Eliseo Morales, de Salta a Colombia, y de Pampas a la ilusión de vestir la camiseta de los Pumas en el Mundial

Eliseo Morales se entrena con Pampas para el Super Rugby Américas
Eliseo Morales se entrena con Pampas para el Super Rugby Américas - Créditos: @MAURO ALFIERI

En su brazo izquierdo aflora una especie de planeta Tierra sostenido por un ancla. Es un diseño de su madre que llevan en la piel todos los miembros de la familia. En un costado, un astronauta con un trébol de cuatro hojas, producto de un pacto que entabló con sus mejores amigos. La familia y la amistad son dos pilares en la vida de Eliseo Morales y hace bien en llevarlos tatuados ahora que empieza a levantar. De Universitario de Salta a Colombia, de Cafeteros a los Pumas. Ahora con la camiseta de Pampas, el joven tiene por delante el Super Rugby Américas como plataforma para apuntarle al Mundial de Francia. Después de ser el mejor 9 argentino en la competencia el año pasado y de haber debutado con la celeste y blanca, se ganó el derecho a pelear por un lugar en el plantel de Michael Cheika.

Morales, de 24 años (1,80m, 80kg), no estaba en la primera página de los seleccionadores, pero sorprendió en la SLAR 2022 por su atrevimiento. Una performance sobresaliente que lo llevó a debutar con la celeste y blanca en noviembre. Ahora buscará refrendar esos pergaminos en la nueva formación de Pampas.

Eliseo Morales en la Casa Pumas
Eliseo Morales en la Casa Pumas - Créditos: @MAURO ALFIERI

“Estoy muy contento, disfrutando de este proceso y de la oportunidad que tengo”, dice el salteño, entrevistado por LA NACION. “Mi objetivo a corto plazo es tener un buen torneo, llegar a lo máximo que se pueda con Pampas, y a la larga mostrarme para que me citen para el Rugby Championship y el Mundial. Voy por eso.”

Morales juega desde los 6 y viene de una familia de rugby. Su padre Luis jugó en Universitario, un club de la capital salteña, lo mismo que sus hermanos Santiago y Belisario. Martina, su hermana, juega al hockey también en Uni. A los 14 años apostó por el fútbol y fue a probarse a Estudiantes de La Plata, pero por cuestiones económicas debió regresar a Salta. “Jugaba de enganche. Me gustaba gambetear y encarar”, recuerda. Este desembarco en Buenos Aires lo mantiene cerca de su novia Camila Raposo, que juega al hockey en River y es hermana de la Leona Valentina. Comparte departamento con el sanjuanino Juan Pablo Castro en un barrio cerrado en Pilar, donde también viven otros Pampas llegados del interior.

“Estoy adaptándome. No me cuesta alejarme de mi familia y mis amigos porque lo vengo haciendo desde el año pasado. Este año tenía la cabeza bien puesta en esto y sabía que iba a ser así”, continúa Morales, tras una exigente sesión de entrenamientos en Casa Pumas.

En 2018 había sido preseleccionado para los Pumitas, pero una lesión le impidió jugar el Mundial. Luego quedó al margen del sistema hasta que el año pasado le surgió la posibilidad de jugar por Cafeteros Pro, la franquicia colombiana de la Superliga Americana, que no participará de la versión 2023, ahora denominada Super Rugby Américas.

Varios argentinos tendrán la posibilidad de despertar la atención de Michael Cheika. Morales ya está en ese sitial y la lupa se posará más sobre él ante las peripecias que atraviesan los demás medio-scrums: Tomás Cubelli, uno de sus ídolos junto con el neocelandés Aaron Smith, recién volvió este fin de semana en Biarritz luego de un parate por lesiones de cinco meses; Gonzalo Bertranou se operó recientemente de una lesión en el empeine; Lautaro Bazán Vélez fue operado de la muñeca a fin de 2023, y Gonzalo García, que también pasó por Cafeteros Pro, sufrió una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla que prácticamente lo dejó fuera de competencia.

"Mi objetivo a corto plazo es tener un buen torneo, llegar a lo máximo que se pueda con Pampas", cuenta Morales
"Mi objetivo a corto plazo es tener un buen torneo, llegar a lo máximo que se pueda con Pampas", cuenta Morales - Créditos: @MAURO ALFIERI

“Después del 2022 que tuve me siento en carrera. Con los chicos hay una buena competencia”, continúa Morales. “Aprendo mucho con Cubo, Bertra, con los años que tienen jugando en un gran nivel. Lástima lo de las lesiones, es lo más feo que le puede pasar a un jugador. Más en esta instancia premundial. Quiero hacer un buen torneo para que me llamen por cómo rindo adentro de la cancha, y no porque los otros chicos estén lesionados.”

Luego de la campaña en Cafeteros, Morales fue convocado a un equipo de Jaguares XV que jugó un certamen en los Estados Unidos, y luego a Argentina XV para jugar contra Georgia y Portugal. Inmediatamente, Michael Cheika lo convocó para el tercer partido ante Escocia en la ventana de julio. No jugó en Santiago del Estero, pero integró como invitado el plantel de los Pumas durante las primeras dos fechas del Rugby Championship, ante Australia. La oportunidad finalmente le llegó en la ventana de noviembre. Estuvo en el banco en la victoria en Twickenham, y tuvo su bautismo de fuego con la celeste y blanca al ingresar en los últimos 15 minutos del partido ante Gales en el Millennium Stadium.

“En Twickenham me moría de ganas de entrar. Lo soñé muchas veces y lo veía tan lejos… fue un momento único. Contra Gales estaba ansioso. Me había quedado con muchas ganas de entrar desde el partido anterior y se me iban las ganas. Creo que me jugó un poco en contra, porque me sentí un poco ahogado, pero adentro de la cancha me sentí bien en cuanto al sistema de juego”, expresó sobre el momento de su debut.

Se autodenomina un jugador “dinámico”, y así lo demostró en Cafeteros. “Darle mucho ritmo e intensidad al juego es uno de los puntos fuertes que siento que tengo. Soy muy activo. En defensa me siento bien: comunicación, orden… Para mejorar, un poco el juego con el pie, que lo vengo haciendo”. De chico se vio envuelto en algunos problemas disciplinarios, pero asegura que lo superó: “Era una persona que no controlaba las emociones. Soy muy competitivo, no me gusta perder a nada. Absolutamente a nada, pero a nada. A veces había situaciones que me sacaban y no lo podía controlar. Pensando en frío me daba cuenta de que estaba mal lo que hacía. Pero maduré. Con el paso de los años fui aprendiendo a controlarme un poco. Ahora esa persona ya no existe.”

En el Super Rugby Américas será una de las figuras a seguir. Una oportunidad de consolidarse y apuntar a cosas mayores. Eliseo Morales empieza a volar.