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Exempleado de Fox sentenciado por soborno en relación con acuerdos de transmisión de fútbol

NUEVA YORK — Tras siete semanas de testimonio apenas comprensible sobre contratos de televisión, códigos de ética y la interpretación de frases en español contenidas en correos electrónicos enviados hace más de 12 años, un jurado federal en Brooklyn condenó el 9 de marzo a un exempleado de Fox y una empresa de publicidad deportiva argentina por el pago de sobornos a cambio de lucrativos contratos para la transmisión de juegos de fútbol.

Los fiscales indicaron que Hernán López, quien trabajó hasta 2016 para una unidad de la empresa que en ese entonces se conocía como 21st Century Fox, formó parte de un complejo esquema que permitió la entrega de millones de dólares en pagos secretos a los presidentes de federaciones nacionales de fútbol para garantizar los derechos correspondientes a la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, torneos de fútbol sudamericanos vistos por una amplia audiencia. La acusación en contra de Full Play Group, la compañía de publicidad, se refirió a actos de corrupción similares, pero más extensos. Los fiscales explicaron que pagaba sobornos para obtener derechos de transmisión para los partidos de calificación a la Copa del Mundo, partidos de exhibición, la Copa América y la Copa Libertadores.

El gobierno también indicó que López se había aprovechado de una “lealtad garantizada mediante el pago de sobornos” para asegurarse de obtener información privilegiada que ayudó a Fox a ganarle a ESPN los derechos de transmisión en Estados Unidos de la Copa del Mundo varonil en 2018 y 2022. Fox ha negado insistentemente esta teoría y nunca se le acusó de haber cometido acciones indebidas.

López, de nacionalidad estadounidense y argentina, fue condenado por un cargo de conspiración para el lavado de dinero y un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico, y podría ser sentenciado hasta a 40 años de prisión. A Full Play se le condenó por seis cargos de fraude y lavado de dinero y, puesto que es una persona moral, podrían imponérsele sanciones financieras.

Otro acusado, Carlos Martínez, que era subalterno de López en Fox, fue absuelto de cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y conspiración para el lavado de dinero.

Las condenas representan, en palabras de Breon S. Peace, fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York, “una rotunda victoria” en la amplia investigación del Departamento de Justicia sobre la corrupción en el fútbol internacional.

Después del arranque de una investigación secreta en 2010, el caso saltó a la luz pública en mayo de 2015, cuando se realizaron arrestos sensacionales antes del amanecer en Zúrich, la ciudad sede de FIFA, el organismo mundial que dirige el fútbol. Desde entonces, más de 24 personas físicas y morales han presentado declaraciones voluntarias de culpabilidad por una amplia variedad de cargos, como asociación delictiva y fraude electrónico. En 2017, otro juez federal condenó a dos funcionarios de fútbol, de Paraguay y Brasil, por cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y de otros tipos.

Los fiscales presentaron cargos formales en contra de López, Martínez y Full Play en marzo de 2020 y dieron a entender que el prolongado caso (que sacudió a FIFA hasta la raíz y causó el derrumbe de varias generaciones de liderazgo en sus filas) todavía tendría ramificaciones.

“Los acusados hicieron trampa; sobornaron a funcionarios de fútbol para que actuaran a favor de sus propios intereses y no en beneficio del deporte”, señaló Peace en un comunicado tras escuchar el veredicto. La jueza Pamela K. Chen denegó una solicitud de los fiscales de poner a López en custodia de inmediato y lo liberó con condiciones más estrictas para su fianza. No se ha fijado fecha para la sentencia.

John Gleeson, abogado de López, señaló en un comunicado que “obviamente, estamos decepcionados con el veredicto del jurado”.

Añadió: “En el juicio ha habido errores legales y de hecho, y esperamos reivindicar a nuestro cliente en la apelación”. López, quien salió de Fox a principios de 2016, fundó la empresa de pódcast Wondery, que vendió a Amazon en 2020 mediante un acuerdo que valuó a la empresa, según las noticias, en 300 millones de dólares.

Carlos Ortiz, abogado de Full Play, se negó a hacer comentarios. La empresa fue fundada por un equipo de padre e hijo, Hugo y Mariano Jinkis, ambos de nacionalidad argentina, acusados en 2015 pero no extraditados. Un abogado de Hugo Jinkis dijo que no podía hacer comentarios inmediatos sobre las noticias.

