Los festejos de River campeón: el gesto de Enzo Pérez, el capitán que eligió no levantar la copa de la Liga Profesional

El preparador físico Diego Riberi y el defensor suplente Elías Gómez elevan la copa de la Liga Profesional para el que resto del plantel estalle en el festejo de River campeón: el trofeo les fue cedido por el capitán, Enzo Pérez.
El preparador físico Diego Riberi y el defensor suplente Elías Gómez elevan la copa de la Liga Profesional para el que resto del plantel estalle en el festejo de River campeón: el trofeo les fue cedido por el capitán, Enzo Pérez. - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

En cada partido desde que se supo que duda de seguir en River, la gente le canta que no se va. Que Enzo no se va. Enzo Pérez es el hombre del brazalete. Y que los hinchas griten por alguien de 37 años implica vigencia futbolística y afecto por el pasado fructífero. Pero en el caso del mendocino, algo más: es el capitán en la época más exitosa de River, es hincha del club como el que más y ha mantenido una conducta ejemplar como portador de la cinta simbólica, la que conlleva una responsabilidad grande.

Y ha estado a la altura el mediocampista. Lo mostró una vez más en el festejo del River campeón de la Liga Profesional de Fútbol luego del 2-1 sobre Racing en la fecha final, que fue la victoria número 14 sucesiva en el estadio Monumental, entre el torneo doméstico y el de la Copa Libertadores (marca récord que supera a la del equipo al que en 2014 entrenaron Ramón Díaz hasta junio y Marcelo Gallardo a partir del mes siguiente). En una celebración algo desapasionada, entre el frío (11°) de la casi medianoche de julio y los 13 días que transcurrieron desde el sábado de la conquista (el del 3-1 a Estudiantes de La Plata, el 15), Pérez ofreció un gesto. Solidario. Inusual.

Enzo Pérez en acción frente a Racing; identificación con River, vigencia futbolística y actitudes ejemplares lo hacen un capitán amado por los hinchas.
Enzo Pérez en acción frente a Racing; identificación con River, vigencia futbolística y actitudes ejemplares lo hacen un capitán amado por los hinchas. - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

River esperó casi dos semanas para recibir el trofeo, y por fin Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de AFA, se lo entregó sobre el césped de su cancha, en una tarima que compartió con su colega millonario, Jorge Brito; el vicepresidente primero del club, Matías Patanian, e Ignacio Villarroel, el vice segundo. La misma copa que en octubre había quedado en manos de Boca pasó a las del capitán riverplatense, Enzo Pérez. Que ni bien la recibió giró y, en lugar de ir en puntas de pie, subrepticiamente, a donde el resto del plantel y el cuerpo técnico hasta explotar en el centro del podio y quedar rodeado por sus compañeros, sorprendió al ceder el trofeo a dos personas.

Una, conocida: Elías Gómez, el defensor que recibió toneladas de cariño en este par de semanas una vez que se supo de las muertes de su madre y su hermana a raíz de un accidente ocurrido el domingo 16, el día siguiente a la consecución de la Liga. Y la otra, ignota para el gran público: Diego Riberi, preparador físico del plantel, que pasa por un importante problema de salud. Ellos levantaron la copa delante de todos los demás campeones, antes de que surgieran el humo blanco y los fuegos artificiales celebratorios.

Recién trece días después de alzarse con la Liga, River tuvo su fiesta
Recién trece días después de alzarse con la Liga, River tuvo su fiesta "oficial" de campeón, con medallas, paraguas y redoblantes. - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

A su edad, Pérez deshoja la margarita de su futuro deportivo profesional, entre la posibilidad de seguir ampliando su currículum de victorias en River y la de cerrar su carrera en el club en que ésta empezó: Maipú, de Mendoza, en el que jugó como juvenil sin llegar a debutar en la primera división. Por lo pronto, por rendimiento y a pesar de sus 37 años, parece haber hilo en su carretel como para permanecer en la máxima exigencia del fútbol argentino y sudamericano.

