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Fórmula 1: Una decisión acertada con un reparto que resultó una vergüenza

El Auto de Seguridad, conducido por el alemán Bernd Maylander marca el camino; detrás, Max Verstappen (Red Bull Racing) el ganador que tuvo el vergonzante Gran Premio de Bélgica en el circuito de Spa-Francorchamps
Dan Istitene - Formula 1

Un viaje entre la incertidumbre y la vergüenza. El Gran Premio de Bélgica quedó en la historia: con tres giros detrás del Auto de Seguridad y dos banderas rojas es la carrera más corta en cantidad de vueltas en los 71 años de la F.1, superando a Australia 1991, que registró 14. Una decisión acertada en materia de seguridad de la dirección de carrera, a cargo de Michael Masi, pero también una maniobra deshonesta: solo se buscó ajustarse al reglamento para declararse oficial y repartir puntos. Un aplazamiento de más 3 horas sin razón, porque las condiciones del clima no ofrecían una ventana de mejoría, y un podio que en lugar de una premiación expuso al ganador Max Verstappen (Red Bull Racing), George Russell (Williams) y Lewis Hamilton (Mercedes) a componer una parodia, rechazos que dejó el Gran Circo en Spa-Francorchamps.

La lluvia condicionó del fin de semana. Bajo esa condición climática se clasificó el sábado y lo que se aventuraba como una nueva batalla entre Hamilton y Verstappen y observar el comportamiento de Russell -devolvió a Williams a la primera fila luego de cuatro años-, finalizó en frustración y desencanto. Cumplir con los principios de seguridad, frente a la escasa visibilidad por el spray que levantaban los autos, una meta para aplaudir: si hasta el Auto Médico que maneja Alan Van der Merwe casi dibuja un trompo en una de sus salidas para verificar el estado de la pista. Pero la desprolijidad y la letanía para comunicar y ejecutar un plan que los hechos reflejaron como un acto premeditado deberían invitar a la reflexión a quienes manejan la F.1.

No podías ver nada, no podías acelerar, no sabíamos dónde estaba el resto de los autos… Lo siento mucho por el público: ellos fueron increíbles, esperaron mucho tiempo para poder ver una posible carrera, pero la pista no estaba en condiciones. Espero que le devuelvan el dinero, porque el dinero habla: si todos lo reciben, ellos también”, analizó y reclamó Hamilton, en charla con Sky Sports; el séptuple campeón del mundo se mantiene al frente del Mundial de Pilotos, con tres puntos de diferencia (202,5 a 199,5) sobre Verstappen. “Las condiciones eran muy complicadas: si hubiéramos empezado a la hora establecida hubiéramos tenido una mejor oportunidad. Es una victoria, pero no es como uno quiere ganar”, resaltó el neerlandés, que en un principio alentó a correr -al marchar puntero su visibilidad era mejor que la del resto, aunque el riesgo de despiste estaría latente- y también valoró la entereza de los espectadores, que soportaron la lluvia y la baja temperatura.

El saludo de Max Verstappen, que con la cosecha de 12,5 puntos recortó a tres unidades la diferencia con el puntero Lewis Hamilton en el Mundial de Pilotos; la semana próxima, el neerlandés será local en el circuito de Zandvoort, que vuelve al calendario después de 36 años
Peter Fox


El saludo de Max Verstappen, que con la cosecha de 12,5 puntos recortó a tres unidades la diferencia con el puntero Lewis Hamilton en el Mundial de Pilotos; la semana próxima, el neerlandés será local en el circuito de Zandvoort, que vuelve al calendario después de 36 años (Peter Fox/)

El único rostro feliz fue el de Russell. Marcó su primer podio -segundo- y la mejor actuación en su carrera N°50, pero no estuvo satisfecho: tenía la oportunidad de acrecentar las posibilidades para tomar la segunda butaca de Mercedes en 2022. “No hubiéramos tenido esta recompensa sin la vuelta de la clasificación. Lo siento mucho por el público, porque es una pena no empezar la carrera, pero es un resultado increíble. Todo el equipo se lo merece, trabajaron muy duro en los últimos años y aquí estamos, en el podio. No lo esperaba, sin dudas”, dijo el británico, que saludó de modo efusivo a cada integrante de la escudería.

El dramático accidente en la W Series, el fortísimo golpe de Lando Norris (McLaren) en la qualy, el despiste de Sergio Checo Pérez (Red Bull Racing) en la vuelta camino a la grilla -derivó en un intercambio entre Jonathan Wheatley -director deportivo de RBR- y Masi para que el mexicano fuera habilitado para largar-, escenas del peligro de acelerar en condiciones de pistas desfavorables. Por el retardo los garajes fueron un sitio de postales impensadas: Sebastian Vettel (Aston Martin) y Mick Schumacher (Haas) improvisaron un partido de fútbol; Norris dormitó en una silla y Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo), sobre baúles de herramientas; Charles Leclerc y Carlos Sainz, ambos de Ferrari, jugaron ajedrez en sus smartphone y luego saludaron a los fans; Daniel Ricciardo (McLaren) mostró su feeling con la gente y también quemó energías con ejercicios; Verstappen dialogó con su ex compañero Alex Albon y con Helmut Marko -asesor de RBR-; Yuki Tsunoda (Alpha Tauri) bebió café y una sopa para combatir el frío, los mecánicos de Alpine ensayaron una coreografía del tema musical Macarena…

Los autos volvieron a la pista tras 3 horas y 17 minutos. La ilusión duró un suspiro. Viajaron en fila detrás del Safety Car y una vez que se cumplió el tercer giro se exhibió la bandera roja para un anuncio previsible: final de un GP patético, que dejó a Indianápolis 2005, con apenas seis autos en carrera, como un buen espectáculo. “Es una decisión correcta no correr. ¿Para qué arriesgar? ¿Para tener una desgracia cuando la podemos evitar? Eso sí, repartir puntos por una carrera que no existió me parece mal, este GP debería tacharse. Este medio punto no me entusiasma, porque o corrí y no me lo merezco, como todos”, el razonamiento de Sainz en charla con DAZN F1. Un análisis con toda la lógica que le faltó a la F.1.

Los paneles informan de la primera suspensión que tuvo el Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps; la lluvia impidió correr y la Fórmula 1 hizo un ensayó, con el Auto de Seguridad marcando el camino, para cumplir con los requisitos reglamentarios y oficializar el resultado
Dan Istitene - Formula 1


Los paneles informan de la primera suspensión que tuvo el Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps; la lluvia impidió correr y la Fórmula 1 hizo un ensayó, con el Auto de Seguridad marcando el camino, para cumplir con los requisitos reglamentarios y oficializar el resultado (Dan Istitene - Formula 1/)