La otra ficción en la que fueron pareja Danna García y Mario Cimarro, protagonistas de 'Pasión de Gavilanes'

La transcendencia que tuvo Pasión de Gavilanes hace veinte años superó todas las expectativas sin duda, globalizando un proyecto colombiano que se convirtió en lo más visto entre el público de habla hispana. Los fans se enamoraron del amor en mayúsculas, golpeado por los obstáculos del destino, y hecho realidad en las historias de las hermanas Elizondo y los hermanos Reyes. Los mayores de estas sagas Norma (Danna García) y Juan (Mario Cimarro) protagonizaron una pasión que encantó a miles de espectadores que ahora celebran el regreso de esta dinastía en los nuevos capítulos que se estrenan en televisión. Siempre que termina una serie surge la curiosidad por saber qué depara el futuro a sus personajes y en este caso es precisamente ese el argumento de esta nueva entrega, que recupera a los protagonistas ya casados y con hijos. ¿Estarán igual de enamorados Norma y Juan? ¿Qué dificultades enfrentarán en esta ocasión?

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La traición, telenovela de Danna García y Mario Cimarro
La traición, telenovela de Danna García y Mario Cimarro

Lo cierto es que la química entre la colombiana Danna García y el cubano Mario Cimarro era innegable en Pasión de gavilanes, pero sin duda lo que pocos saben es que ellos se volvieron a enamorar… en la pantalla, claro. Fue en La traición, una telenovela que comenzó su emisión en 2008 en Telemundo (cuatro años después del final de la trama de los Reyes Elizondo) y que a lo largo de más de cien capítulos volvió a unir las vidas de ficción de Mario y Danna. De hecho en la serie Mario interpretaba no solo uno, sino dos de los personajes principales que eran hermanos gemelos. ¡Y los dos por supuesto se disputaban el amor de Danna! ¿Lo lograban?

Enamorados de nuevo en la ficción

El argumento de La traición, que se sitúa en el siglo XIX, es sin duda trepidante. Cimarro interpreta a Hugo de Medina, un hombre de acaudalada familia que padece catalepsia, dolencia que ralentiza los signos vitales y que provocaba que muchas personas fueran enterradas a pesar de seguir vivas. García era Soledad de Obregón, una joven que planeaba su boda con Hugo, que trágicamente muere antes de celebrar la boda. Sin embargo, había sido un ataque de catalepsia por el que le habían dado por muerto y, cuando se recupera, vuelve a buscar a su novia. No esperaba que ella estuviera ya casada con su hermano Alcides (encarnado también por Cimarro), lo que le provoca tal dolor en Hugo que desata un incontenible deseo de venganza. Como ocurre en toda telenovela, el amor todo lo puede y Hugo se entera de que la boda con su hermano solo se celebró porque Soledad esperaba un hijo que no podía crecer sin padre.

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Amor, traición, celos, venganza… son los aderezos de esta historia que unió de nuevo las carreras de Mario y Danna, que ya habían despegado con Pasión de Gavilanes. No tuvo tanta transcendencia La traición, al menos no tanta como el título mencionado y Danna tiene alguna pista sobre la posible razón. Danna contaba que Mario imprimía magia en Pasión de Gavilanes. “Él creaba unas escenas como de pasión y de entrega… Él las transformaba. Mario fue el que hizo que esa pareja fuera más inolvidable porque le metía romanticismo y pasión y cosas”. En La traición esto se perdió en cierta manera, porque hacía tiempo que no hablaban. “En La traición ya no éramos muy amigos. Nos llevábamos increíble, pero ya no éramos tan cercanos como en Gavilanes pues cada quien tenía su vida, habían pasado muchas cosas" comentó.

La pregunta que queda ahora en suspenso es si lograrán recuperar esta complicidad y cercanía en la nueva entrega de Pasión de Gavilanes. El argumento promete todos los ingredientes necesarios para volver a intrigar al espectador: la muerte de un profesor del instituto, cuyo asesinato parece haber sido cometido por uno de los hijos de la familia, es el punto de partida.
Tras ser señalados como sospechosos, se desencadenarán dramáticos acontecimientos que cambiarán sus vidas.