Facundo Campazzo en Dallas Mavericks: de contratación in extremis y “fondo del banco” a cierto protagonismo, con apoyo de Luka Doncic y Dirk Nowitzki

Pese a que ambos son bases, Facundo Campazzo compartió algunos minutos en la cancha con Luka Doncic, amigo de él y estrella de Dallas Mavericks que respalda al cordobés en su nueva franquicia de NBA.
Pese a que ambos son bases, Facundo Campazzo compartió algunos minutos en la cancha con Luka Doncic, amigo de él y estrella de Dallas Mavericks que respalda al cordobés en su nueva franquicia de NBA.

“End-of-the-bench ball handling option”. Así, como “alternativa de portador de pelota de fondo de banco de suplentes”, calificó Dallas Morning News a Facundo Campazzo cuando informó que estaba listo para debutar en Dallas Mavericks, tras un trámite de visa laboral que había durado una semana y le había hecho perderse dos partidos.

Por su parte, la franquicia texana esperó hasta último momento para incorporarlo, pese a lo extenso que es el período de negociaciones y contrataciones en la NBA (desde el primer día de julio; el campeonato empieza a mediados de octubre). Es decir, Campazzo no fue su opción más atractiva ni prioritaria para fortalecer a un plantel poco intimidante, de una organización que siempre aspira a lo más alto.

Pero a pesar de una cosa (la demora en el interés de Dallas) y de la otra (la consideración del importante diario de la ciudad), y hasta de que él ni siquiera figura en la dotación en Mavs.com, el base argentino no parece ser un fondo de olla, lo último como para echar mano en un grupo de jugadores no impactantes cuando se los mira a todos juntos. En el tercer compromiso de Mavericks en el torneo, una derrota por 113-111 como visitante de New Orleans Pelicans, Campazzo abrió su tercera temporada en la elite del básquetbol y lejos estuvo de ser una última opción, un jugador de “minutos basura”. Tampoco una figura, una carta ofensiva de alto relieve, claro. Pero que Jason Kidd lo haya tenido en cuenta para casi 13 minutos (12m57s) de tramos en los que Dallas perdía ampliamente (35-25) en la mitad inicial y por poco (87-84) en la segunda habla de que el DT lo tiene conceptuado más como integrante de una segunda unidad que de una tercera.

Jugadas de Campazzo en su estreno en Dallas Mavericks

Con el cordobés en el parquet no cambió sustancialmente la situación de Mavericks, por cierto. En su primer ingreso el equipo quedó -2 (caía por 10 y pasó a hacerlo por 12 cuando salió el base, 52-40), y en el segundo registró +2 (caía por tres y luego por uno, 98-97). ¿Qué hizo el ahora número 2? Tres puntos (un triple en tres intentos, un doble errado), 2 asistencias, 2 robos. Ninguna pérdida. Un desempeño tan correcto como secundario.

Pero no terciario, como quedó dicho. En caso de ser un jugador que meramente completara el plantel casi sin devorar presupuesto, ni siquiera habría participado en un encuentro que nunca estuvo cómodo para Dallas, ante 14.020 hinchas en Nueva Orleáns. Sí tuvo un papel muy pequeño en la primera entrada, entre fines del primer período y principios del segundo, pero no en la restante, entre el anochecer del tercero y el amanecer del cuarto.

En la intervención inicial recordó al de aquellas primeras presencias en Denver Nuggets, cuando Mike Malone lo ubicaba en una esquina como tirador (un papel que lejos está de ser el más productivo en el argentino). Tenía cierta lógica que no se encargara de manejar el balón, porque estaba compartiendo la cancha con dos bases, Luka Doncic y Spencer Dinwiddie. Parecía más una puesta del “nuevo” en el parquet para que tomara confianza con su amigo Doncic a la par que una asignación de responsabilidades. Discretísima, y sin buenas defensas contra el escurridizo José Alvarado, esa participación de 6m59s incluyó sólo un pase-gol.

Diferente fue el segundo acto. Ya sí pudo ser Facundo Campazzo, con la pelota en las manos y el poder de tomar decisiones de conducción. Sin Doncic al lado y con Dinwiddie como escolta, hizo casi todo lo que la estadística registró: las asistencias, los tiros, las recuperaciones de balón. A lo Denver una vez que Malone asimiló que eso es lo que se compra cuando se firma un contrato con el ex armador de Real Madrid, el conjunto en el que el ex 7 apiló gloria junto a Doncic.

Al esloveno (37 tantos, 11 rebotes, 7 pases-gol vs. Pelicans) se lo ama en Dallas, y es evidente que influyó para que la franquicia se decidiera por su amigo. “Indudablemente, que se conozcan ayuda. Tener a alguien con quien se mantiene una relación de ese tipo es muy positivo para la transición y la adaptación”, sotuvo Kidd cuando se anunció la contratación. “Quiero que sea Campazzo. Que cuando esté en el campo haga jugar al equipo, y creo que tiene la capacidad para hacerlo”, afirmó la ex estrella de la liga, tal vez el mejor base de su tiempo.

En tanto, para la franquicia Campazzo es un “jugador hábil con la pelota, que puede crear chances para sus compañeros” y que “tiene una excelente reputación en el vestuario”. Cayó bien que a los dos días de compartir las prácticas se sintiera cómodo, como que encontrara “divertido” al alero titular Dorian Finney-Smith, sin siquiera haber compartido la cancha con él.

Y parece caerle bien a un prócer de Dallas Mavericks, Dirk Nowitzki. Al alemán de 44 años, que pasó sus 21 temporadas en la organización que es propiedad del extrovertido Mark Cuban y lideró la conquista de su único anillo, se lo vio conversar animado con Facundo en una práctica, chocar manos informalmente, intercambiar sonrisas y alguna risa. Incluso propiciar él el diálogo. No pareció una charla entre un consejero de la directiva y un “empleado”, sino una entre dos figuras del básquetbol FIBA, dos viejos conocidos. En lo personal, el capitán de la selección argentina tiene banca en la franquicia.

Ese seleccionado, flamante campeón de América, tiene apenas dos piezas en la NBA. Una, Leandro Bolmaro, ha protagonizado 55 segundos entre los cuatro partidos de Utah Jazz. El otro, Campazzo, tras frustradas negociaciones con Los Angeles Lakers (tras 20 llamados con su representante, se decidió por Dennis Schröder) y Golden State Warriors (el no retiro de Andre Iguodala cerró esa puerta), empieza a hacer su camino en Texas y a tratar de ganarse un lugar en la cancha. Se verá que pasará cuando otro base, Frank Ntilikina, se reponga de una lesión. Pero el francés no debería ser en la consideración más que Campazzo, dueño de un currículum pesado al que, aun así, le cuesta ganarse un espacio de alto protagonismo en el mundo NBA.