor juego. Es como siempre digo: las relaciones de los jugadores con sus entrenadores son como una pareja. Tenés buenos y malos momentos, es prácticamente la persona con la que más tiempo pasás. Hay momentos lindos, malos, hay disculpas, festejos, abrazos. No hay nada personal. Son cosas que quedan en la cancha y ya está hablado. Son cosas que pasan; obvio que debería putear menos, pero es la forma en la que soy”.

Una sutileza de Cerúndolo

En el segundo parcial se desconcentró, tiró demasiadas bolas afuera y eso le permitió al español aprovechar el momento y reaccionar. Ya en el tercer parcial, fue fundamental que Fran “volviera” al partido para poder desnivelar a su favor. Con el 7-6 todo se resolvió con un contundente 6-1.

El argentino cerró el partido con sorprendentes 48 winners (13 de su rival). Por el contrario, los 52 errores no forzados que cometió expusieron ese bajón anímico del segundo set, del que pudo recuperarse a tiempo. Además, tuvo una alta eficacia en las chances de quiebre (fueron 9 de 12).

En la próxima instancia, Cerúndolo enfrentará al ganador del encuentro entre el brasileño Thiago Monteiro y el alemán Yannick Hanfmann.

Medveded, eliminado por un brasileño que llegó de la qualy

Daniil Medvedev sufrió un duro revés en la primera ronda del Abierto de Francia al perder por 7-6(5), 6-7(6), 2-6, 6-3 y 6-4 ante el brasileño procedente de la “qualy” Thiago Seyboth Wild en medio de un fuerte viento.

Aunque Seyboth Wild ganó dos títulos “challenger” (de segundo nivel) sobre polvo de ladrillo esta temporada, Medvedev, número dos del mundo, llegaba al Grand Slam tras vencer en Roma, mostrando un enorme progreso en la superficie más lenta. No sirvió de nada en una pista Philippe Chatrier azotada por el viento, donde el ruso parecía cada vez más frustrado, discutiendo con el árbitro y con el público parisino. Seyboth Wild tenía demasiada velocidad y potencia para Medvedev, que nunca encontró su ritmo y capituló tras cuatro horas y 15 minutos.

”He visto jugar a Daniil desde que era junior y ganarle en un court así es un sueño hecho realidad”, declaró el número 172 del mundo. “Intenté usar mi derecha contra la suya y funcionó bastante bien. Empecé a tener calambres al principio del segundo set, pero usé mi fuerza mental para jugar mi mejor tenis”.

Medvedev rompió el saque de su rival al principio del primer set, pero sufrió una rotura en el cuarto juego y Seyboth Wild forzó el “tie-break”, en el que terminó imponiéndose.

El tenista latinoamericano mantuvo la presión sobre el ruso en el segundo set, combinando su potente juego con oportunas dejadas mientras la tierra roja seguía arremolinándose en la pista. El ruso salvó dos puntos de set en el segundo “tie-break” y en el primer punto de set que tuvo, su oponente envió fuera un golpe que parecía fácil.

El juego -y el cuerpo- del brasileño se vino abajo cuando perdió el tercer set y solicitó asistencia médica por una hemorragia nasal y un problema en un dedo. No obstante, se recuperó en el cuarto, igualando la contienda. El brasileño mantuvo su ímpetu, abriendo una ventaja de 2-0 en el decisivo y, aunque Medvedev remontó hasta igualar a 3-3, Seyboth Wild rompió de nuevo el saque de su rival y aprovechó su primer punto de partido con una derecha ganadora en la línea.