Yahoo Noticias El escándalo de telenovela en la selección de EEUU: un jugador, su madre y el entrenador
Apenas unas semanas después de una actuación mundialista considerada por muchos como un paso positivo para un grupo prometedor de jugadores, la selección varonil de fútbol de Estados Unidos ha estado envuelta en un argumento de telenovela que involucra a su seleccionador, un popular exjugador, un jugador actual (que resulta ser el hijo del popular exjugador) y una intrincada red de lazos familiares y de amigos.
El drama —el saldo de un incidente que ocurrió hace décadas afuera de un bar universitario— ha producido una investigación por parte de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (U. S. Soccer); ha amenazado la permanencia del entrenador, Gregg Berhalter, en su puesto justo cuando está negociando un nuevo contrato, y podría dañar la reputación del jugador, Gio Reyna, y la de sus padres, después de que su madre denunció el incidente del bar a los jefes de Berhalter.
El 3 de enero por la tarde, Berhalter publicó en Twitter un extenso comunicado, donde reveló que durante el Mundial “un individuo” (a quién no nombró) había contactado a la federación porque aseguraba tener información que podía obligar al equipo a rescindir su contrato.
En su lugar, Berhalter se ofreció a contar la historia y escribió que había pateado a su actual esposa, Rosalind, en las piernas durante una pelea ocasionada por el consumo de alcohol en 1991, cuando él tenía 18 años y ambos acababan de empezar a salir como estudiantes universitarios.
“Las lecciones aprendidas aquella noche hace más de tres décadas se convirtieron en los cimientos de una relación de amor, devoción y apoyo, la cual honramos y celebramos con nuestro 25 aniversario de bodas este pasado fin de semana”, mencionó en el comunicado.
Minutos más tarde, U. S. Soccer envió un comunicado vago, en el que afirmaba que había contratado a un despacho de abogados, Alston & Bird LLP, para investigar las acusaciones contra Berhalter (las cuales no especificó) tras saber de ellas el 11 de diciembre, poco más de una semana después de que el equipo quedara eliminado del Mundial de Catar.
U. S. Soccer también dijo en su comunicado del martes que la investigación había descubierto por separado que “personas ajenas a nuestra organización tuvieron una posible conducta inapropiada hacia varios miembros de nuestro personal”. La organización se ha negado a proporcionar más detalles sobre este asunto, citando como motivo la investigación en curso.
La trama se hizo más extraña el 4 de enero por la tarde, cuando los padres de Gio Reyna, un extremo de 20 años de la selección estadounidense, admitieron que habían sido ellos quienes se habían puesto en contacto con el director deportivo del equipo, Earnie Stewart, el 11 de diciembre con la información sobre el incidente del pasado de Berhalter.
El padre de Reyna, Claudio, fue capitán de la selección varonil de Estados Unidos y en general es considerado como uno de los mejores jugadores de la historia del combinado. Su madre, Danielle, jugó seis veces con la selección femenil de Estados Unidos a principios de la década de 1990.
El involucramiento de los Reyna, del cual informó primero ESPN el 4 de enero, fue todavía más intrigante por la estrecha relación de las familias, de quienes se sabe que son amigas cercanas. Berhalter y Claudio Reyna jugaron juntos fútbol de niños en Nueva Jersey, en un club en que el padre de Reyna era entrenador y en el equipo del bachillerato de St. Benedict en Newark. Los dos fueron compañeros de equipo en los Mundiales de 2002 y 2006 y Reyna incluso fue padrino en la boda de Berhalter, según su biografía en el sitio web de la Asociación de Jugadores de la Selección Nacional de Estados Unidos.
Rosalind Berhalter y Danielle Reyna fueron compañeras de habitación y de equipo de fútbol en la Universidad de Carolina del Norte.
En un comunicado emitido el miércoles, 4 de enero, Danielle Reyna dijo que en un inicio ella se había puesto en contacto con Stewart sobre el incidente del bar y caracterizó sus acciones como un esfuerzo para proteger a su hijo. Comentó que estaba “indignada y devastada” después de que Gregg Berhalter fue citado ese día cuando habló en una conferencia de liderazgo sobre un jugador problemático en el equipo que casi fue enviado a casa durante la Copa del Mundo por su mala actitud. Berhalter no dio el nombre del jugador, pero en general se supuso, y de manera correcta, que se trataba de Gio Reyna, quien tuvo mucho menos participación en la competencia de lo esperado.
Reyna, uno de los jugadores más prometedores del equipo, emitió un comunicado el 12 de diciembre, poco después de que se informó sobre los comentarios de Berhalter, en el que admitía que había reaccionado mal cuando le comunicaron que tendría poco tiempo de juego en Catar y expresaba su decepción por el hecho de que su entrenador hubiera hecho pública la situación.
En su comunicado del miércoles, Danielle Reyna mencionó que lo que había descrito Berhalter sobre el incidente del bar “minimiza de manera significativa el abuso de la noche en cuestión”, aunque no dio más detalles. Añadió que había contactado a Stewart, un viejo amigo, “en confianza” y que no esperaba que sus comentarios pudieran desencadenar una investigación. Y aseguró que no había pedido que se despidiera a Berhalter.
U. S. Soccer no reveló mucho en una conferencia de prensa celebrada el mismo 4 de enero por la noche más allá del deseo de que la investigación se lleve a cabo a fondo y con rapidez.
Para agregar algo más al montón de acontecimientos del miércoles, la federación anunció que Berhalter no sería el seleccionador durante la concentración anual del equipo en enero. Anthony Hudson ocupará ese puesto, según el equipo.
El contrato de Berhalter terminaba el 31 de diciembre y el equipo sugirió que debido a la época complicada en la que se llevó a cabo la Copa del Mundo, la cual se celebró en otoño en vez del tradicional periodo veraniego, la organización no había tenido el tiempo suficiente para realizar una evaluación ordinaria de la actuación —distinta de la investigación externa— para determinar si Berhalter debía seguir en el cargo. La investigación y la compleja telenovela que surgió el miércoles tan solo han complicado las cosas.
© 2023 The New York Times Company
