El inmobilismo de Mattia Binotto era incompatible con la urgencia constante de Ferrari

El pasado martes se oficializó la marcha de Mattia Binotto como Team Principal de Ferrari (Photo by Rudy Carezzevoli/Getty Images)
El pasado martes se oficializó la marcha de Mattia Binotto como Team Principal de Ferrari (Photo by Rudy Carezzevoli/Getty Images)

Ferrari oficializó el pasado martes la dimisión de Mattia Binotto como Team Principal, puesto que ocupaba desde 2019. Sin embargo, la trayectoria del suizo en Maranello se remonta hasta mucho antes, concretamente 28 años. A pesar de su exitosa carrera en la Scuderia, desde que aterrizó al mando del equipo, las cosas no han ido como se esperaba y el suizo pedía paciencia y una línea continuista. Algo que contrasta con la impaciencia de Ferrari.

Pensándolo fríamente, 2022 no ha sido un mal año teniendo en cuenta de donde se viene pero quizás las expectativas fueron demasiado altas y el golpe de realidad ha tenido consecuencias muy graves para sus intereses. Es decir, ganar cuatro carreras después de estar dos años sin ser líderes no está mal. Pero el inicio fue tan bueno que los errores garrafales del resto de año han sido imperdonables para la presión que se ejerce desde Italia.

Y no solo estos errores son los que han condenado a Binotto. Si no su nula reacción. Desde el Gran Premio de España, donde Leclerc se retiró yendo líder, ha habido fallos de fiabilidad como en Bakú y, sobre todo, muchos problemas estratégicos, como es el caso de las carreras de Hungría o Mónaco. En vez de rectificar, el suizo dijo que había que seguir igual. El desenlace lo conocemos todos: Red Bull ha ganado todas las carreras de la segunda mitad de temporada, exceptuando una que se la llevó Mercedes.

Es cierto que falta mucha paciencia en Ferrari pero esto es algo que ya lleva integrado la Scuderia. Las presiones que llegan de la prensa italiana son muy altas y por ello han rodado tantas cabezas en los últimos tiempos. Es normal también, ya que están inmersos en su segunda peor racha de toda la historia. El Mundial de pilotos no lo ganan desde Kimi Räikkönen en 2007 y el último de constructores fue tan solo un año más tarde. Tantos años sin tocar la gloria, para la escudería más mítica y laureada de la historia es mucho.

Quizás no es la pieza que se debe cambiar para volver al éxito de una vez por todas. De hecho, cambiar la cabeza visible del proyecto ya es algo que se ha intentado los últimos años sin mucho éxito. Desde la marcha de Jean Todt en 2007, ha habido tres jefes de equipo: Domenicali (2008-2014), Arrivabene (2015-2018) y el propio Binotto (2019-2022). Nada que ver con la estabilidad en otros equipos como Red Bull con Christian Horner o Mercedes con Toto Wolff. Pero claro, estos ejemplos tienen un margen mucho más grande.

El tiempo dirá si la decisión es la acertada o no, pero lo que es algo lógico es que en Maranello se necesitan cambios para dar con la tecla definitiva. El trabajo de Binotto sirve para sacar cosas positivas y también para ver en qué áreas mejorar. Lo bueno para los italianos es que hay una buena base para poner contra las cuerdas a los mejores.

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