Emiliano Grillo ganó el Charles Schwab Challenge y consiguió su segundo título en el PGA Tour

Emiliano Grillo, vencedor en el Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas
Emiliano Grillo, vencedor en el Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas - Créditos: @LM Otero

Noches sin dormir, dando vueltas sobre la cama. Pensando por qué se equivocó al elegir tal palo, o sufrió ese mal pique de pelota, o pensó erróneamente la estrategia de aquel hoyo. El sinnúmero de porqués que depara el golf, un deporte que tritura la mente y muchas veces paraliza. Pero Emiliano Grillo dejó atrás sus pesadillas y volvió a ganar en el PGA Tour después de 7 años, 7 meses y 10 días, con lo que se le abrió de nuevo el escenario para el acceso a los majors y no tendrá que preocuparse por salvar la tarjeta del circuito por dos años.

Es un verdadero desahogo para este chaqueño de 30 años, que se consagró en el Charles Schwab Challenge, en Fort Worth Texas, el mismo torneo que ganó Roberto De Vicenzo en 1957, en el Colonial Country Club. Pequeña diferencia de dinero en premios: mientras el Maestro ganó en aquella oportunidad un cheque de 5000 dólares, el oriundo de Resistencia embolsó 1.566.000, a tono con las cifras astronómicas del deporte actual.

Grillo, cuya primera coronación había sido en condición de novato de la gira, en Napa, California (2015), tuvo que sufrir para alzarse con su segundo trofeo: se impuso en el segundo hoyo de desempate ante el norteamericano Adam Schenk, con un birdie contra par. Al cabo de los 72 hoyos, ambos golfistas habían igualado en 272 golpes (-8). Sucedió que al tee del hoyo 18, el chaqueño llevaba dos golpes de ventaja sobre Schenk y Harry Hall, con un total de -10. Sin embargo, una mala salida desviada a la derecha hizo que la pelota navegara por una calle con un espejo de agua y pagara con un golpe de penalidad. Complicado, terminó ese par 4 final con doble bogey (firmó 68, -2) y le dio la chance a Schenk, uno de sus perseguidores, a acceder a un desempate; Hall quedó fuera de carrera con un bogey en el hoyo 72 que lo retrasó a -7 total.

Tanto Grillo como Schenk anotaron el par en el primer capítulo extra. Ya en el segundo hoyo de desempate, el par 3 del 16, un afortunado pique -la pelota apenas sobrepasó la amenaza del bunker por centímetros- produjo que al chaqueño le quedara un putt de un metro y medio para birdie. En cambio, el norteamericano se equivocó de palo o se excedió en la potencia de la salida y se fue detrás del green. Se enfrentó a un tiro en bajada desde el rough, y así y todo la dejó muy cerca para salvar el par. De todas maneras, Grillo embocó el putt y llegó el alivio fenomenal para este jugador formado en la AAG, que esperó la victoria por 2779 días y se emocionó hasta las lágrimas en su primera entrevista después de la conquista.

“Este título es todo para mí, trabajo muy duro todo el año,.. noches por ahí sin dormir, noches que se hacen un poco largas, pero vale el esfuerzo de cada segundo de mi familia. Tengo un pequeño de 14 meses que hace las cosas un poquito más difíciles de lo que quisiéramos pero es lo más divertido del mundo, así que estoy con ganas de jugar la semana que viene de vuelta”, comentó el campeón.

Hace dos años, Grillo aseguraba en una entrevista con La NACION: “No estoy en el golf para ser uno más del montón, pero sé que no es fácil y que hay muchísima gente que piensa igual que yo”, El jugador que acaba de llevarse una fortuna y ya puede palpitar los próximos US Open y Open Británico, además del Masters y el PGA Championship 2024, intentaba entonces recobrar la calma después de algunos altibajos a lo largo de su carrera y varias situaciones desperdiciadas, en las que estuvo a punto de ganar. Siempre fue impecable de tee a green, pero el putter lo traicionó una y otra vez y lo llevó a dilapidar chances.

