Todavía no he explotado, pero sé a dónde puedo llegar. El menor de los hermanos Mesa quiere hacerse notar ya

Quien vio a Victor Mesa Jr. el día en que fue presentado por primera vez en el loanDepot park recordará a un adolescente. Ahora es ya un joven hecho y derecho que habla de manera franca y directa, que en nada recuerda a aquel muchacho que hablaba con un dejo casi infantil.

El cambio más visible en Mesa Jr. se halla en su físico que mostró durante una sesión de entrenamiento con el coach de bateo Ricardo Sosa en Hialeah. Su constante promesa de fortalecerse y tonificarse finalmente se hace realidad y resalta en una anatomía cincelada a base de gimnasio y repetición. Nadie le ha dicho nada, pero él entiende la necesidad de la transformación.

Después de tres temporadas en las Menores y dos premios como el mejor de su nivel dentro de los Marlins, Mesa Jr. no está contento consigo mismo y considera que llegó el momento de explotar y hacerle ver a la organización que merece un llamado al equipo grande. Si eso no sucede, él mismo sería el primer decepcionado.

Victor Mesa Jr. en un entrenamiento con el coach de bateo Ricardo Sosa en Hialeah.
Victor Mesa Jr. en un entrenamiento con el coach de bateo Ricardo Sosa en Hialeah.

¿Cómo llegas a esta nueva temporada?

“Me siento bien físicamente, listo para empezar la temporada. Ya me tengo que reportar. He estado trabajando el bateo con Sosa y con un preparador físico. He trabajado mucho la velocidad a ver si robo unas cuantas bases. Creo que eso es fundamental si quiero jugar como jardinero central en Grandes Ligas. El pelotero tiene que trabajar de todo un poco’’.

Lo que más me impresiona de ti es el cambio físico.

“Físicamente, estoy en el mejor momento de mi carrera. Cuando terminé la Liga de Otoño me dije para dentro de mí que tenía que hacer un cambio. El cubano no está adaptado a eso, pero tuve que comenzar a hacer dieta. Estoy pesando ahora mismo 190, 192 libras. Antes estaba en 200. Pueda que tenga menos fuerza al bate, pero no es lo que uno quiere para ser center field. He estado haciendo hasta yoga para relajarme y liberar mi cuerpo de la pelota. He corrido más que nunca buscando velocidad, resistencia. Antes daba un doble o un triple y me sentía un poco ahogado, pero uno va conociendo su cuerpo’’.

¿Cuándo te imaginas en el jardín central de Miami?

“Prefiero no adelantar. Si es por mí quisiera hacerlo la próxima temporada. Obviamente, los recursos, los momentos son diferentes. El tiempo de Dios es perfecto. La temporada pasada mía fue la más baja de las tres, pero uno siempre va dejando destellos por ahí. No estoy contento conmigo mismo. Todavía no he explotado y quiero dar el paso que sé puedo dar. Sé a donde puedo llegar. Espero que sea pronto, pero no estoy pensando en cuándo pueda ser. Donde me pongan en el 2023 daré el máximo de mí’’.

Nueva firma de los Marlins llega con bachata ensordecedora, ahora toca mantener el sonido

¿Para ti qué sería explotar?

“No hablo de batear .400 sino de ser más consistente. Tengo semanas buenas, semanas malas, como todos. Ser consistente es lo que te lleva a Grandes Ligas. Ser consistente es lo único que quiero y estar saludable para dar el ciento por ciento de mí. Después está el factor suerte. No quiero decir que quiero dar tanto jonrones, porque tampoco se trata de eso’’.

¿Cómo ves al equipo Cuba para el Clásico Mundial?

“Deseo que Cuba gane, al final del día soy cubano. Es lo mejor que podría pasar, pero también está la situación. Ya hay par de peloteros [de Grandes Ligas] que van a actuar. También tiene que haber una equidad, si no cómo los peloteros de allá se van a sentir. Voy a estar apoyando. Me voy a estar levantando a la hora de Japón. No veo mucha pelota, pero el Clásico no se puede perder’’.