El truco barato de Fútbol Picante para crear polémica con la Copa Mundial Femenina 2023

El pasado 19 de julio se transmitió un programa en ESPN a una hora literalmente del inicio de la inauguración de la Copa Mundial Femenina 2023 en Australia y Nueva Zelanda.

De los creadores de convenciones de puros hombres para hablar del embarazo, de la menstruación, de la disparidad de género, de ser mujeres trans, se presenta una mesa llena de hombres para hablar de futbol femenil. Una mesa estándar, diríamos.

Sin embargo, la presencia de la futbolista mexicana Desirée Monsiváis hizo toda la diferencia en esa mesa, pese a que la interrumpieran y no la dejaran hablar.

Va la explicación: es bastante claro cómo David Faitelson echa a su compañero Mauricio Ymay al ruedo al compartir ante la televisión una duda de Mauricio que al parecer, le hizo tras bambalinas y sin estar al aire.

Para expresarse mejor Mauricio intentó plantear la pregunta con altos grados de condescendencia a su invitada Desirée Monsiváis, jugadora de los Pumas, a quien le preguntaba por qué la FIFA no adecuaba ciertas medidas o reglas a las mujeres, dando a entender que según él son más pequeñas físicamente, menos fuertes y menos rápidas.

La pregunta de Mauricio Ymay fue acompañada por un innecesario preámbulo básicamente machista: “no quiero que se malinterprete y quiero ser muy cuidadoso con lo que voy a decir, sobre todo por los tiempos en los que vivimos”, pues es el equivalente a cuando alguien está por ser racista, pero antes de eso advierte: “no quiero sonar racista, pero…”.

“Sigo encontrando en el futbol femenil un deporte en el cual hay más errores que aciertos. ¿Cuánto tiene que ver esto con el no adaptar portería, cancha, tiempos, no sé, tú dímelo mejor, el no adaptar a una rama femenil y, que no tiene que ver absolutamente nada que ver con el sexo, con el género, no tiene nada que ver con que jueguen hombres o mujeres, porque en el tennis, en el volley, bajan la red”, pregunta finalmente Ymay a Desireé.

Vuelvo a ver el video de ESPN mientras Alexandra Popp la delantera de 32 años de Alemania, anota en el Mundial 2023 su segundo gol contra Marruecos al minuto 39, después de romper el récord del evento al anotar el primer gol de un partido a los 11 minutos.

Desirée Monsiváis muy paciente, muy sonriente, responde más rápido de lo que se formuló la pregunta:

“A ver, voy a ponerlo más... puntual. Si un jugador lo tienes de cierta estatura, le vas a decir: ‘oye tú no estás permitido para jugar porque a lo mejor tu pie también es más pequeñito y la pelota es más pequeñita para ti’”, dijo, sencilla.

Todavía el periodista Ángel García coincidió con su compañera y dijo breve para concluir: “Desirée, con estas mismas reglas el futbol femenino ha crecido enorme.”

Pero como un Neymar emberrinchado que se queda en el suelo esperando que le marquen a favor, Faitelson no suelta el comentario ni la pregunta que ya vio lo que genera y le vuelve a preguntar a Desirée con las mismas palabras. Solo que agrega esta pregunta maldita que yo sé que ni él cree: “¿Porqué buscar el reto de jugar donde juegan los hombres?”.

-Escribo esto mientras termina el partido Alemania contra Marruecos. Es 6-0 el marcador final. Antes de eso disfruté un Italia-Argentina que no se soltaban con un marcador justo de 1-0, a favor de La Azzurre-.

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Francia mostró en un video los increíbles goles que ha anotado la Selección francesa. Los vítores y celebraciones desbordados reconocen a Mbappè y a Griezmann en goles épicos, pero pronto vemos que se trata de una trampa visual y un comercial en apoyo a la Selección femenil. Con edición e Inteligencia Artificial, hicieron pasar goles de Sakina Karchaoui o de Delphine Cascarino como de sus homólogos hombres.

Yo sé que el público no es tonto y que no necesitamos darles legitimidad a las mujeres solo cuando lucen como hombres para reconocer que son buenas, que anotan goles históricos, que hacen jugadas de alto nivel. ¿Qué es esto una comedia de confusiones Shakespeariana?

