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La esperanza de ver a Yuli Gurriel en Miami parece disminuir con el paso de las horas

Lo que parecía posible durante el fin de semana ahora vive en la incertidumbre. De alguna manera, los Marlins esperaban contar a estas alturas con Yuli Gurriel en sus planes para el 2023, pero esos mismos reportes que acercaban al cubano a La Pequeña Habana ahora no lo ubican dentro del loanDepot park.

El sábado, Mark Feinsand de MLB.com informó que Gurriel y Miami estaban “acercándose’’ a un acuerdo y una fuente comentó en condición de anonimato que todo parecía ir por un camino positivo, al punto de que el club estaría preparando planes para una presentación del pelotero, como había sucedido días antes con Johnny Cueto.

Sin embargo, Jon Heyman del New York Post envió un tweet el martes afirmando que “Gurriel no es visto como una certeza para ir a [los] Marlins ahora’’, al tiempo que agregó que “las conversaciones parecen haberse enfriado’’ y mencionaba a los Astros de Houston y a los Mellizos de Minnesota como posibles candidatos para hacerse de sus servicios.

Como si fuera poco, el periodista Barry Jackson, de The Miami Herald, reportó que desde el lunes por la tarde ‘’los Marlins habían dejado de perseguir agresivamente al agente libre de primera base de los Astros, Yuli Gurriel’’, dando a entender que el club estaba buscando en otros horizontes, si es que algo queda por buscar.

No cabe duda de que la relación de Gurriel con los Astros perdurará por siempre, aunque termine marchándose a un sitio diferente, pero la afición texana mantiene la esperanza de un regreso, e incluso con la llegada de su compatriota José Abreu para ocupar su puesto en la alineación titular, aún podría desempeñar un papel en el equipo.

Por otra parte, si Gurriel decide irse a Minnesota tendría algún sentido pues se reuniría con su excompañero de equipo de los Astros y actual campocorto de los Mellizos, Carlos Correa, pero mucho deberá sopesar en su próximo paso el tiempo de juego y la posibilidad de competir en los playoffs.

En Miami las consideraciones serían otras porque el tiempo de juego habría sido compartido en la inicial con -el muchas veces lesionado- Garrett Cooper, y quizá hasta el venezolano Luis Arráez y su compatriota Jorge Soler, sin dejar de contar algunos turnos como bateador designado.

Y en cuanto al tema de la competencia digamos que la presencia de Gurriel, con su liderazgo deportivo y humano, sería una tremenda adición en el terreno y en el clubhouse, pero de ahí a que los Marlins puedan desbancar a los Bravos de Atlanta, Mets de Nueva York y Filis de Filadelfia...pues octubre no luce tan seguro en el radar.

Aunque Gurriel no vivió la mejor de sus temporadas para sus propios estándares en el 2022, estamos hablando de un pelotero probado que ha demostrado su capacidad de éxito en Cuba, Japón y las Grandes Ligas y que hace tan poco como en el 2021 conquistó el título de bateo en la Liga Americana.

La temporada pasada Gurriel dejó una línea ofensiva de .242/.288/.360 con ocho jonrones, muy lejos de lo alcanzado en la contienda previa con .319/.383/.462 y 15 cuadrangulares como parte de una alineación potente como la de Houston.

Espero que nuestra temporada baja no haya terminado, afirma ejecutiva de los Marlins

Una temporada baja no suele ser motivo de preocupación, pero cuando un jugador tiene 38 años todo se magnifica, algo que quizás pueda ser aprovechado por los Marlins siempre en busca de jugadores en busca de un renacer por un precio razonable en el mercado.

En un período de firmas internacionales donde los Marlins no movieron un dedo para sumar un cubano, a pesar de la firma de decenas, y donde se esfumó la posibilidad de traer al cerrador Aroldis Chapman, contar con un Gurriel aliviaría la ansiedad de una gran porción de la base de fanáticos en Miami.

Dicen que lo último que se pierde es la esperanza, pero ya se ve menos en el caso de un contrato para Gurriel.