Fede Valverde es todo lo que Florentino Pérez quería para el Real Madrid

Federico Valverde se ha destapado como el jugador clave del Real Madrid en este inicio de temporada. Foto: David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)
Federico Valverde se ha destapado como el jugador clave del Real Madrid en este inicio de temporada. Foto: David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)

Fede Valverde terminó la temporada pasada siendo el cuarto centrocampista en los partidos grandes del Real Madrid. Su capacidad de trabajo fue decisiva en los partidos de Champions, dio una exhibición en Stamford Bridge en auxilio de Dani Carvajal y otra en la final, asistencia de gol incluida a Vinicius. Los problemas físicos quizá le impidieron consolidarse antes como titular del Real Madrid, pero actualmente ya es indiscutible y las dudas han dejado de residir si el titular debe ser Valverde en la banda derecha o debe hacerlo Rodrygo. Quizá el hueco a Rodrygo, que también viene acelerando, haya que hacerlo prescindiendo de otro. Lo veremos pronto.

Valverde y Ancelotti confesaron tras el partido que, en una apuesta entre ambos, Carlo motivó a Fede para llegar a los diez goles mínimo por temporada. Tiene una piedra en el pie, dijo Carlo. Esa piedra, concretamente la del pie izquierdo en este caso, su pierna menos buena, ha sido decisivo en las dos últimas victorias del Real Madrid. Ante el Mallorca en Liga y el Leipzig en Champions.

El éxito de Valverde en el Real Madrid a sus 24 años no es flor de un día ni casualidad. Forma parte de un plan que ideó el club desde hace más de un lustro. Una estrategia que consistía en invertir en jugadores jóvenes, algunos más baratos que otros, porque Fede le costó al Madrid tan solo cinco millones de Euros en 2016, cuando llegó procedente de Peñarol. Valverde cumple su sexta temporada en el Real Madrid, porque una la pasó cedido en el Dépor.

La estrategia que ideó el club y lidera Juni Calafat en el área deportiva fue muy cuestionada en su día. Vivimos una época de inmediatez absoluta en el análisis y necesidad angustiosa de victorias convincentes cada tres días. Eso siempre se multiplica si hablamos en clave Real Madrid y, tras la marcha de Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane en 2018, las vicisitudes que sufrió el equipo en la temporada 2018-19, con dos cambios de entrenador y unos resultados deportivos muy lejos de la exigencia del club, sembraron las dudas. Pero una vez pasado el tiempo podemos decir que esas dudas fueron más en la prensa y el entorno que en el propio club. Donde siempre tuvieron claro el plan a seguir.

Fede Valverde pasó una temporada cedido en el Deportivo de La Coruña antes de establecerse en el primer equipo del Real Madrid. Foto: Quality Sport Images/Getty Images.
Fede Valverde pasó una temporada cedido en el Deportivo de La Coruña antes de establecerse en el primer equipo del Real Madrid. Foto: Quality Sport Images/Getty Images.

Valverde no ha sido el único jugador joven que ha llegado al Real Madrid, pero calidad-precio sí es el que supone un acierto con mayúsculas. El Madrid pagó al Flamengo 45 millones de euros por Vinicius Junior en 2018 y cuatro años después ya está entre los jugadores más desequilibrantes del planeta. Parecía muchísimo dinero en su día por un jugador de 18 años, pero cuatro años después, su valor de mercado se ha triplicado. A diferencia de Valverde, Vinicius tuvo que soportar durante mucho tiempo críticas feroces que rozaron la falta de respeto. Con trabajo las invirtió, mejoró la definición y la toma de decisiones y se ha convertido en un jugador extraordinario. La conexión entre Valverde y Vinicius fue decisiva para conquistar la decimocuarta Copa de Europa en la historia del club en la final de París ante el Liverpool.

Rodrygo en 2019 o Camavinga en el verano de 2021 son otros dos ejemplos de jugadores jóvenes que están demostrando día a día que sirven para jugar en el Real Madrid. Y eso no es fácil. A lo largo de la historia hay muchos ejemplos de futbolistas, independientemente de la edad, a los que el peso de la camiseta y el estadio les ha pasado por encima.

El caso de Martin Odegaard es significativo. Llegó con mucho más bombo que cualquiera de los anteriores, destacó en su primera cesión en el fútbol neerlandés y en la segunda en las filas de la Real Sociedad, pero nunca pudo ofrecer prestaciones similares de blanco. En el Arsenal está jugando a un gran nivel pero, aunque es indemostrable, es un perfil de jugador que jamás podría triunfar en el Madrid. La presión del Real Madrid es muy grande y a Odegaard le aplastó. Algo que por ejemplo nunca sucedió con Vinicius ni cuando fallaba, porque a la siguiente jugada la volvía a pedir demostrando que la atmósfera negativa no podría con él.

Un plan que salió mal

No todas las apuestas por jugadores jóvenes le han funcionado al Madrid. Mediada la pasada década hizo una apuesta por españolizar la plantilla con talento joven y pese a que hubo excepciones, como pudo ser la de Isco, que triunfó pese a que sus últimos años no fueron buenos, no se acabó de consolidar. Illarramendi puede ser un buen ejemplo.

El mítico eslogan que de "Zidanes y Pavones" que se acuñó a comienzos del siglo XXI, en una de las primeras convicciones de Florentino Pérez, terminó de tomar forma más de diez años después, pero con un matiz evidente en los Pavones. Da igual la procedencia, no se negocia la juventud, pero sí se tiene en cuenta la inversión, asumiendo que no en todos los casos pueden funcionar, y es clave analizar otras variables como la personalidad y madurez de un jugador y su capacidad de soportar la presión de un Real Madrid a la hora de abordar su fichaje.

No hubo nada más nocivo en su día para los 'Pavones', que llegar al primer equipo cuando no estaban preparados. Encontraron una plantilla descompensada y salvo Pavón, que ya era habitual del primer equipo, el resto, los Rubén, Raúl Bravo, Borja, Álvaro Mejía o Miñambres, lo pagaron teniendo que buscar el éxito profesional fuera del club.

El Madrid vive tiempos de vino y rosas. Hacía mucho tiempo que no existía una sensación de estabilidad tan grande en el club. Los títulos son clave, pero en buena parte llegan por el éxito de una gestión basada en invertir en talento joven, pero teniendo en cuenta el lema de una campaña publicitaria que popularizó en televisión a mediados de la década de los 90 y que respondía a la palabra JASP: Jóvenes aunque sobradamente preparados.

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