Facundo Campazzo en LA NACION: “Por momentos sentía que todo lo que me pasó era injusto”

Facundo Campazzo, en Estrella Roja, después de meses de mucha incertidumbre
Facundo Campazzo, en Estrella Roja, después de meses de mucha incertidumbre

En los últimos días en Dallas estaba bien, no estaba jugando, pero estaba bien. Hacía mi trabajo, me entrenaba, hacía las tareas extras, me quedaba tirando y esperando mi oportunidad. Pero todo resultó como no pretendía, porque me enteré que me cortaban por Twitter. Cuando Woj (N. de la R: el periodista Adrian Wojnarowski) publica sobre un corte es porque algo va a pasar. Nadie me había dicho nada, les escribí a mis agentes y me dijeron la versión estaba muy fuerte. Yo sabía que mi contrato no era garantizado, entonces, sabía que podía pasar. Pero la verdad escque fue un poco movido todo. Me quedé dos semanas en Dallas, me entrené en la franquicia, me prestaron las instalaciones y sólo me pidieron que no trabaje cuando estaba el equipo. Después tomé la determinación de irme a Madrid, porque era la mejor forma para poder negociar con un equipo de Europa.

Una vez que llegamos empezamos a analizar todas las ofertas que teníamos. Y con algunos equipos, como Real Madrid, no pudimos llegar a un acuerdo. La temporada estaba por la mitad y eso hizo que se hiciera más difícil volver a cerrar un acuerdo con ellos. Lo concreto es que tanto el Madrid, como yo, hicimos todos los esfuerzos posibles, pero no pudimos cerrar el tema. No se pudo, no se pudo, fue una pena. Estoy muy agradecido que siempre demuestren interés por mí. Nunca estuvimos en malos términos. Y me decidí por Estrella Roja porque estaba Luca (Vildoza) y porque me gustó el desafío de competir en una liga como la de Serbia, de jugar Euroliga con ellos…

Facundo Campazzo, jugador de Estrella Roja
Facundo Campazzo, jugador de Estrella Roja

Sé que se habló mucho todo este tiempo de cómo resultaron las cosas para mí. Y creo que siempre busqué tomar las mejores determinaciones. Porque más allá de que lo de la NBA no resultó como pretendía, estoy en un muy buen equipo de Europa y en actividad. Si bien no estoy jugando Euroliga, lo importante para mí era tener minutos, tener confianza, poder sentirme valioso. Podía seguir esperando, pero tampoco soy terco, porque sabía que después del corte todo se iba a complicar más en la NBA. Y la verdad es que me siento en mi mejor momento, tanto física como mentalmente. Así las cosas, ya no estaba dispuesto a esperar tanto, porque esperé un montón. Sabía que podía haber un corte, sabía qué tipo de acuerdo tenía con Dallas, entonces no me tomó por sorpresa, me tomé las cosas con calma. Y como me siento muy bien, entendí que debía volver a Europa para jugar, para sentirme un jugador importante.

Por momentos sentía que todo lo que me pasó era injusto. Porque todas las determinaciones que tomé fueron pensando en lo mejor para mi carrera, lo hice sin apresurarme, me tomé mi tiempo para madurar cada paso, lo charlé con mi familia… Y cuando apareció la seguidilla de cosas que nunca me habían pasado, como el corte de la NBA, que no conseguía equipo en la NBA antes de lo de Dallas, irme a Madrid y después a Belgrado… Bueno, no sé. Llegó un momento en que decía: “Basta. Ya está. Quiero estar en un equipo y tener minutos. Lo que más extraño es jugar al básquet”. Viví momentos de ansiedad, de calma, pero en todo momento sabía que había cosas que no podía manejar de esa racha. Que me fiche o no un equipo de la NBA no era mi determinación, que juegue o no en la Euroliga tampoco estaba a mi alcance; entonces, puse mi energía en las cosas que sí puedo controlar. Y eso te permite conocerte más.

Lo que sucedió con la sanción de Euroliga fue un problema que me excedió. Porque una vez que fiché con Estrella Roja saltó la sanción contra el club que no me permite jugar. Y la verdad que yo entiendo a todas las partes, a los clubes que levantaron la voz por entender que podía haber alguna ventaja para Estrella Roja, a la Euroliga que sanciona para evitar esos problemas, pero acá el que quedó en el medio del fuego cruzado fui yo. Entiendo que ante este tipo de escenarios sería bueno buscar alguna otra forma para aplicar sanciones, que recaigan sobre el club, pero no sobre los jugadores. Porque se perjudica al jugador, porque somos nosotros los que hacemos a la competencia y sería bueno considerarlo.

