Europa League: Rafael Borré y su final soñada en Eintracht, la que le faltó entre tantos goles que hizo en River

Borré besa la medalla de campeón de cara a los hinchas de Frankfurt
JAVIER SORIANO

A un año de su último partido con la camiseta de River, Rafael Santos Borré todavía es el máximo goleador de la era de Marcelo Gallardo. Sus 55 festejos en 149 partidos lo mantienen en el primer escalón del podio, amenazado por Julián Álvarez, que suma 45 y le quedan unos pocos encuentros más por delante para alcanzarlo antes de incorporarse a Manchester City.

En el cierre de su primera temporada en Eintracht Frankfurt, el colombiano no acumula una cifra impactante de goles, pero sí varios de ellos son lo suficientemente significativos como para meterse con letras de molde en la historia del club alemán. Sobre todo por su influencia en la final de la Europa League en Sevilla, donde Eintracht se consagró campeón tras empatar 1-1 y vencer 5-4 en la definición por penales a Glasgow Rangers. El colombiano se erigió en la figura porque marcó el empate, doce minutos después de que los escoceses se pusieran 1-0, y ejecutó el penal decisivo del 5-4. Dos instantes gloriosos, inolvidables, eternos.

El agradecimiento de Eintracht

Muy querido por la gente de River, Borré (26 años) ya se metió en el corazón de los hinchas del club de la ciudad que es la capital financiera de Alemania. Unos simpatizantes que se movilizan de manera multitudinaria y efusiva, causantes de un grave problema para la dirigencia de Barcelona, que debió salir a dar explicaciones a sus socios porque una marea blanca de alemanes había copado el Camp Nou en el desquite por los cuartos de final. Esa masividad se repitió en el estadio Sánchez Pizjuán, insuficiente para albergar a todos los visitantes del Eintracht y el Rangers, muchos de los cuales se enfrentaron y provocaron incidentes en las calles andaluzas.

El gol del empate que le dio vida a Eintracht

Borré volvió a poner en el mapa europeo a un club que tenía un solo título continental, obtenido hace 42 años (1980), la antigua Copa UEFA, reconvertida en la actual Europa League. Desde 1997, cuando Borussia Dortmund levantó la Champions League, Bayern Munich era el único representante alemán que se llevaba los máximos laureles en las copas europeas. Ahora hay que agregar al Eintracht, que en la Bundesliga completó un curso flojo, 11° entre 18 equipos, con ocho goles en 31 fechas del atacante nacido en Barranquilla. En la Europa League fue insuperable, invicto: siete victorias y seis empates.

El saludo de River

En una definición de discreto nivel técnico, disputada bajo una temperatura superior a los 30 grados que fue consumiendo energías, Eintracht demostró ser mejor equipo, pero no lo pudo reflejar en el resultado. Es más, pasó por apuros. Primero, al quedar 1-0 abajo tras una cadena de errores entre el volante Sow (cabeceó hacia atrás) y el zaguero central Tuta (se resbaló y salió lesionado). Y después necesitó de tres tapadas salvadoras del arquero Kevin Trapp, que sobre el final del segundo suplementario tapó con el pie un mano a mano con Barisic y enseguida descolgó un tiro libre que se metía en un ángulo. El broche de oro lo puso en los penales, al atajar el remate de Aaron Ramsey, el volante galés que alguna vez fue una promesa cuando pasó por Arsenal y Juventus.

La campaña de Borré en la competencia fue de cuatro goles en 13 partidos (junto con Trapp son los únicos que estuvieron en todos los cotejos). Más que la cantidad, sobresale la trascendencia. Anotó uno a Barcelona en el 3-2 en el Camp Nou, por los cuartos de final. En las semifinales, dio una asistencia para el 2-1 contra West Ham en Londres. Y le puso la firma al 1-0 en el desquite de local. Frente a Rangers surgió con su instinto de delantero de área para anticiparse al zaguero Cassey y conectar el centro desde la izquierda del serbio Filip Kostic, seguramente el jugador de mejor manejo y pegada del campeón. Con el rostro serio en el festejo, el colombiano les dedicó a los hinchas que bramaban en la cabecera su saludo de “Comandante”, con una mano sobre la sien. Su aporte había empezado en la etapa de grupos, con un tanto en el 3-1 ante Olympiacos.

Lo más destacado de la final que consagró a Eintracht Frankfurt

Borré es el tercer delantero colombiano en consagrarse en la Europa League, en la línea sucesoria de Radamel Falcao (Porto y Atlético de Madrid) y Carlos Bacca (Sevilla). Pieza importante en los seis títulos que ganó durante sus cuatro años en River, Borré tuvo en Eintracht la final perfecta que le faltó en las dos definiciones de la Copa Libertadores. En la serie de 2018 ante Boca, en la Bombonera (marcaron Pratto e Izquierdoz, en contra) fue amonestado y quedó al margen de una revancha que fue llevada a Madrid. Al año siguiente, en la final a partido único en Lima, River le ganaba 1-0 a Flamengo con un gol Borré, hasta que Gabigol cambió la historia con dos tantos en el final. Lo que era el gol del bicampeonato de la Libertadores quedó como un apunte más de la crónica.

Borre en River, donde todavía es el máximo goleador del ciclo de Gallardo
Borre en River, donde todavía es el máximo goleador del ciclo de Gallardo


Borre en River, donde todavía es el máximo goleador del ciclo de Gallardo

Un paliativo fue el gol en el 5-0 a Racing por la Supercopa Argentina en marzo de 2021. Este miércoles se sintió el hombre de la final, el elegido: “Había soñado con esta noche, con una noche histórica para el club e histórica para mí”. Días atrás había recordado todo lo que le dejó su paso por River: “Me marcó mucho, estoy muy agradecido, fui muy feliz. Trato de seguirlo como puedo a la distancia. Tiene una idea como institución con la que me identifico mucho. Me ayudó en la adaptación al fútbol europeo”. Eintrach Frankfurt ya lo condecoró como su nuevo “Comandante” vitalicio.

En andas de su compañero Gonçalo Paciencia
JAVIER SORIANO


En andas de su compañero Gonçalo Paciencia (JAVIER SORIANO/)