De Fernando Alonso a Charles Leclerc: la historia que se repite en Ferrari

Charles Leclerc suma un nuevo abandono en Bakú y ya son 34 puntos de diferencia respecto a Max Verstappen
Charles Leclerc suma un nuevo abandono en Bakú y ya son 34 puntos de diferencia respecto a Max Verstappen (Photo by Peter J Fox/Getty Images)

Charles Leclerc ha sido protagonista en el Gran Premio de Azerbaiyán, pero desgraciadamente para él no en el buen sentido. Mientras lideraba la carrera en Bakú, tal y como le pasó en Barcelona, el Ferrari le ha dejado tirado y de nuevo han sido problemas con el motor. Si a este abandono se le suma la victoria de Verstappen, se pone cuesta arriba una lucha por el campeonato que por momentos parecía muy clara a su favor. Y este cambió de dinámica ya es algo que se conocen demasiado bien en Maranello.

Cuando los italianos empiezan fuertes, la ilusión de ver a la marca más emblemática de la Fórmula 1 volver a ganar después de tanto tiempo se deposita en el corazón de los aficionados. Pero en las últimas temporadas, esta ilusión choca contra un muro de frustración que parece ser indestructible. Año tras año pasan cosas a medida que avanzan las carreras que nos dejan a todos una sensación de decepción. En las tres últimas a Leclerc le ha dejado tirado el coche dos veces y en Mónaco le hicieron la peor estrategia posible para quedar cuarto cuando iba liderando cómodamente.

Este año Ferrari empezaba siendo el más fiable y el monoplaza más completo. Las seis de ocho poles para Leclerc así lo reflejan. Pero en carrera en cambio solo ha sumado dos y no gana desde Australia. Saliendo de Melbourne le sacaba más de 50 puntos a Verstappen. Cinco grandes premios después, el neerlandés ya le saca al monegasco 34. Te dicen esto tras Baréin y es imposible creérselo.

Y el problema es que parece que Ferrari no aprende de las lecciones del pasado. Le ocurrió lo mismo con pilotos como Fernando Alonso y Sebastian Vettel, dos de los mejores pilotos que han pasado por el Gran Circo. En 2012, después de la exhibición de Valencia de Alonso, ya no se volvió a ganar y se vieron superados claramente por Red Bull y perdieron el título. Ya no hablamos de la cagada monumental en Abu Dabi 2010.

Y con Vettel más de lo mismo. En 2017, pero sobre todo en 2018, el alemán era el claro dominante de la parrilla. En la temporada de 2018 empezaron ganando tres de las cuatro primeras carreras, pero después entre errores de pilotaje como el de Alemania y de gestión desde el muro vieron como les volvían a remontar. Después del parón veraniego eran líderes, pero ni aun así fue suficiente. Y otro ejemplo donde podemos reflejar que Ferrari se complica la vida ellos mismo es la temporada 2019. Tenían el mejor motor con diferencia y con Vettel y el propio Leclerc solo fueron capaces de ganar tres carreras y no pudieron luchar por ninguno de los dos campeonatos.

Tras dos años fuera de la lucha, en Maranello habían dado con la tecla. Es probable que nos hayamos vuelto a ilusionar demasiado pronto y que Ferrari no está tan bien como parecía. Pero es que si te fijas en los números tienen armas de sobras para poder poner en problemas a Red Bull. De hecho, lo habían conseguido a inicio de año. Pero ha sido que los austriacos recuperen la fiabilidad y la película no ha tenido nada que ver.

Con el de este fin de semana ya son tres los dobletes de Red Bull mientras que Ferrari soló logró el de Baréin. La fiabilidad de los italianos iba a ser el punto diferencial pero se le ha puesto en su contra. Con el doble abandono de Leclerc y Sainz ya pierden 80 puntos en la general de constructores. Es una barbaridad. Si siguen con esta racha, lo que parecía un cuento de hadas puede convertirse en el mismo drama de la últimas década y media.

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