Francia semifinalista: Kylian Mbappé y compañía eliminaron a Inglaterra, ahuyentan los fantasmas y se burlan de la historia

Francia festejó ante Inglaterra en el estadio Al Bayt y llegó a las semifinales también en Qatar 2022.
Francia festejó ante Inglaterra en el estadio Al Bayt y llegó a las semifinales también en Qatar 2022. - Créditos: @Aníbal Greco

DOHA (enviado especial).– Es un monstruo de cien mil tentáculos. Asusta cuando se despliega, en el estadio Al Bayt. Se levanta el griterío general cuando progresa, cuando se apodera de su presa no tiene piedad. Puede tomarse un respiro, es posible que sienta que su víctima puede lastimar su naturaleza, sin embargo, su instinto es más fuerte que cualquier oposición. Lanza toda su furia cuando se siente amenazada y vuelve a asfixiar. Francia se comporta de esa manera, se mueve por la cancha con una voracidad amenazante porque quiere que todos sepan que viene por una marca histórica, que quiere revalidar su condición de campeón, por eso sacó del camino a Inglaterra por 2-1, que lo complicó, pero les explicó a los otros aspirantes al trono mundial que Les Blues es equipo temible.

Francia no le presta atención a las estadísticas, o sí, pero quiere también pisotearlas. Hay sólo una cosa más difícil que ser campeón del mundo: ser campeón del mundo dos veces consecutivas. Solamente lo hicieron Italia en 1938 y Brasil en 1962. Es decir que se cumplieron seis décadas desde la última vez que una corona se defendió con éxito. En ese tiempo, hubo varios que se quedaron en la puerta, como Argentina en 1990 o Brasil en 1994.

Festejaron los jugadores de Francia en el último cuarto de final de Qatar 2022; lo sufrió Harry Kane.
Festejaron los jugadores de Francia en el último cuarto de final de Qatar 2022; lo sufrió Harry Kane. - Créditos: @Matías Boela

Si bien aquí le costó un poco más de lo habitual poner de rodillas a Inglaterra, Francia con su abanico de opciones ofensivas y su exuberante despliegue físico espanta los fantasmas que atormentan a los campeones del mundo. Cuatro de los últimos cinco defensores del título se despidieron en la primera etapa de las Copas del Mundo, sin embargo, para Francia eso no representó un trauma. Sólo Brasil en 2006 logró llegar al menos hasta los octavos de final, aquí en la noche de AlKhor, Francia se burló de esos registros y se metió de pleno en las semifinales de Qatar 2022.

Incluso, este animal deportivo que es el equipo de Didier Deschamps se encargó de aniquilar todo de maldición posible. La propia Francia en 2002, Italia en 2010, España en 2014 y Alemania en 2018 sintieron la angustia de no poder retener el cetro. Es que con lo que propone en la cancha con Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Olivier Giroud, parece que le alcanza para poder salir adelante cuando del otro lado hay un equipo como Inglaterra que por varios momentos del partido lo confundió, lo acorraló y hasta pudo haberlo forzado a un alargue.

Tan poderoso es lo que emana desde el campo este equipo francés que, cuando algunos creían que el futuro de este equipo estaba condenado a padecer la historia porque sufrió en el camino hacia Qatar las bajas de Paul Pogba, N’Golo Kante y Karim Benzema, encontró respuestas en otras piezas como Aurelien Tchouameni, Ousmane Dembélé y Adrien Rabiot.

Adrien Rabiot presiona a Harry Kane; el mediocampista francés es parte de las respuestas que encontró el equipo ante las lesiones en el plantel.
Adrien Rabiot presiona a Harry Kane; el mediocampista francés es parte de las respuestas que encontró el equipo ante las lesiones en el plantel. - Créditos: @Aníbal Greco

Si debía revalidar lo que marca su tradición, lo hizo con dos golpes necesarios. No necesitó mucho más, cuando se lo propuso logró su cometido. Primero dominó a Inglaterra, lo abrumó con la velocidad, lo aturdió y Tchouameni se encargó del resto. Se quedó, como si hubiera sentido que el trabajo ya estaba resuelto, lo pagó, pero tiene tanta jerarquía individual, que cuando necesitó castigar nuevamente fue suficiente con que tomase el control por un puñado de segundos para que Giroud resolviese el problema inglés.

Entonces, es lógico que Francia dispute la séptima semifinal en Copa del Mundo en su historia y que sienta que es posible volver a estar en el último día de la competencia. Cómo no lo va a sentir en la piel si las estadísticas le ofrecen un guiño. Claro que en el camino ahora aparece el hambre de Marruecos, pero cómo va a sentirse intimidado si cuando mira hacia los costados se siente seguro porque ya acumula 11 goles en este torneo y nueve de ellos los convirtieron entre Mbappé y Giroud.

Este equipo francés se expresa con firmeza, que por más que sintió que podía escaparse su tranquilidad porque Harry Kane tuvo un penal para igualar el juego y lo tiró a la tribuna, no tuvo problemas en replegarse y allí también encontró en Hugo Lloris, su arquero, a otro motivo para entender que es mucho más que una aplanadora ofensiva. El arquero de Tottenham fue determinante cuando las cosas se ponían delicadas y tuvo seis intervenciones que le dieron aire al equipo que todavía sostiene con autoridad su corona.

Se ríe con toda la cara Mbappé cuando Kane no logra convertir, no hay reacciones desmedidas por un gesto normal en el mundo de la pelota. Disfruta también Francia de esos dulces momentos de fortuna. No se trata de irreverencia, sólo de una cuestión que en este juego también se debe tener para llegar al séptimo escalón de la Copa del Mundo. Sí, Francia contó también con suerte y está bien, se lo merece porque cuando se propone jugar no deja ni el mínimo espacio para la duda que su condición de candidata no tiene absolutamente nada que ver con el azar.