Elaine Thompson-Herah: ganó los 100 metros en París, pero no pudo batir el récord de Florence Griffith Joyner

Elaine Thompson-Herah, de Jamaica, reacciona después de ganar los 100 metros femeninos durante el encuentro de atletismo de la Meeting de Paris
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La campeona olímpica jamaicana Elaine Thompson-Herah dominó este sábado con autoridad en los 100 metros de la reunión de atletismo de París, de la Diamond League, con un tiempo de 10 segundos y 72 centésimas. Superó a su compatriota Shericka Jackson (10.97), medalla de bronce en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio.

Thompson-Herah (29 años), que deslumbró en Tokio 2020 con tres oros (100, 200 y 4x100 metros), amenaza en los últimos tiempos, sin complejos, el viejo récord del mundo de la estadounidense Florence Griffith-Joyner (10.49 en 1988), manchado por sospechas de dopaje. El jueves, Thompson-Herah había sido derrotada por su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce en Lausana, pese a un crono excelente (10.60 contra 10.64). Cinco días antes de la carrera suiza, Thompson-Herah había logrado en Eugene (Estados Unidos) un tiempo de 10.54, el segundo mejor de la historia.

Elaine Thompson-Herah, de Jamaica, reacciona después de ganar los 100 metros femeninos durante el encuentro de atletismo de la Meeting de Paris
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Elaine Thompson-Herah, de Jamaica, reacciona después de ganar los 100 metros en la Diamond League de París (ap /)

Fraser-Pryce, subcampeona olímpica de la línea recta, no participó este sábado en la reunión de París. ”Estoy muy feliz por haber cruzado la meta en buen estado. Es de nuevo un crono alrededor de los 10.70, así que estoy muy satisfecha”, declaró Elaine Thompson-Herah. ”El récord del mundo es un objetivo a corto plazo. Está bastante cerca pero si termino la temporada sin conseguirlo no es grave. Soy doble campeona olímpica (de 100 metros, en Rio-2016 y Tokio-2020), estoy contenta con mis actuaciones y nunca he ido tan rápido. Estoy muy satisfecha con lo que he conseguido en este 2021″, aseveró.

Una complicación física de larga data

Elaine Thompson-Herah tiene un problema crónico en sus tendones de Aquiles desde 2016. El dolor, por momentos insoportable, le impide correr y entrenarse con normalidad. Sin embargo, eso no le impide ser la mujer más rápida del planeta.

No es algo aislado lo de Elaine. Hace menos de un mes se convirtió en la primera mujer en coronarse bicampeona olímpica en 100m y 200m. Los oros logrados en Rio 2016 los revalidó en Tokio 2020, donde le sumó otro primer lugar en el podio de la posta 4x100m, cinco años más tarde de colgarse la de plata en esa prueba, en suelo brasileño.

Seis medallas olímpicas. Seis de oro y una de plata. Nada mal para una mujer que llamativamente no llegó como favorita a ninguna de esas competiciones, y que terminó sorprendiendo a más de uno al emular a su compatriota, tan carismático como ella: Usain Bolt. Pero el destino pudo ser muy distinto. De hecho, ella estuvo muy cerca de no formar parte de los Juegos realizados en suelo japonés. Tal vez, incluso, cerca del retiro .

Aquellos traicioneros tendones

Es 1º de octubre de 2019. Un año se había visto obligada a bajarse de los 200 metros femeninos en la undécima reunión de la Liga Diamante de la IAAF en Londres. ¿El motivo? Una molestia frecuente y traicionera en los tendones aquileanos que arrastra desde 2016.

Elaine celebra después de revalidar su oro olímpico en los 200m de Tokio 2020
Petr David Josek


Elaine celebra después de revalidar su oro olímpico en los 200m de Tokio 2020 (Petr David Josek/)

Ahora faltan diez meses para que comience la cita olímpica y su entrenador, Stephen Francis, decide retirar a Elaine Thompson -Herah del resto del Campeonato Mundial de Atletismo de la IAAF. La lesión vuelve a incomodarla en la serie de clasificación de los 100m, donde termina en el cuarto lugar. Los fantasmas regresan a su cabeza. Para enfrentarlos, igual se presenta en la serie preliminar de 200 metros. Termina segunda lugar en 22.61. Sin embargo, esa es su despedida.

En la conferencia de prensa intenta disimilar su preocupación. Pero su rostro delata su fastidio. Su frustración ante lo desconocido. Su impotencia de sentir que el tiempo apremia y que su cuerpo no está bien. Los trials de Jamaica están a la vuelta de la esquina. Las chances de defender su doble corona olímpica se reducen cada día un poco más.

“Este no es el final que esperaba después de todo el arduo trabajo y la preparación previa al Campeonato del Mundo. Pero solo tengo que dejar esto atrás mentalmente y concentrarme en mi salud, y recuperación antes de la temporada 2020”, le dice Thompson a la prensa.

