El Directorio del BID recomendó remover a Mauricio Claver-Carone por unanimidad

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, en una entrevista en noviembre de 2021, en Madrid.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, en una entrevista en noviembre de 2021, en Madrid.

WASHINGTON.- El Directorio Ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomendó destituir al presidente, Mauricio Claver-Carone, luego de que una investigación independiente halló evidencias de que violó las reglas éticas del organismo, una movida inédita desde la creación del banco regional, en 1959.

La decisión del board del BID fue unánime, indicaron a LA NACION fuentes en Washington. El BID no confirmó la votación.

El futuro de Claver-Carone había quedado atado a una decisión política de la Casa Blanca, que dictaminó que el banco necesita “un cambio de liderazgo”, y de los principales países de la región, que jugaron un papel decisivo durante los últimos días para tejer un fuerte consenso entre Washington y América latina para sellar la decisión de desplazar a Claver-Carone, que había sigo designado por Donald Trump en una movida polémica. Claver-Carone fue el primer norteamericano que llegó a presidir el banco, un puesto que siembre había sido ocupado por un latinoamericano.

Claver-Carone había quedado muy debilitado luego de que una investigación independiente, realizada por el bufete de abogados Davis Polk, halló evidencias de que mantuvo una relación romántica con su jefa de gabinete y ordenó aumentarle el sueldo un 40% en su primer año en el banco, durante la pandemia, según publicaron el periódico El País y la agencia de noticias AP, que accedieron al informe final de esa investigación. El trabajo de la firma de abogados dijo, además, que Claver-Carone no cooperó plenamente con la investigación y retuvo mensajes de texto y correos electrónicos.

El informe había sido presentado esta semana al board de directores del BID, que elevó este mismo jueves su recomendación a la Asamblea de Gobernadores del banco. La movida solo requería de una mayoría simple. Estados Unidos, Brasil y la Argentina concentran más del 50% del poder de voto, seguidos por México, Japón, Canadá, Colombia y Chile. La decisión fue unánime, y se tomó en menos de una semana, una fuerte señal de la determinación hemisférica por dar vuelta la página a la gestión de Claver-Carone. Los 14 directores votaron a favor de rescindir el contrato, pero además fuentes al tanto de la discusión indicaron que se consultó al resto de los 48 países que integran el banco. “Todo el proceso sirvió para unir al directorio. Hay un gran consenso”, afirmaron.

La investigación contra Claver-Carone nació a partir de una denuncia anónima, a principios de este año.

“Después de una investigación exhaustiva, independiente y creíble que encontró conductas indebidas que violaron los principios y valores del Banco Interamericano de Desarrollo, y luego de consultar con socios, Estados Unidos apoya la destitución del presidente del BID”, dijo a LA NACION un vocero del Departamento del Tesoro.

“La negativa del presidente Claver-Carone a cooperar plenamente con la investigación y su creación de un clima de miedo a las represalias entre el personal y los países prestatarios ha hecho perder la confianza del personal y los accionistas del Banco, y requiere un cambio de liderazgo. Estados Unidos apoyará una resolución rápida por parte de la Asamblea de Gobernadores”, completó.

El presidente Alberto Fernández y Sergio Massa, que representa a la Argentina en la Asamblea de Gobernadores del BID
El presidente Alberto Fernández y Sergio Massa, que representa a la Argentina en la Asamblea de Gobernadores del BID

A principios de esta semana, Claver-Carone defenestró el informe, dijo que las acusaciones eran “falsas” y negó que no hubiera cooperado con la investigación. “Apoyé y participé en esta investigación sin precedentes que, como era de esperar, no corrobora las acusaciones falsas y anónimas que se hicieron contra mí o el personal del BID en la prensa”, dijo en un extenso comunicado. “A pesar de la ausencia del debido proceso, cooperé plenamente sin renunciar a mis derechos constitucionales”, agregó.