Pero no me detuve en eso, me enfoqué en jugar. Y en ese contexto me encontré con una liga competitiva, claro que no es la Euroliga ni la ACB, pero sí una competencia con buen nivel, con muchos jóvenes con talento, que saben jugar, con canchas de visitante que son muy ásperas. Es una liga que a nivel pasión es muy similar a la Argentina, con formas de trabajar similares, para lo bueno y lo malo. Me gustó el desafío, me costó un poco, pero fui entendiendo todo y lo que me interesa es que se compite. E insisto en que los partidos como visitantes son muy picantes y eso me gusta. Son todas cosas diferentes, por ejemplo, acá se puede fumar adentro de las canchas. Entonces, cuando empieza el segundo tiempo de los partidos hay una nube de humo de cigarrillo que no la podés creer. Eso me sorprendió, en toda la Liga Adriática, en lugar de ir a fumar afuera, lo hacen adentro de la cancha. Y también que la rivalidad que hay entre Estrella Roja y Partizan, me hace acordar mucho a la que hay en los cruces entre Peñarol y Quilmes.

Y a nivel social, soy de adaptarme muy fácil. No tengo problemas. Con la familia nos adaptamos muy bien. Mis compañeros desde el primer momento me hicieron sentir parte. Por eso digo que tiene muchas cosas de la Argentina, porque se comparte mucho, no es como la NBA que cada uno está en la suya, en su mundo, con los auriculares. Acá se habla más, en el vestuario se pone música, todo es más cercano y más cálido. Y eso hace fácil todo. Me puse a ver cómo juegan, cómo se comunican, le pregunté a Luca cómo le gusta a Dusko (Ivanovic) jugar… Lo que más me gusta es aprender las jugadas nuevas, las maneras de defender, de trabajar. Y siempre es bueno tener un entrenador como Dusko, me viene bien, porque te mantiene alerta, cada partido lo jugás como una final, hay presión en todos los partidos. Y Dusko sabe bien lo que significa estar en un equipo como Estrella Roja.

Facundo Campazzo fue el mejor jugador de la Liga ABA en enero
Facundo Campazzo fue el mejor jugador de la Liga ABA en enero - Créditos: @Twitter Estrella Roja

Siento que la etapa más difícil ya pasó, que era enero, porque cuando se hizo oficial que no se movía la sanción empecé a contar los partidos que me perdía y eran como siete en enero, tres en febrero y ya el 2 de marzo podía jugar. Y ahí estuvo complicado. Pensaba, se me va a poner difícil enero, pero febrero ya está, porque tengo la Copa Serbia, que es recontra picante y puedo ir a las ventanas para jugar con la selección. Y en ese sentido, me propuse prepararme lo mejor posible, a poner mi energía en diferentes tareas, por ejemplo, hacer un curso de fotografía. Quería tener mi tiempo completo y no tener momentos libres. Ahora ya está todo más activo, porque comienza la Copa. Dusko me dijo que me concentre en ponerme bien para la Copa, para jugar con la selección, porque ellos saben que es muy importante para mí y ya el 2 de marzo puedo jugar Euroliga. La selección, en medio de todo esto, es la frutilla, porque puedo estar con el equipo, porque generalmente no tengo la oportunidad.

Y ahora tenemos dos partidos durísimos. Canadá, de mínima, es un equipo ACB. Siempre compite. Es una prueba muy grande. Y República Dominicana lleva mucho tiempo jugando juntos, en las ventanas, en los torneos… De hecho, en la Copa América fue uno de los equipos más complejos de superar. Además, si perdemos el primero tenemos que jugar una final con Dominicana. Hay mucho en juego en estos dos partidos. Creo que vamos a armar un lindo equipo para tratar de conseguir las dos victorias.

De todas maneras, prefiero no adelantarme y poner mi cabeza primero en la Copa Serbia. Quiero tomarme todas las cosas con calma. No proyectar tan lejos me va a ayudar. Por ejemplo, no pienso más allá de jugar la Euroliga con Estrella Roja, no mucho más que eso. Poder terminar bien la temporada y después volver a analizar cada paso por dar. Todo con calma.