Elaine, durante 2019, cuando el sueño de competir en Tokio 2020 parecía alejarse por culpa de sus Aquiles
Elaine, durante 2019, cuando el sueño de competir en Tokio 2020 parecía alejarse por culpa de sus Aquiles


Elaine, durante 2019, cuando el sueño de competir en Tokio 2020 parecía alejarse por culpa de sus Aquiles

El diagnóstico es claro: así como está no puede seguir compitiendo. Al mismo tiempo, una operación decretaría el final de su carrera.

Dentro de todo lo malo, los estudios son alentadores. “Dudo que se requiera cirugía porque ella no sufrió una ruptura en el tendón. Lo que tiene son pantorrillas extremadamente apretadas, que ejercen presión sobre la parte inferior del pie. Así que tenemos que encontrar una metodología para lidiar con ese problema, para que pueda prepararse y competir adecuadamente”, explica Francis.

En noviembre de ese año, la velocista se casó con Derron Herah, un exatleta y actual entrenador de 39 años, después de un largo noviazgo. “Tengo como esposo a mi mejor amigo. Él es mi fan número uno. Es un hombre de familia y es un agradecido a Dios. Eso es lo que lo convierte en un hombre hermoso. No tenemos miedo de decir que no somos perfectos. Tenemos nuestros desacuerdos, pero eso viene junto con el matrimonio”, escribió en sus redes sociales unos días después de contraer enlace.

En noviembre de 2019, Elaine Thompson se casó con Derron Herah
En noviembre de 2019, Elaine Thompson se casó con Derron Herah


En noviembre de 2019, Elaine Thompson se casó con Derron Herah

En marzo de 2020, llegó la información que termina de motivarla: la pandemia de Coronavirus retrasa un año la cita en Tokio 2020. “Desde lo deportivo, la postergación de los Juegos para mí es una bendición”, grafica.

Durante toda esa temporada corrió siete carreras de 100m por debajo de los 11 segundos . Ya no quedaban dudas: la bicampeona olímpica estaba de regreso. Pero el contexto no fue el ideal, porque los dolores permanecieron. Elaine se adaptó a su realidad y aprendió a convivir con ellos.

“Es la misma lesión en el tendón de Aquiles, que me estuvo molestando durante casi cinco años ... no es tan malo para la cirugía, pero supongo que está sobrecargado de trabajo, así que tengo que controlarlo adecuadamente”, declaró.

Con muchísimo dolor en sus talones, Thompson le preguntó a su entrenador: “¿Voy a poder ir a los Trials?”. Él le respondió que sí, pero que tenía que controlarse con frecuencia para no romperse.

Lejos de su mejor nivel, y dando ventaja, Elaine terminó tercera en ambas pruebas (100m y 200m) y consiguió el pasaje a Tokio. El sueño de revalidar sus oros olímpicos siguió firme.

“Soy una atleta de élite y solo tengo que trabajar para volver a la cima. La decepción te hace mejor y más fuerte porque sé que me enfrento a esta lesión persistente. Lo principal es esforzarte y obtendrás el resultado que deseas algún día. Yo sé que en algún momento este dolor de Aquiles desaparecerá. Pero hoy quiero ir a Tokio y retener mis títulos. Mi sueño es conseguir tres medallas de oro”, declaró en septiembre de 2020. Once meses más tarde concretó todas sus aspiraciones. Incluso, batiendo el récord olímpico de los 100m después de 33 años.

Hycenth, la abuela de Elaine Thompson, fue importante en su infancia; cada vez que la bicampeona olímpica vuelve a su casa, ella la espera con un jugo de guanábana, una bebida refrescante de piña, bayas y cítricos.
Hycenth, la abuela de Elaine Thompson, fue importante en su infancia; cada vez que la bicampeona olímpica vuelve a su casa, ella la espera con un jugo de guanábana, una bebida refrescante de piña, bayas y cítricos.


Hycenth, la abuela de Elaine Thompson, fue importante en su infancia; cada vez que la bicampeona olímpica vuelve a su casa, ella la espera con un jugo de guanábana, una bebida refrescante de piña, bayas y cítricos.

La infancia de Thompson, en una zona rural de Jamaica, estuvo muy alejada del deporte. Rebelde desde la cuna, quedó al margen del equipo de atletismo de su escuela secundaria por indisciplina. Posiblemente haya habido un gran mérito de su abuela Hycenth para que la pequeña Elaine empiece a acostumbrarse a la velocidad.

Solía memorizar lo que mi abuela me pedía cuando me tocaba ir a hacer las compras”, le confió alguna vez a la revista World Athletics. Y agregó: “Entonces, iba lo más rápido posible, para no olvidarme de nada y volver, para sentarme a ver dibujos animados y películas en la televisión”.

