Una esgrimista ucraniana se negó a darle la mano a una rival rusa y la apuntó con el sable: fue descalificada

La ucraniana Olga Jarlan hace un gesto mientras se niega a darle la mano a la rusa Ana Smirnova, registrada como Atleta Neutral Individual (AIN), después de que la derrotara durante las clasificatorias individuales en el Campeonato Mundial de Esgrima de la FIE en el Feria Allianz MI.CO (Milano Convegni) en Milán
La ucraniana Olga Jarlan hace un gesto mientras se niega a darle la mano a la rusa Ana Smirnova, registrada como Atleta Neutral Individual (AIN), después de que la derrotara durante las clasificatorias individuales en el Campeonato Mundial de Esgrima de la FIE en el Feria Allianz MI.CO (Milano Convegni) en Milán - Créditos: @ANDREAS SOLARO

MILAN (AFP).- Olga Jarlan, convertida este jueves en los Mundiales de esgrima en la primera ucraniana en enfrentarse a una rusa en cerca de un año y medio, fue descalificada por haberse negado a dar la mano a su adversaria después de haberla derrotado .

Jarlan había aceptado ese duelo deportivo contra Anna Smirnova con el visto bueno de las autoridades de Kiev, lo que parece alejar la amenaza de un boicot ucraniano a los Juegos Olímpicos de París 2024 en caso de participación de rusos o bielorrusos bajo bandera neutral.

Pero su descalificación, a pesar de su victoria clara ante Anna Smirnova, por haberse negado a dar la mano a su adversaria, demuestra que no será fácil gestionar un tema tan delicado.

Cuando Smirnova se acercó para darle la mano, Jarlan extendió su sable, manteniendo la separación entre ambas. Ante la sorpresa de la rusa, la ucraniana abandonó el lugar.

La descalificación fue tachada de “absolutamente escandalosa” por Mijailo Podoliak, asesor cercano al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

La Federación Ucraniana de Esgrima protestó contra la descalificación y pidió la reintegración de Jarlan, mientras que el Comité Olímpico Internacional (COI) hizo un llamamiento a mostrar “sensibilidad” hacia los deportistas ucranianos.

El miércoles, el espadachín Igor Reizlin, compatriota de Jarlan, no había podido entrar en pista para medirse con el ruso Vadim Anojin.

Pero entre medias, un decreto del ministerio de Deportes ucraniano marcaba una inflexión por parte de las autoridades de Kiev, que hasta entonces prohibían a los deportistas de sus delegaciones oficiales participar en competiciones en las que figurasen rusos o bielorrusos.

Modificado el miércoles, en adelante se ciñe solo a los “deportistas que representen a la Federación de Rusia o a la República de Bielorrusia”. Eso les permite competir contra deportistas bajo bandera neutral, lo que va en la línea de la recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI), seguida por varias federaciones internacionales, como la de esgrima (FIE), para reintegrar a rusos y bielorrusos en el deporte mundial.

Esta enmienda disipa en parte la amenaza de una ausencia de Ucrania en los Juegos de París, una hipótesis que ganaba peso con las ausencias de deportistas ucranianos en varias competiciones clasificatorias para la cita olímpica.

Ucrania aún no ha tomado una decisión oficial. “Esperamos a la decisión final y saber si (los rusos y bielorrusos) serán autorizados a participar o no”, había indicado a Le Monde el martes el ministro ucraniano de Deportes y presidente del comité nacional olímpico, Vadym Gutzeit.

Luz verde poco antes

A excepción del tenis, donde los jugadores no forman parte de una delegación oficial, no había habido otros enfrentamientos entre deportistas de los dos países desde la invasión rusa de Ucrania.

“E stoy realmente orgullosa de nuestros jugadores de tenis y me imagino en su lugar, enfrentar a gente cuyo país bombardea y mata a nuestros compatriotas ”, había afirmado hace unas semanas Olga Jarlan a la AFP, abogando por poder enfrentarse a los rusos.

En el ambiente flotaba este jueves la sensación de que era algo más que un duelo deportivo el que se vivía en el palacio de congresos de Milán, donde una veintena de miembros de la delegación ucraniana apoyaba a Jarlan al grito de ‘Slava Ukraini’ (“Gloria a Ucrania”).

Cuádruple campeona del mundo de sable y una de las estrellas del deporte ucraniano, Jarlan no tuvo luz verde para competir hasta este jueves por la mañana, luego de una última reunión de las instancias del deporte de su país, explicó a la agencia AFP una persona miembro de la delegación ucraniana presente en la ciudad italiana.

La esgrima fue el primer deporte en reabrir la puerta a los rusos y bielorrusos en marzo. Tenis de mesa, canotaje o remo también siguieron las recomendaciones del COI, que había preconizado su regreso en marzo, bajo bandera neutral y a título individual.

Sin dar la mano

En esgrima, 30 rusos y 51 bielorrusos recibieron en abril la catalogación de “deportista individual neutral” después del examen de sus dosieres y de la aprobación por el comité ejecutivo de la FIE.

Pero ningún gran nombre de la disciplina, entre ellos, como la vigente campeona olímpica de sable individual y por equipos, Sofia Pozdniakova, hija de Stanislav Pozdniakov, también antiguo campeón de sable y presidente del Comité Olímpico Ruso (ROC).

Después de haber derrotado con claridad a Smirnova, Jarlan, cuatro veces medallista en Juegos Olímpicos, se limitó a un saludo protocolario al árbitro, evitando hacerlo con su adversaria.

Ante esa negativa a un apretón de manos, Smirnova protestó y se negó a abandonar la pista durante casi una hora después del final del duelo.

Negarse a saludar es sancionado con una descalificación en el reglamento de la FIE. Finalmente logró su propósito.