El dolor de Kubo, la estrella del futbol de Japón tras perder la medalla con México en Tokio

Es inevitable. De hecho no existe uno sin el otro cuando de competencias se trata. Por cada victoria, hay una derrota. Por cada alegría inmensa hay un dolor profundo. Sobre todo si la pérdida sucede en tu propia casa. Y esta vez le tocó a Takefusa Kubo, la joven estrella de la selección de Japón que no pudo quedarse con la medalla de bronce al ser vencidos por México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El futbolista que forma parte de la nómina del Real Madrid (aunque no de su plantilla) brilló en esta justa veraniega con la expectativa de llevarse la medalla de oro y la realidad lo hizo quedarse con las manos vacías.

De nada le sirve saber que la proyección que le dio su participación en Tokio lo han puesto en la mira de varios equipos en Europa de primera división. En estos momentos la herida está abierta y fueron los mexicanos quienes la provocaron con 3 goles en contra.

El sufrimiento fue general en todo el equipo japonés, pero si de alguna forma se puede ilustrar una tragedia es con la imagen de Kubo tirado en el césped. Él sabe lo que ha perdido y no ha sido poco, más si se trata de alguien educado bajo una cultura de constancia y perfección, con alta demanda de resultados.

Es seguro que esta perdida no frustrará su futuro, pero de momento esa punzada de rabia al no lograr la meta le carcome el alma, a tal grado, que su llanto provocó que sus verdugos fueran a tratar de consolarlo. Porque afortunadamente esto es deporte. A veces se gana, a veces se pierde y no pasa nada. O al menos así debería ser.

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