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¿Francia es un gran equipo? ¿Cómo hay que parar a Mbappé?: las dos preguntas que toman fuerza en el Mundial

Kylian Mbappe entró en el choque con Túnez, pero no pudo darlo vuelta
Kylian Mbappe entró en el choque con Túnez, pero no pudo darlo vuelta - Créditos: @JEWEL SAMAD

¿Es un gran equipo Francia? ¿Cómo parar a Kylian Mbappé? Esas son las preguntas que tienen en vilo a los futboleros. El Mundial sigue su camino, hay algunos buenos conjuntos (Francia, desde ya, es el principal candidato, Brasil, España y alguno más), pero el secreto principal es encontrar la llave de la respuesta al enigma del crack, tal vez, el mejor del planeta. Y al poderío ofensivo del último campeón, en su conjunto.

Esos interrogantes son parte del escenario habitual de Qatar, sobre todo ahora, cuando el campeón mundial está instalado en los octavos de final y su próximo rival será Polonia, el domingo próximo. El 0-1 frente a Túnez, que lo confirmó como el líder del Grupo D, dejó una enseñanza: los suplentes del gigante están lejos de los mejores. Francia no tiene dos equipos mundiales, como se creía. Más aún, luego de las lesiones que los atormentaron semanas atrás. Demasiadas ausencias. La de Karim Benzema fue la más resonante, pero no fue la única.

Leo Messi convive con Kylian. Lo conoce muy bien, cada secreto, cada detalle. Cuenta del crack de 23 años. “Kylian es un jugador diferente, una bestia que en el uno contra uno es muy fuerte, que va al espacio, es rapidísimo, tiene mucho gol, es un jugador muy completo y ya lleva años demostrándolo, y en los próximos años estará entre los mejores, seguro”, afirma. Pocos laterales, casi ningún zaguero, pueden frenarlo. Cuando pone tercera, es una misión imposible.

Insiste el rosarino, sobre todo en la adaptación en el mundo PSG: “Kylian era el que no conocía ni dentro ni fuera del campo y de a poquito nos vamos conociendo mucho más. Sobre todo, conocernos dentro del campo para intentar de relacionarnos mejor, de ver cómo nos sentimos cómodos el uno con el otro y obviamente que es muy lindo estar en la cancha con los mejores. Tuve la suerte de hacerlo mucho tiempo en el Barcelona y tengo la suerte de jugar siempre con los mejores. Hoy me toca hacerlo en el París y estoy feliz de jugar con él, es buenísimo”. Rápido, astuto.

Antoine Griezmann ingresó y marcó un gol, que fue anulado; es uno de los indispensables
Antoine Griezmann ingresó y marcó un gol, que fue anulado; es uno de los indispensables - Créditos: @Christophe Ena

Sin embargo, no es Francia un unipersonal. Es un equipo agresivo, que prefiere la presión y asfixiar al rival, tener el control del balón y, sobre todo, volar en la imaginación. Un poco despreocupado en las áreas bajas, más allá de que tiene excelencia en la defensa: Varane, Upamecano, Pavard, Konaté, Saliba, Hernández… Le convirtieron un gol en cada uno de sus partidos. Los dos primeros, con los titulares.

Se despreocupa de la defensa porque confía en el ataque, en Mbappe, Dembelé, Griezmann y el faro, Giroud. Un 4-2-3-1, con dos motores en la zona central, Tchouaméni, un joven tractor, de 22 años, en etapa de adaptación en Real Madrid y Rabiot, algo más romántico y corrido a la banda.

A lo largo de su carrera, el entrenador escogió un esquema táctico principal de 4-4-2 que, con la variación de algunas tareas específicas de los jugadores que ocupan los roles de los volantes externos, se transformó en el tiempo en el 4-2-3-1 de hoy. Con la formación alternativa, se inclinó por un 4-3-3 incómodo frente a Túnez. Fallaron casi todos. O, al menos, están lejos de las luces de los mejores.

La idea, contaba por él mismo tiempo atrás, es “proponer un juego de transiciones en el que prefiero, después de recuperar la pelota en el campo propio, aprovechar los espacios en las espaldas de los volantes y defensores rivales”. Los contraataques son parte del sistema ofensivo. No es un sistema en continuado, resulta un recurso. Los laterales, son claves. Los extremos, esenciales.

¿Juega con tres delanteros? ¿O son cuatro, en realidad? Olivier Giroud es el finalizador. Pero detrás del delantero de Milan, de 36 años, hay un mundo Mbappé, Griezmann y Dembelé… el primer defensor. Es un jugador más maduro, aunque mantiene su alegría. Debido a las exigencias diarias en su club, es mucho mejor. Se esfuerza y tiene la capacidad de crear enormes problemas al adversario por su velocidad”, sostiene Deschamps.

Didier Deschamps (centro), entrenador de Francia, y sus colaboradores
Didier Deschamps (centro), entrenador de Francia, y sus colaboradores - Créditos: @CLIVE MASON

El entrenador, volcánico y conceptual, contó algunos secretos de su pensamiento tiempo atrás, en una charla con la agencia EFE. De ella, dos citas puntuales. La primera: “Más allá de la calidad y del talento, hay otros ingredientes indispensables a nivel mental, agresividad y determinación que nos permitieron ganar en 2018″. La segunda, aún más potente.

-¿No ganar representaría un fracaso?

-Enseguida se habla de fracaso. Somos campeones del mundo. Soy consciente, y los jugadores también, de nuestra fuerza. Tenemos calidad, talento, jugadores de alto nivel, pero enfrente también habrá de todo eso. No podemos instalarnos en una situación de confort. En Francia muchos piensan que no tenemos ni con qué llegar al campo y ya hemos ganado. Es lo peor para un deportista de alto nivel. Más allá de la calidad y del talento, hay otros ingredientes indispensables. Ganar al más alto nivel es muy difícil y mantenerse es todavía más. Pero tenemos jugadores con esa ambición, tenemos que evitar que se convierta en exceso de confianza.