Eliminatorias: Qué dice el descargo de la AFA sobre el fallido partido con Brasil

El momento en que el fiscal de la Anvisa invade la cancha y se encara con los argentinos Nicolás Otamendi y Marcos Acuña, durante el fallido encuentro entre Brasil y Argentina, por las eliminatorias sudamericanas, en la Arena Corinthians, de San Pablo.
NELSON ALMEIDA

El correo electrónico partió de la casilla de la AFA hacia la de la FIFA el pasado domingo. Adjunto, un documento de 56 páginas con 38 anexos probatorios sobre lo ocurrido el domingo 5 de septiembre en el Arena Corinthians, cuando apenas se jugaron cinco minutos del encuentro entre Brasil y Argentina. Desde ese día, la información está en la nube, disponible para ser analizada por los integrantes de los órganos judiciales de la federación internacional.

La AFA sustenta en su escrito de contestación un pedido puntual: la derrota de Brasil en la cancha y la victoria del equipo argentino, sin perjuicio de sanciones disciplinarias que puedan caberle a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por incumplimientos en su rol de organizador del partido. Además de argumentar el reclamo, la AFA detalla (a través de sus abogados, los argentinos Andrés Patón Urich y Ariel Reck y el español Juan de Dios Crespo) las razones por las que el argumento de “fuerza mayor” invocado por los brasileños no aplica en este caso.

Según pudo reconstruir LA NACION de fuentes cercanas a la defensa de los intereses de la AFA, el texto enviado hace foco en la responsabilidad de la CBF como organizadora del partido. Y cómo su cadena de inacciones desde incluso antes de que arribara la delegación argentina a San Pablo es la que contribuye a la suspensión del partido, decretada en los vestuarios luego de que los funcionarios de la Agencia Nacional de Vigilancia de la Sanidad (Anvisa) negociaran con el delegado del encuentro y funcionarios de la Conmebol y la CBF el retiro del estadio de cuatro futbolistas argentinos, tres de ellos titulares .

Más allá de cuestiones legales y términos técnicos uno de los apartados del documento argentino se refiere específicamente a la responsabilidad de la CBF en la suspensión del partido. En esas páginas se describe cómo la asociación local pudo haber evitado el desenlace escandaloso y no lo hizo, dejando de lado todas las alarmas que habían aparecido en las horas previas al encuentro. Dicho de otro modo, la AFA entiende que el accionar de la Anvisa fue previsible y que, de hecho, había adelantado cuáles eran sus objetivos desde el mismo momento en que supo que cuatro futbolistas argentinos que militan en la Premier League inglesa n o habían declarado su paso por Inglaterra y habían puesto en su declaración jurada de viaje que ingresaban desde Caracas , anterior escala del viaje de Eliminatorias, y donde el equipo argentino había vencido al seleccionado vinotinto por 3-1.

Lionel Scaloni habla con Tite después de que las autoridades de salud brasileñas interrumpieran el partido entre Brasil y Argentina.
Gustavo Pagano


Lionel Scaloni habla con Tite después de que las autoridades de salud brasileñas interrumpieran el partido entre Brasil y Argentina. (Gustavo Pagano/)

Las fuentes al tanto confirmaron que la CBF sabía de la convocatoria de los cuatro “ingleses” (Emiliano Martínez, Emiliano Buendia, Cristian Romero y Giovani Lo Celso) desde el 31 de agosto, cuando recibió desde el itinerario de viaje hasta los datos de concentración de la delegación albiceleste. Los brasileños respondieron que ya estaban en contacto con las autoridades aeroportuarias para que el arribo fuera lo más fácil posible. En ese momento ya estaba vigente la Ordenanza Interministerial 655, que impedía el ingreso de quienes hubieran estado en zonas rojas del coronavirus (Inglaterra lo era, por su variante delta) en territorio brasileño. Traducido: Brasil pudo haber generado las excepciones para los argentinos antes de su ingreso en el país. No lo hizo.

Otro dato importante que consta en la contestación argentina es el compromiso del ministro de Salud interino de Brasil para solucionar el tema de las excepciones a la Ordenanza Interministerial. En la última reunión en el hotel de concentración del seleccionado argentino participó Sergio Yoshimasa Okane, máxima autoridad sanitaria del país. Y según la postura de la AFA, en el reporte del delegado de Conmebol, Juan Alejandro Hernández, consta que Yoshimasa Okane se había comprometido a resolver el asunto de las excepcionalidades. Por eso, en la madrugada del partido todos se fueron a dormir en paz: creyeron que el tema de las declaraciones juradas (la famosa “omisión involuntaria” aceptada por la AFA en la mañana de aquel sábado) estaba solucionado y no habría sorpresas por parte de la Anvisa.