El presidente del BID señaló que la investigación violó “repetidamente” las reglas de ética del banco, y planteó prácticas “seriamente cuestionables, incluida la manipulación, la distorsión y el uso consciente de información que se ha comprobado que no es confiable para predeterminar un resultado en lugar de presentar una revisión justa e imparcial”. Su jefa de gabinete solo declaró por escrito y negó haber violado el código de ética del banco. Ningún país objetó públicamente la investigación.

La novela en la que quedó envuelto el banco se decidirá en dos votaciones. Luego de la recomendación del Directorio Ejecutivo, la decisión final quedó en manos de la Asamblea de Gobernadores. Esa última votación se espera que confirme el desplazamiento de Claver-Carone y que finalice en los próximos días. La idea, indicaron fuentes en Washington, es que el proceso sea rápido. Luego habrá un período de 45 días para elegir al reemplazante. El apoyo de Estados Unidos –el principal accionista del BID, con el 30% del poder de voto– fue crucial en la decisión, pero fuentes al tanto de la discusión indicaron que la Casa Blanca se movió a la par del consenso regional que se construyó con el correr de los últimos días.

“A él lo propuso Estados Unidos y, por lo tanto, vamos a acompañar lo que decida la silla de Estados Unidos”, había indicado una alta fuente oficial, antes de la votación.

Asociación estratégica

En Washington prevalecía la idea de que el gobierno de Joe Biden, que ve al BID como un pilar de una asociación estratégica que propuso con América latina, y un instrumento para intentar enfrentar la creciente influencia de China en la región, favorecía el desplazamiento de Claver-Carone. Pero Claver-Carone contaba con un respaldo político clave en el Congreso. Su principal aliado es el senador demócrata Bob Menendez, un “halcón” de origen cubano quien conoce al jefe del BID desde hace dos décadas y es presidente del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado, por donde pasan nombramientos para la administración demócrata, entre ellos, los embajadores. Su oficina no respondió a una consulta de LA NACION.

Al final, el peso y la credibilidad de la investigación que llevó adelante el bufete Davis Polk, el papel confrontativo que adoptó Claver-Carone –quien se negó a cooperar plenamente– y el frente unificado que mostró América latina terminaron por inclinar la balanza, y el gobierno de Biden, que siempre ha buscado mantener vínculos saludables con las democracias regionales, terminó apoyando la destitución del presidente del BID. Ahora Washington y los países de la región buscan un rápido desenlace para poner punto final a la novela.

Claver-Carone marcó diferencias con Alberto Fernández en el tema Venezuela
Claver-Carone, en su primer encuentro con Alberto Fernández. La relación con el Gobierno tuvo varios roces.

El gobierno de Alberto Fernández tuvo una cadena de roces y conflictos con el funcionario trumpista, quien le ganó a Gustavo Beliz la pulseada por el timón del BID. Beliz tenía bajo su control el manejo de la relación con los organismos internacionales. Massa le sacó esa facultad en su ascenso al Ministerio de Economía. Beliz renunció, y Massa tejió una tregua con Claver-Carone para destrabar dos préstamos de libre disponibilidad por 1200 millones de dólares para las reservas. El trumpista pasó de la crítica feroz al elogio de la política económica del Gobierno, y brindó una conferencia de prensa junto con el ministro.

Al cerrar su gira por Estados Unidos, el presidente Alberto Fernández había evitado marcar una postura respecto del escándalo, pero dijo que “no ha sido bueno para la región que el banco no quede en manos de un latinoamericano”.

La elección de Claver-Carone había tenido resistencia: el funcionario trumpista recibió el apoyo de 30 de los 48 gobernadores, un 66,8% de la votación, indicó en ese momento un vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. La Argentina impulsó la abstención. La Cancillería informó que 16 países se abstuvieron, el 31,23% del voto, incluidos Chile, México, Perú y Trinidad y Tobago y los miembros de la Unión Europea. En ese momento, la región estaba dividida. Con Trump en la Casa Blanca, Brasil y Colombia respaldaron a Claver-Carone. Sin el respaldo de Estados Unidos o de los principales socios regionales, y con un renovado consenso, ahora su futuro quedó sellado.