“Le agradecemos mucho al jurado su servicio”, comentó Steven McCool, abogado principal de Martínez, en una breve llamada después de conocer el veredicto. “Carlos recibió hoy la justicia que ha esperado tanto tiempo”.

Se llegó al veredicto del 9 de marzo en el cuarto día de deliberaciones tras un juicio complejo y de lento avance. El jurado recibió toneladas de contratos, hojas de cálculo financieras y estados de cuenta con registros de transferencias bancarias, además de escuchar a testigos expertos que debatieron si una frase en particular quería decir “paga menos” o “págale menos”.

En cierto punto cuando apenas había empezado el juicio, Chen reprendió a la fiscal principal, Kaitlin T. Farrell, por leer correos electrónicos completos sobre problemas corporativos para el registro oficial y le advirtió que corría el riesgo de que el jurado no le pusiera atención.

Además, como ocurrió en el primer juicio del caso, el gobierno basó sus argumentos en particular en un solo testigo estrella: Alejandro Burzaco, antiguo director ejecutivo de la firma argentina productora de televisión y publicidad deportiva Torneos, que se declaró culpable en el caso de 2015 y desde entonces ha cooperado con el gobierno estadounidense.

Tardó 11 días en rendir testimonio, durante el cual describió con meticuloso detalle, tanto que en ocasiones era demasiado, la complicada serie de empresas fantasma y contratos falsos que se empleaban para pagarles sobornos a funcionarios del fútbol mediante un proyecto conjunto de inversión de Torneos y 21st Century Fox. Aunque él mismo organizó los pagos, Burzaco dijo que les había informado a López y Martínez de su existencia y que ninguno de estos ejecutivos había hecho nada para detenerlos.

Burzaco también relató cómo utilizó una relación cultivada mediante sobornos pagados a Julio Grondona (vicepresidente de FIFA y presidente de la asociación de fútbol de Argentina durante mucho tiempo que murió en 2014) para obtener información privilegiada que le ayudó a Fox a ganar los derechos de la transmisión en inglés en Estados Unidos de la Copa del Mundo de 2018 y la de 2022. ESPN había realizado esa preciada transmisión desde hacía mucho tiempo.

Aunque en teoría las ofertas debían haberse hecho a ciegas, Burzaco comentó que le había pedido ayuda a Grondona a finales de 2011 a solicitud de López. Burzaco testificó que Grondona le “dijo que, si Fox ofrecía 400 millones de dólares, se la darían a Fox… ‘Diles a tus amigos’”. Fox terminó pagando 425 millones de dólares y muchos años más tarde obtuvo los derechos de transmisión de la Copa Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.

Entre chillidos de protesta de los abogados de la defensa, los fiscales llamaron al expresidente de ESPN John Skipper a dar su testimonio acerca del incidente. “Me sentí decepcionado”, dijo. “De hecho, me enojé.”

En una declaración hecha después de que se dio a conocer el veredicto, un vocero de Fox afirmó: “Este caso no tiene relación alguna con Fox Corp. y se aclaró que no hubo conexión alguna con las ofertas exitosas de Fox por la Copa del Mundo”.

La empresa ya ha dicho que la unidad en que trabajaban López y Martínez, Fox International Channels, se escindió en 2019 y que otra división, Fox Sports, se encargó de negociar para conseguir esos derechos.

Aunque López y Martínez afirman ser inocentes y dicen que nunca supieron que se pagara ningún soborno, Full Play adoptó una postura totalmente distinta. Sus abogados admitieron sin reparos que la empresa le había hecho pagos constantes a funcionarios de fútbol latinoamericanos, pero que esos pagos no eran sobornos, sino la manera normal de hacer negocios relacionados con el fútbol sudamericano.

Ortiz, abogado de Full Play, dijo en su discurso de cierre la semana pasada: “Pueden ver la situación y pensar ¿me parece moralmente bueno?, ¿me gusta cómo se ve desde la perspectiva moral?, ¿me parece que es apropiado?”. Pero “todos estos ejecutivos y funcionarios actuaron de tal forma y se comportaron de tal manera que se envió un mensaje firme y claro de que estaba totalmente bien que recibieran pagos”, añadió.

c.2023 The New York Times Company