El argentino Lionel Messi es visto después de que los empleados de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) ingresaran al campo durante el partido por las eliminatorias sudamericanas que debía disputarse en San Pablo el pasado 5 de septiembre.
NELSON ALMEIDA


El argentino Lionel Messi es visto después de que los empleados de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) ingresaran al campo durante el partido por las eliminatorias sudamericanas que debía disputarse en San Pablo el pasado 5 de septiembre. (NELSON ALMEIDA/)

La AFA no tiene dudas sobre la inacción de las autoridades brasileñas en la organización del partido y hacia allí apunta en su contestación. Sus allegados hablan de “objetiva responsabilidad” de la CBF para que el encuentro se suspendiera y agregan que nunca hicieron nada para prevenir o evitar que las autoridades de la Anvisa ingresaran al Arena Corinthians con la intención de llevarse a los cuatro futbolistas argentinos con la sola intención de comunicarles una decisión administrativa: el inicio de una investigación en su contra por violación de normas sanitarias vigentes.

Según pudo reconstruir LA NACION, la defensa argentina cree que la actuación de la Anvisa no estuvo motivada en criterios epidemiológicos. Cerca del presidente de la AFA, Claudio Tapia, recalcan que el documento enviado incluye como prueba todos los análisis negativos de los futbolistas que llegaron provenientes de Inglaterra, agregan que viajaron en formato de burbuja sanitaria, como lo establece la Conmebol, y que además dos de ellos tenían la pauta de vacunación completa y los otros dos, una dosis. Así, el riesgo de que se contagiaran era cercano a cero. Otra prueba de que el escándalo no fue sanitario es que la Anvisa le dio libertad de circulación a la delegación argentina en San Pablo, más allá del inconveniente suscitado con sus cuatro futbolistas “ingleses”.

El brasileño Neymar (izq.) y el argentino Lionel Messi hablan antes de su partido de fútbol de clasificación sudamericano para la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 en el Neo Química Arena, también conocido como Corinthians Arena.
NELSON ALMEIDA


El brasileño Neymar (izq.) y el argentino Lionel Messi hablan antes de su partido de fútbol de clasificación sudamericano para la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 en el Neo Química Arena, también conocido como Corinthians Arena. (NELSON ALMEIDA/)

Para la AFA, la CBF no hizo nada para garantizarle las excepciones a los cuatro futbolistas argentinos que llegaron de Inglaterra ni para evitar que la Anvisa ingresara al campo de juego, acción que motiva la detención del partido, primero, y la posterior suspensión definitiva. CBF tampoco pudo evitar que la Anvisa invadiera la cancha sin que sus funcionarios estuvieran acreditados ni testeados. En las horas previas tampoco hubo un plan de contingencia en caso de que los fiscales sanitarios quisieran irrumpir en el estadio.

La AFA establece, puertas para adentro, que si la CBF hubiera hecho los deberes que le correspondían de acuerdo con los reglamentos de la FIFA y los protocolos vigentes, los funcionarios de la Anvisa no hubieran llegado hasta la mismísima cancha y el partido se hubiera disputado sin problemas. El documento enviado, contaron las fuentes, es “lapidario” en cuanto a la cadena de responsabilidades de la asociación anfitriona. En este caso, la brasileña.

Los miembros del personal de salud discuten con el entrenador de Argentina Lionel Scaloni y los jugadores de Brasil y Argentina durante un partido entre Brasil y Argentina.
Alexandre Schneider


Los miembros del personal de salud discuten con el entrenador de Argentina Lionel Scaloni y los jugadores de Brasil y Argentina durante un partido entre Brasil y Argentina. (Alexandre Schneider/)

En las oficinas de la calle Viamonte y en las de los abogados contratados por la AFA hay un antecedente cercano sobre el accionar de la Anvisa. Fue en ocasión del partido entre Bahía e Independiente de Avellaneda. Hubo futbolistas argentinos que habían tenido coronavirus y que, aunque ya curados, tenían pruebas positivas. No pudieron ingresar a Brasil y se volvieron. El partido, que entrañaba según los expertos legales argentinos, un riesgo sanitario mayor al de Eliminatorias, se jugó igual. Y con la vigilancia de la Anvisa. En el que se iba a jugar en San Pablo no había ni casos positivos ni contactos estrechos.

Alex Machado Campos, director de ANVISA, Brasil
Pedro França


Alex Machado Campos, director de ANVISA, Brasil (Pedro França/)

Quienes leyeron el documento enviado a Suiza recalcan la noción de la complicidad de la CBF con las autoridades sanitarias. Sin la inacción de los dirigentes de la confederación, la Anvisa no hubiera podido ingresar al estadio y el partido terminaba jugándose. Además, consideran que hablar de “fuerza mayor” en este caso es un absurdo: las intenciones de la Anvisa quedaron claras desde un primer momento y hubo varias alertas, que nadie quiso ver, como la presencia de móviles policiales en el hotel de concentración de la Argentina. O incluso la voluntad de las autoridades de notificar a los argentinos en falta del inicio de las investigaciones en su contra. Justo cuando, según la agenda de las horas previas al partido, el equipo dirigido por Lionel Scaloni se estaba entrenando.

Cerca de la AFA avizoran un primer “fallo exprés”. Es decir, que una vez recabados todos los datos y las posturas de los involucrados, la FIFA se tomará unos días para dar el primer veredicto. Proyectan tener una decisión “antes de la próxima triple fecha de eliminatorias sudamericanas”, que comienzan el 8 del mes próximo. Y se entusiasman con que sea favorable: aunque de escritorio, sería la primera derrota de Brasil como local en toda la historia de la clasificación sudamericana para un Mundial.