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El Tuca Ferretti y la absurda indignación de verlo viajar en taxi, aunque debería ser normal

Tuca Ferretti al finalizar un partido con Tigres en la Liga MX, durante febrero de 2021. (Azael Rodriguez/Getty Images)
Tuca Ferretti al finalizar un partido con Tigres en la Liga MX, durante febrero de 2021. (Azael Rodriguez/Getty Images)

Ricardo Tuca Ferretti será el nuevo guía de Cruz Azul. La Máquina ha echado mano de un entrenador experimentado y ganador para salir del marasmo de malos resultados que se ha extendido sin pausa desde que rompieron la sequía de 24 años sin ser campeones de Liga, hace casi dos años. Desde entonces, todo ha ido cuesta arriba para ellos en los ámbitos deportivo e institucional. Con el anuncio de Ferretti como director técnico, la expectativa de mejores días en La Noria ha despertado.

Y el Tuca ya ha comenzado a dar muestra de su peculiar forma de ser. El exentrenador de Tigres, cuyo último trabajo fue a cargo de Juárez, arribó a la firma de su contrato en taxi. Y eso no tendría que representar un escándalo fuera de proporción, pero sí lo fue para muchos periodistas y aficionados que no pudieron entender que Cruz Azul no mandara a alguien a recoger al director técnico. En un video difundido por el reportero Adrián Esparza Oteo, Ferretti se sube a un taxi saliendo del Aeropuerto Ciudad de México y, según Esparza, preguntó hacia dónde debía dirigirse, a lo que este le respondió que a Gran Sur, oficinas corporativas.

Ferretti firmó su contrato y por la tarde fue anunciado como timonel de los cementeros. Pero mientras eso pasaba, la indignación se hizo sentir por la supuesta actitud de desidia que tuvo Cruz Azul al dejarlo sin nadie que lo guiara en su llegada. Pero eso cambió cuando el Tuca Ferretti le confirmó al reportero León Lecanda que fue él mismo quien pidió llegar por sus propios medios a las oficinas para firmar su contrato. A Cruz Azul se le tachó de irresponsable, de actuar como "equipo de barrio", sin conocer que Ferretti había pedido exactamente eso.

Y es lo más normal del mundo. En cualquier trabajo, un nuevo empleado acude personalmente a firmar su contrato, por más alto que sea el rango. Y aquí Ferretti hizo eso. Se sabe que el carácter del Tuca puede ser muy cambiante de un momento para otro. Como cuando perdió la cabeza en 2016 por un leve impacto que le dieron a su Ferrari o cuando regañó a un fan que tardó mucho en sacar la cámara de su celular para tomarse una foto con él. Pero su humor puede ofrecer episodios como aquel en que habló por teléfono con la mamá de un reportero y le dijo "te encargó que pases por las tortillas".

Es el Tuca y nadie va a descubrir nada nuevo en él. En esta ocasión quiso tener un mero gesto de autosuficiencia, ir sin ayuda de nadie, no salir rodeado de escoltas y trabajadores del club, atender a la prensa y viajar en taxi. Nada del otro mundo, nada que no haría cualquier entrenador o cualquier persona que sale del aeropuerto (excepto lo de atender a la prensa, eso no lo haría cualquier persona que no sea famosa, pero él está más que acostumbrado al ambiente de los medios).

Dice mucho que indigne ver a un entrenador reconocido viajar en taxi: ese es el nivel de endiosamiento que se tiene por la gente del futbol en México. La culpa, vale la pena aclararlo, no es de Ferretti, que, como ya se dejó claro, pidió que las cosas fueran así y Cruz Azul lo respetó. El problema radica tanto en los periodistas que criticaron sin conocer el fondo y en el mero hecho de que se considere indigno que un entrenador llegue por su cuenta a unas oficinas. Estamos hablando de algo que cualquier persona con noción podría hacer: preguntar adónde ir, darle la indicación al taxista, bajar del taxi, subir pisos y firmar un contrato.

¿En dónde está lo excepcional? No hay, no existe. Pero la prensa y la afición se han acostumbrado a la otra cara del juego: a los autos de lujo saliendo de los entrenamiento, a que los jugadores usen lentes oscuros para no ser reconocidos, a toda la parafernalia glamourosa que rodea al futbol. Hacía falta esto, aunque luego pueda enojarse si alguien le pega a su auto en la caótica Ciudad de México: que un entrenador histórico del futbol mexicano viajara en taxi y sin ayuda de nadie a firmar su contrato.

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