Es una divertida ceremonia que empieza a ser costumbre para Facundo Campazzo. Gracias a su destacada tarea en la victoria que Denver Nuggets concretó como visitante de Atlanta Hawks por 133-115, el técnico Michael Malone lo distinguió con el premio “Defensive Player of the Game” (un colgante con la sigla DPOG), como había sucedido frente a los Spurs.

Una vez recibida la distinción, el cordobés ensayó una caricaturesca señal de fuerza mostrando sus músculos, mientras sus compañeros lo aplaudían y lo vivaban. Mucho más suelto, sonriente e histriónico en comparación de la vez anterior, ante la franquicia en donde brillara Manu Ginóbili, Campazzo dio sobradas muestras de que está disfrutando de esta actualidad con Denver. Poco después, el DT Malone pidió chocar los puños entre sus basquetbolistas para que el equipo mantenga este envión con miras a lo que se viene en la NBA.

El base cumplió en la noche del viernes una lucida labor ante Atlanta Hawks. El cotejo se desarrolló en el State Farm Arena de la ciudad de Atlanta, con una progresión favorable al quinteto de Colorado con las siguientes cifras: 29-26, 72-54, 106-87 y 133-115. Campazzo, de 30 años, ingresó desde el banco de los relevos y estuvo en cancha durante casi 20 minutos.

¿Qué dice la planilla? El exjugador de Peñarol de Mar del Plata y Real Madrid contribuyó con 7 puntos (2-3 en dobles, 1-2 en triples), 8 asistencias, 3 rebotes y 3 recuperos. Entre los dirigidos por el DT Malone se lució el interno serbio Nikola Jokic, con una planilla de 20 unidades (7-10 en dobles, 1-2 en triples, 3-3 en libres), 10 rebotes, 7 pases gol y 3 robos. También hubo una producción elogiable del base Monte Morris, con 21 puntos y 3 rebotes.En el quinteto del estado de Georgia, el armador Trae Young contribuyó con un balance de 34 puntos, 10 asistencias y 3 rebotes.

La cadena con las iniciales DPOG se otorga cada vez que el equipo consigue una victoria, apenas finalizado el encuentro y ante la presencia de todo el plantel. En aquella otra oportunidad ante Spurs (8 asistencias y 8 puntos, para el triunfo por 127 a 112), el jugador de la selección recibió con timidez -apenas se escucha un gracias por la bajo- y estrechó la mano al coach, sabiendo que se trataba de un reconocimiento a su buen momento y por el compromiso y la pasión para encarar cada partido, después de un arranque de temporada no muy bueno.