Elaine Thompson-Herah en acción, durante las semifinales de los 200m en Tokio 2020
Matthias Schrader


Elaine Thompson-Herah en acción, durante las semifinales de los 200m en Tokio 2020 (Matthias Schrader/)

Si la base de cualquier deportista de alto rendimiento es el entrenamiento y la alimentación, Elaine cubre con creces ambos rubros. Además de incluir a su trabajo cada consejo que le da su entrenador Stephen Francis, ella tiene una licenciatura en Administración de Servicios de Alimentos y Artes Culinarias. Como es lógico, sus platos favoritos tienen un sabor caribeño.

Además del pollo, el arroz y los guisantes que hay en la isla, uno de los componentes clave de su dieta es el ñame amarillo, un tubérculo que forma parte de la cocina tradicional de Jamaica y al que el propio Usain Bolt le atribuyó nutrientes especiales para los velocistas. Cada vez que vuelve a su casa en Banana Ground, la abuela de Elaine la espera con jugo de guanábana, una bebida refrescante de piña, bayas y cítricos.

Al igual que su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce, a Thompson le gusta jugar con su look: se deja el pelo largo, se lo tiñe con los colores de la bandera de Jamaica, se lo corta, se lo ata. “Creo que esto es algo que mi país encontraría sorprendente de mí: me gusta disfrazarme”, le dijo a World Athletics.

El look futurista que utilizó Florence Griffith Joyner en su inolvidable 1988
El look futurista que utilizó Florence Griffith Joyner en su inolvidable 1988


El look futurista que utilizó Florence Griffith Joyner en su inolvidable 1988

La mujer maravilla

Curiosamente, una de las pioneras en aquello de destacarse por sus peinados, su look o su moda fue la estadounidense Florence Griffith-Joyner, quien en los Juegos de Seúl 88 no solo sorprendió por su asombrosa velocidad, sino también por sus extravagantes malllas aerodinámicas que utilizó y las uñas femeninas más largas de la historia.

Griffith se impuso en la final de los 100 metros marcando un tiempo de 10.54, cinco centésimas por encima del inalcanzable récord que ella misma había establecido en el hectómetro apenas un mes antes (10.49).

Las medallas, y las uñas, de Florence Griffith Joyner
Las medallas, y las uñas, de Florence Griffith Joyner


Las medallas, y las uñas, de Florence Griffith Joyner

En Seúl, Griffith-Joyner hizo delirar a los espectadores con el establecimiento de un nuevo récord mundial: 21.34 en los 200m. Un tiempo sólo explicable si se analiza la poderosa zancada de Griffith, quien con sus 2,22 metros superó incluso los 2,15 metros por paso que dio en esa misma pista el canadiense Ben Johnson en los 100m.

En Tokio 2020, casi 33 años más tarde, Elaine Thompson logró destronar a la estadounidense, al mejorar en tres centésimas su récord olímpico en los 100m: revalidó su oro con un sorprendente tiempo de 10.51.

Florence se retiró meses después de ganar tres oros en Seúl debido a los rumores de dopaje, en el mejor momento de su carrera, y se dedicó a hacer todo tipo de publicidades, aprovechando su gran momento mediático. Incluso, hasta se comercializó una muñeca llamada Flo-Jo.

El 21 de septiembre de 1998, un repentino ataque al corazón terminó con la vida de esta inolvidable velocista de 38 años, que ya había sufrido un ataque cerebral en 1996 cuando viajaba en avión.

Sospechas de doping y el abuso de los anabólicos pusieron sobre la muerte de Florence Griffith-Joyner un manto de dudas. Sólo ella sabía la verdad. Oficialmente, nunca se pudo probar nada y sus récords mundiales de los 100 metros y 200 metros femeninos siguen vigentes.

La polémica por las zapatillas

Desde hace tres años, la polémica se instaló de lleno en el mundo del atletismo: ¿Puede un par de zapatillas ayudar a los atletas a bajar tiempos?

“Los zapatos que usan Thompson o Fraser-Pryce están ligeramente elevados, con eso ganas una pulgada de longitud de pierna”, explicó Pierre-Jean Vazel en el diario francés L’Equipe. Y amplía: “Te hacen avanzar sin esfuerzo. Hay un pequeño colchón que absorbe los golpes, que se deforma al presionarlo y que luego se reforma. El cojín vuelve a ocupar su lugar y te hace inclinar hacia adelante. Cuando miramos a Elaine Thompson en cámara lenta en Tokio, vemos el pequeño colchón que ocupa su lugar y permite una pequeña propulsión. Pero no ayuda recuperarse, sino ser más corto en el suelo. "

En el caso particular de Elaine, esto se suma a una gran cantidad de trabajo de postura que realizó en los últimos años. “Tenía un estilo de carrera con una pelvis de anteversión”, continúa Vazel en L’Equipe. Como su pelvis está hacia atrás, si quiere avanzar con los pies, levantar las rodillas y buscar hacia adelante, tira de toda la cadena posterior, los isquiotibiales, tendones, etc. Mientras que tira menos si la pelvis está neutra, recta, sin las nalgas hacia atrás. Es posible que los zapatos ayuden en este sentido.”