“Jugar como le gusta a la gente”

Luego de la premiación, en la conferencia de prensa Martín Demichelis expresó el gusto que tiene por haber conseguido el lauro en el primer torneo que completó como entrenador de River, y por cómo lo consiguieron sus dirigidos. “Intentamos jugar como le gusta a la gente. Fuimos el mejor equipo de estos siete meses en el fútbol argentino. Les ganamos a Boca, a Racing, a Independiente; empatamos con San Lorenzo. Somos un merecido campeón. Fuimos el equipo que más goles hizo, el que tuvo más posesión. Me habría gustado que fuéramos también el que menos goles en contra tuviera, pero no se dio”, comentó el DT, sin una euforia como la que tenía aquella noche de hace dos sábados, cuando River se apoderó de la Liga Profesional con dos fechas de antelación.

El punto cúlmine de la premiación

“Ahora hay que demostrar por qué estamos en los octavos de final. Después, se verá”, sostuvo Demichelis con miras a la serie contra Internacional, de Brasil, por la Copa Libertadores, que se iniciará el próximo martes en Buenos Aires. Por otra parte, habló de la posibilidad de que emigren futbolistas del plantel por interés de clubes del exterior. “No necesitamos hoy por hoy vender. River está muy bien”, sostuvo, más allá de que quiere reducir de 37 a 26 o 27 jugadores al grupo. “Pero hay cosas en el fútbol que no dependen de mí. Estoy en conversaciones diarias con Jorge Brito, con Enzo Francescoli [director deportivo], con Matías Patanian. Me enorgullece como entrenador que pongan la mirada en nuestros jugadores. Eso implica que hicimos bien las cosas”, finalizó.

A Martín Demichelis lo enorgullece que clubes extranjeros se interesen por sus dirigidos; se mostró feliz junto a sus ayudantes Germán Lux y Javier Pinola en el césped del Monumental.
A Martín Demichelis lo enorgullece que clubes extranjeros se interesen por sus dirigidos; se mostró feliz junto a sus ayudantes Germán Lux y Javier Pinola en el césped del Monumental. - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

En la cancha, su ayudante Javier Pinola había estado al borde del quiebre luego de la vuelta olímpica. “Son muchísimas emociones las que a uno lo recorren por dentro. Me siento muy orgulloso de todas las personas que estuvieron desde el día en que nos hicimos cargo. No nos conformamos y vamos a seguir buscando más cosas”, se descargó el ex defensor. Parte del plantel millonario hasta noviembre último, comparó los festejos en esa condición y en la actual: “Esto fue diferente. Pasé de un lado al otro, y pasé a ayudar a Martín a tomar decisiones con chicos que fueron compañeros míos. Se toma decisiones por el bien del equipo. Afuera uno lo vive con muchos más nervios, porque uno en la cancha se descarga, y afuera, no; depende de los chicos. Estoy orgulloso de todos. Es una alegría enorme. Que disfruten de este momento”, se complació, a sus 40 años.

El logro no le empañó la capacidad de análisis ni lo embriagó para el futuro. “El fútbol argentino es muy difícil, muy igualado. Cualquiera le gana a cualquiera. Hemos perdido contra equipos que estaban muy abajo. Y ahora viene uno de los equipos brasileños [Inter], que siempre son como para respetar. Hay que seguir progresando, porque estos chicos no tienen techo”, concluyó Pinola.

Compacto de River 2 vs. Racing 1

En tanto, uno de los protagonistas en la cancha, Milton Casco, se focalizó en el buen ambiente que existe entre los jugadores. “Ha sido algo hermoso. Se ganó otro título”, festejó el defensor, antes de subrayar el factor extradeportivo. “Tenemos un plantel de una calidad humana impresionante. La pasamos bien, disfrutamos cada día todos juntos, a cada momento”, manifestó uno de los futbolistas más ganadores en la historia del club.