Fernando Ortiz, el DT acusado de "ladrón" solamente porque encontró trabajo tras salir del América

Fernando Ortiz cometió un pecado imperdonable a ojos de la afición americanista: encontrar un trabajo inmediatamente después de salir de Las Águilas. Tras las eliminación ante Chivas, en las semifinales del Clausura 2023, Ortiz fue claro en su conferencia de prensa: "Es un ciclo cerrado". Realmente no fue una renuncia, porque su contrato expiraba apenas finalizara el torneo, pero no quiso esperar ninguna decisión más. Decidió irse con efecto inmediato y, en ese momento, pareció lo más sensato, por el golpe de la eliminación, por las formas.

En cuestión de diez días ya tenía un nuevo empleo: fue presentado como entrenador del Monterrey, un club ávido de resultados en el que no le tendrán paciencia. Pero el debate que se abrió con su llegada fue más bien moral, y no futbolístico. Pasó un santiamén entre una escena y la otra: el dolor de la eliminación y la alegría por una nueva aventura. Eso no le cayó nada bien a los azulcremas y muchos periodistas echaron leña al fuego. Ortiz, además, se llevó a Nuevo León al mismo cuerpo técnico que tenía en América. Entonces todas las sospechas, estimuladas por un enojo reciente, empezaron a soltarse.

Que si ya lo tenía planeado, que entregó el partido contra Chivas porque ya sabía que no iba a seguir. El Tano finalmente ha respondido a todo eso. "No me robé nada, que quede claro. Hasta me trataron de ladrón, yo no robo a nadie. De todo lo que se ha hablado alrededor han sido mentiras, como en el futbol es parte de juego, todo lo que se ha dicho lo acepto. Pero también sé la clase de persona que soy y eso me deja la tranquilidad de poder dormir tranquilo a la hora de tomar una decisión", señaló en entrevista con TUDN.

El argentino también destacó que mientras fue entrenador del América no tuvo contacto con ningún equipo. Eso únicamente lo sabe él. Pero incluso si no fuera así, su proceder no tendría nada de escandaloso en el mundo del futbol. ¿No hacen lo mismo los equipos cuando un entrenador no les gusta, no les convence? Y está bien que lo hagan así. Es lógico. Debe existir siempre un plan b en caso de que las cosas no marchen bien.

De hecho así lo hizo el América en 2014, cuando Antonio Mohamed supo que no iba a seguir con el club al torneo siguiente porque habían contratado a Gustavo Matosas. “Me voy porque mi dignidad está por encima de cualquier cosa y eso es de toda la gente, la dignidad está por encima”. dijo Mohamed previo a la final que América jugó (y ganó) contra Tigres. Y su discurso tras el éxito apuntó a la misma dirección: "Les dejo la Copa y me llevo mi dignidad a mi casa... Expresé que no me habían gustado las formas, se los dije en la cara a todos otra vez, las formas no fueron las correctas, se manejaron mal, pero ellos están en su derecho de tomar decisiones y así lo hacen".

Ortiz cometió un solo error: tener una postura rácana contra Chivas. Pero eso es futbolístico y de eso debería hablarse —incluso Álvaro Fidalgo le quitó responsabilidad a él como entrenador y la asumió por completo debido a su expulsión—."Quería sacarles la presión a los jugadores y al presidente. El máximo responsable de lo que había sucedido esa noche es el entrenador y cuando el entrenador es el responsable, tiene que dar un paso al costado", recordó Ortiz sobre su decisión, en la entrevista con TUDN.

Este episodio no sanará pronto. Y seguramente cuando Fernando Ortiz tenga que enfrentar al América el próximo torneo el pique será especial. Pero las cosas deberían estar lo suficientemente claras: él no actuó con deshonestidad. Hasta han dicho que se autosaboteó porque ya tenía trabajo asegurado. Esas son teorías que suenan absurdas por sí solas, pero vale la pena hacer una pregunta simple: ¿Acaso no hubiera querido llegar a su nuevo equipo con el crédito de haber sido campeón? El futbol es así y hay que entenderlo para no dejarse llevar por los sentimientos.

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