¿Qué pueden decir los hombres “auténticos expertos”, como se promocionan, sobre el Mundial femenil? Sé que son comentaristas de futbol, algo deben saber. Realmente quiero ser muy cuidadosa con lo que voy a decir.

Además me imagino a la producción del show picante pensando grandes ideas de cómo subirse a este Mundial para no ser cancelados, porque qué miedo que en estos tiempos ya ni se puede saludar de beso a las trabajadoras jerárquicamente más abajo porque todo es acoso. No vaya a ser que digan algo sin cuidado.

Una gran idea al fin, ‘innovadora’ se congratulan internamente: invitaron a UNA mujer experta. Ojalá acaparara el micrófono, pero el típico bully prefirió aventarle todas sus dudas chispa porque de eso se trata el programa, si no ¿quién lo vería? Uno creería que cinco hombres de media edad y con trajes grises cooptarían a cualquier audencia y aclaro que decir esto no tiene que ver con su género.

Quizás la producción piensa que los hombres que miran el programa en vivo se ríen de estos cuestionamientos, totalmente válidos. Al fin que Diego Maradona medía 1.65 tan solo siete centímetros más que la delantera argentina, Estefanía Banini. Siete centímetros, han dicho, sí que hace la diferencia.

-¿Qué tal? ¿Me vi picante?-

Han pasado cuatro años desde el último mundial femenil, como bien dictan las reglas de la federación, esas que pretenden innovar. ¿Cuatro años son suficientes para resolver las dudas más básicas sobre biología, futbol y los conceptos de sexo y género? No es mucho, ni es poco, decía Jaime Sabines, es bastante. ¿Cuatro años les parece suficiente para encontrar a más comentaristas expertas o expertos en futbol que no sean machistas?

Tantas preguntas y ahora entiendo, qué pereza investigar. No es como que existan mil buscadores en Internet atascados de información para al menos hacerse de una idea. No es como que no hay periodistas de otras generaciones que invierten tiempo en prepararse, capacitarse, entender contextos, leer historia, aprender idiomas.

No me parece entonces nada genuina esta duda que hacen Mauricio Ymay ni David Faitelson a una mujer presente. Sé que el programa ha ganado un Emmy (ya ven, yo sí hago mi tarea) y lleva 10 años al aire y me sorprende que se mantenga de puras preguntas polémicas perfectamente sustituibles por información rica, si lo que quieren es continuar relevantes. Pregúntenme a mí si con contenido feminista he perecido en el internet.

Si no fuera por las invitadas (que seguro no ganan en dinero lo que sus compañeros de mesa sí, pese a que deberían solo por su paciencia) quizás deberían acortar el tiempo de Futbol Picante pensando que a lo mejor -y cito-, así se vuelva más equilibrado, más competitivo, más espectacular. Sugeriría mandar a más comerciales, que pregunten más rápido y varíen las dudas, repetir es aburrido.

Cada que me meto a alguna cobertura quesque periodística de mujeres y los deportes encuentro más errores y provocaciones machistas que aciertos, entonces me pregunto: ¿cuánto tiene que ver esto con no adaptar los formatos de tele, las cámaras, los medios, a los propios conductores y periodistas y los contratos que les dan a sus estelares?

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Si los comentaristas pensaban que no verían los mismos errores que cometen los hombres en el futbol y por otro lado les exigen perfección y pristinidad a las mujeres, nos muestran sus sesgos ante atletas endiosados que no tienen espacio para el error. Como si las ligas femeniles llevaran ya cien años conformadas profesionalmente.

Estos sesgos de los periodistas y comentaristas nos habla también del concepto retrógrada en el que ellos tienen todavía, no solo a las mujeres -en un pedestal- sino también a las atletas -seres divinos, ¿cómo pueden fallar?-.

Como si los autogoles, los fueras de lugar, los cabezazos, los tiros al poste o los constantes saques de esquina no fueran parte de los 90 minutos. -Las caídas dramáticas no, esas sí solo son de Neymar-. ¿Qué quieren ver estos hombres que constantemente se equivocan y nunca reparan en ello, un partido o una telenovela bien marcada con diálogos y peleas actuadas? Para eso está Futbol Picante. Por ESPN.

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