Fórmula 1: Max Verstappen descubre nuevos retos, mientras el resto sufrió con las sanciones

Confianza, excelencia, superioridad… En una maniobra, en una orden de equipo sugerida en el epílogo del Gran Premio de Austria, Red Bull Racing exhibió al resto todas las virtudes que imponen a la escudería de Milton Keynes como el faro que alumbra el presente de la Fórmula 1. Una decisión que resulta un acto de seguridad absoluta en los integrantes de la estructura y la garantía de que Max Verstappen logrará, en un puñado de minutos, redondear el objetivo y cumplir con una victoria aplastante, ratificando que la presión es el combustible que alimenta la voracidad para arrasar en las pistas del Gran Circo.

El neerlandés, que tenía el éxito asegurado, fue invitado por los estrategos a dilapidar la diferencia de 26 segundos sobre Charles Leclerc (Ferrari) para cambiar neumáticos, atacar por la conquista de la vuelta rápida y sumar el punto extra. El reto resultó una obra de precisión de los mecánicos en el pit-stop y de manejo soberbio de MadMax para marcar un tiempo demoledor y apoderarse de todos los puntos que estuvieron en juego el fin de semana. También un modo de aumentar la brecha con los rivales, enredados con las sanciones que aplicó la Federación Internacional del Automóvil (FIA), por superar repetitivamente los límites de la pista.

La Carrera Sprint del sábado se enseñó como una muestra gratis frente a los fanáticos neerlandeses que tiñeron de naranja las tribunas del Red Bull Ring. Verstappen, después de enfrascarse en una pulseada frenética con su compañero de garaje Sergio Checo Pérez, desbordó al mexicano y ganó con una diferencia de 21 segundos en 24 vueltas. Repitió la magnífica tarea un día después y hasta yendo en contra del guion que siguió el resto, que con la avería del auto de Nico Hulkenbeger (Haas) y el Virtual Safety Car enfiló rumbo a los boxes para realizar cambios de neumáticos.

El bicampeón del mundo se mantuvo en la pista y la jugada asomó de riesgo, en particular porque debió estirar el primer stint para retrasar el ingreso por gomas frescas: cuando fue por los nuevos compuestos, al retornar marchaba tercero, por detrás de las Ferrari de Leclerc y Carlos Sainz Jr. “Hicimos nuestra propia carrera y no optamos por parar con el Auto de Seguridad Virtual. Las tandas nuestras fueron perfectas. Un par de giros antes del incidente estábamos aumentando la diferencia y sabíamos que si nos deteníamos como habíamos planificado recuperaríamos el tiempo. Seguimos nuestra estrategia sin corrernos de ella, era la mejor opción”, comentó Verstappen, que en el giro de regreso del pit, en la vuelta 26, superó a Sainz Jr. y nueve más tarde doblegó al monegasco para retomar el liderazgo.

Las nueve vueltas que no tuvieron al neerlandés al frente generó adrenalina, aunque el suspenso tuvo corto aliento. Verstappen tenía marcas personales para quebrar y, además, el deseo de cumplir con una promesa. La quinta victoria consecutiva, la séptima del curso, y la que lo impone con 42 triunfos como el quinto máximo ganador de la Fórmula 1, con apenas 25 años. El registro de 51 éxitos del francés y cuádruple campeón del mundo Alain Prost, el siguiente objetivo. Pero también significó la décima consecutiva de Red Bull Racing, que por primera vez logró encadenar esa cifra desde su ingreso al Gran Circo, en 2005.

Pero Verstappen, que ganó por quinta vez en el circuito de Spielberg -firmó un póquer para el Gran Premio de Austria y la restante corresponde al Gran Premio de Estiria- tenía una cita de honor. “Hace varios grandes premios que Dietrich Mateschitz ya no está con nosotros, es algo que desgraciadamente tenemos que afrontar. Pero también corremos para rendir homenaje a su nombre, para que se sienta orgulloso y mantener vivo su legado. Siempre es especial ganar acá, en el gran premio de casa queremos ganar”, comentó el vencedor, que fue tan avasallante y sutil para el manejo del RB19 que no necesitó lidiar con los límites de la pista. Las sanciones que aplicó el fin de semana la FIA, desde la prueba de clasificación, tuvieron continuidad y en la carrera los comisarios pasaron de las advertencias a las múltiples penalizaciones durante el gran premio y también una vez que se cumplió con el total de vueltas, cuando Aston Martin ensayó un reclamo que modificó el clasificador final.

El mexicano Checo Pérez vivió un desastre en la qualy debido a sobrepasar los límites, aunque en las carreras demostró una recuperación: segundo en el Sprint y tercero -tras largar 15- en el gran premio. Los castigos hicieron caer a Sainz Jr., del 4to al 6to puesto; Lewis Hamilton, del 7mo al 8vo, y Pierre Gasly, del 9no al 10mo.

Esto provocó que Lando Norris (McLaren) ascendiera al 4to lugar; Fernando Alonso (Aston Martin), al 5to; George Russell (Mercedes) intercambiara posiciones con Hamilton y avanzara al 7mo y Lance Stroll escalara al 9no. También fueron penalizados Nyck de Vries (Alpha Tauri), Esteban Ocon (Alpine), Alexander Albon (Williams), Logan Sargeant (Williams) y Yuki Tsunoda (Alpha Tauri).

La F.1 seguirá ahora su calendario el fin de semana en Gran Bretaña, donde varias escuderías llevarán nuevas soluciones para intentar acercarse a Red Bull Racing. Cazar a Verstappen parece una tarea imposible: el neerlandés maneja un auto arrollador y un tiene la asistencia de un equipo de fábula.