Exarquero, ídolo en Honduras, bailarín y “extraterrestre”: quién es Diego “La Barbie” Vázquez, el DT del rival de la selección argentina

Vázquez y una de sus habilidades: en la pista, danzando
Vázquez y una de sus habilidades: en la pista, danzando

El partido amistoso entre la Argentina y Honduras tiene, entre tantas otras, una curiosidad. Ocurre que el entrenador del seleccionado centroamericano, Diego Vázquez, tiene una historia de novela.

¿Cómo fue que este mendocino nacido hace 51 años en el departamento de San Martín y para nada conocido en nuestro país llegó a conducir al conjunto hondureño? Todo tiene un comienzo. Vázquez realizó las inferiores precisamente en una institución de su zona: Club Atlético San Martín. Allí hizo su debut oficial como arquero en 1987, con solo 16 años.

Entusiasmado por su buen nivel, decidió probar suerte en el fútbol grande de Buenos Aires. Hacia allí viajó, para probarse en las divisiones formativas de River y en la Reserva de Huracán. Sin el éxito esperado, emigró a los Estados Unidos, donde fichó para un equipo amateur (Houston Dynamo). Aunque le costó mucho la adaptación y el idioma inglés, y regresó en 1994 a su tierra natal. Entonces, defendió la valla de Independiente Rivadavia.

Apenas tres años después, su vida cambió para siempre. Fue a Honduras en busca de su gran sueño: poder vivir del fútbol. Pero ni por asomo esperaba lo que ocurriría.

El destino fue Motagua, con sede en Tegucigalpa, y considerado uno de los cuatro mejores de Honduras. Tanto es así que solo cuatro años más tarde, Vázquez ya había ganado cinco ligas nacionales de Honduras: los Apertura 97, 99 y 2001 y los Clausura 98 y 2000. En el medio tuvo un discreto paso por Club Deportivo Marathón.

Su debut fue soñado: el 24 de agosto de 1997, en la victoria por 1-0 sobre el Club Deportivo y Social Vida, atajó dos penales. Sin proponérselo, este mendocino se convirtió en el futbolista extranjero con más títulos de la historia de Honduras, marca que aún no fue superada.

Vázquez y su pelo largo, por el que lo apodaron "La Barbie"
Vázquez y su pelo largo, por el que lo apodaron "La Barbie"

Fue allí donde lo apodaron “La Barbie”. ¿Por qué? Él mismo lo explicó: “Cuando llegué a Honduras tenía el pelo largo y un periodista le había regalado a su hija una muñeca con una extensa cabellera. Así que me puso ese apodo y me siguieron llamando así. Al principio me molestaba porque dudaban de mi virilidad, pero con el tiempo me fui acostumbrando”. Recién se cortó la melena a los 40 años.

Inquieto, entre 2002 y 2011 Vázquez jugó en 7 equipos: Universidad, Municipal Valencia, Marathón, Suchitepéquez de Guatemala, Victoria, Vida y Deportes Savio. En este último decidió colgar los guantes, a los 40 años. “Desde 2002 que soy hondureño, y fui uno de los mejores tres porteros de este país”, le dijo alguna vez al sitio local DIEZ, en una entrevista en la que reconoció que su gran sueño fue defender el arco del seleccionado de Honduras.

Con el foco puesto en seguir vinculado al fútbol como entrenador, Vázquez pisó terreno firme: en 2014 se hizo cargo del Motagua, y bajo su conducción el equipo dio seis vueltas olímpicas. Y así como en dos ocasiones había sido elegido como el mejor arquero de la Liga, también recibió dos veces el premio al mejor entrenador.

El vínculo laboral con el club de sus amores se vio interrumpido por un desafío mayor. El 13 de mayo de este año, como consecuencia de una pésima eliminatoria (último del octogonal de la Concacaf clasificatorio al Mundial Qatar 2022), Fabián Coito y Hernán ‘Bolillo’ Gómez fueron despedidos.

Entonces, se nombró a Vázquez como entrenador interino de cara a los tres partidos por la Liga de Naciones de la Concacaf, ante Canadá y Curaçao. Poco más de un mes más tarde, el 19 de junio, se hizo oficial su contratación como técnico.

Pero no todo gira alrededor de una pelota en la vida de Diego Vázquez. Vive en Tegucigalpa junto a sus tres hijos, Thiago, Matías y Candela, y supo tener un comercio en San Pedro Sula, donde vende su propia línea de vinos (Finca Don Vázquez) e importa vinos y productos argentinos. Además, tuvo un acercamiento a la farándula hondureña. En 2011 participó en la segunda temporada del show Bailando por un sueño. Entonces declaró: “Soy un fenómeno bailando, pero me parece que atajo mejor”.

Un año más tarde fue por más y terminó en la pantalla grande. Formó parte de El Xendra, una película basada en las descripciones sobre el supuesto contacto extraterrestre recibidos por los peruanos Sixto Paz y Ricardo González. En ese film, Diego Vázquez interpretó a ¡un extraterrestre!

“Cuando llegué a Honduras, en 1997, jamás imaginé que iba a estar todos estos años, hacerme hondureño y tener hijos hondureños. La verdad es que este país me trató muy bien y es mi casa. Siempre digo que soy argentino de nacimiento y hondureño de corazón. Estaré por siempre ligado a este país de cualquier forma”, reconoció en una entrevista.

En relación al partido de este viernes ante la Argentina, Vázquez relató sus sentimientos al diario mendocino Los Andes: “Enfrentar al país donde nací y a una selección tan importante, que es candidata a quedarse con el título en el Mundial de Qatar y que tiene al mejor jugador del mundo, es algo que no se da todos los días y hay que disfrutarlo”.

Y en esa misma charla, se mostró entusiasmado por el trabajo que viene realizando: “Estoy contento por estar al frente de Honduras. Hicimos una muy buena Nations League: derrotamos a Canadá, que fue primero en las Eliminatorias, rumbo a Qatar por encima de México y Estados Unidos. Entonces, estamos empezando a construir este grupo que ojalá nos lleve a la Copa del Mundo del 2026″.

Acerca del encuentro en sí, el más hondureño de todos los mendocinos vaticinó: “El objetivo es que el partido nos sirva para crecer como equipo, pero también tenemos la aspiración de ganar. ¿Por qué no? Sabemos lo que es Argentina y la respetamos mucho, es un equipo que juega muy bien, que maneja muy bien la pelota, sube a los laterales y fija a la línea de cuatro con mucha gente. Tenemos que trabajar todos esos detalles para contrarrestarlos y estar bien nosotros. Confiamos mucho en nuestros jugadores y estamos seguros de que también podemos hacerles daño”.