En realidad, el mayor problema era destrabar la cuestión mental y por aquella época ya trabajaba para ello: “Aprendí con el tiempo que la ansiedad no me lleva a ningún lado, por lo menos no adonde apunto. El lado psicológico del golf es muy sencillo: el que se enoja pierde, pero a veces el enojo también sirve de aliento. Aunque es una línea muy fina entre algo que suma o que resta”.

Emiliano Grillo, vencedor en el Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas.
Emiliano Grillo, vencedor en el Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas. - Créditos: @JONATHAN BACHMAN

Si antes sus malos pensamientos lo carcomían por dentro y lo nublaban, hasta derrumbarse en pleno torneo ante sus primeros errores cuando iba embalado, la madurez de sus 30 años lo aplacó y le dio otra perspectiva. El ejemplo máximo fue este torneo que se llevó en el Colonial Course: en lugar de frustrarse por haber desperdiciado la chance de cerrar el torneo en el hoyo 72, se fue a practicar swings antes del eventual desempate con una sonrisa, y al lado de unos chicos, Peyton y Sutton, que jugueteaban con unos palos.

Grillo aprendió a disfrutar del tour y a descontracturarse, como cuando en febrero pasado sorprendió al mostrar la camiseta de Messi durante el Phoenix Open, en el mítico par 3 del 16 del TPC de Scottsdale, como festejo del Mundial. Mucho tuvo que ver para conseguir este aplomo la llegada de “El Heredero”, como bautizó graciosamente en Instagram a su primer hijo, André, a principios de marzo de 2022. Un bebé que llegó al mundo cómo fruto del amor con Alexia, la mujer que le cambió la vida. Sin dudas, el haber formado una familia resultó un complemento ideal para una carrera que desde hoy toma nuevos bríos.

“Es un orgullo estar ahora en la pared de campeones con Roberto De Vicenzo, cada vez que uno pasa por ahí y ve su nombre es un orgullo. Y ahora mi nombre estará cerca del suyo, ojalá también en el Open pueda sumar mi nombre igual que el suyo”, se ilusiona Grillo, decidido a no cargarse de tantas presiones y con una espera que llegó a su fin.

Ahora, este título le abre un escenario formidable, el acceso a los majors -sobre todo, el regreso a Augusta National el año próximo- y la posibilidad de reimpulsarse a una edad muy propicia. El chaqueño puede inspirarse en Tony Finau, que esperó cinco años después de haber ganado su primer título en el Puerto Rico Open (2016) y, a partir de 2021, se coronó cinco veces más...

Otras frases de Grillo:

  • “Fue un camino largo, me hace pensar en todo lo que viví desde que empecé, hace poco tuve mi primer hijo y toda mi perspectiva fue cambiando y pasé a darle importancia a otras cosas de mi vida”

  • “Me hubiera gustado cerrarlo en el hoyo 72, pero me quedo con los dos grandes swings del hoyo 16. Dicen que el segundo siempre es más difícil que el primero y definitivamente fue así”

  • “Con respecto a esos chicos, fue un poco para tener la cabeza despejada con otra cosa, pero es lo mismo que hizo una vez José Cóceres conmigo, cuando tenía 7 años y eso me marcó mucho en mi carrera”

  • “En el 18 sabía perfecto lo que pasaba porque me pasó lo mismo 4 o 5 años atrás. Así que quería sacar el 5 como fuera”.

  • “Colonial es un campo que siempre dije que podía ganar porque hay que jugar bien de tee a green. Además las veo bien sobre el green, por eso siempre me gustó. Hace varios torneos que ya le estaba pasando cerca y llegar a esta cancha que me sentaba tan bien fue muy bueno”.

  • “El approach que jugó Schenk en el 16 fue increíble, para aplaudirlo toda la tarde, pero todo estaba en mis manos y ahí uno empieza a trabajar para que la cabeza se mantenga positiva y por suerte lo pude embocar”.

  • “Lo más difícil entre el primer título y este fue la espera. Igual yo sabía perfecto que iba a volver a ganar, no tenía dudas, lo que pasa es que pasaban los años y no llega y uno empieza a preguntarse qué pasa, pero creo que hoy estoy mucho más maduro y tengo otras cosas más allá del golf que me importan más y quizás fue eso”.