El beso de Lionel Messi en Qatar 2022 que le dio la vuelta al planeta: con la Copa Mundial de Fútbol

LUSAIL CITY, QATAR - DECEMBER 18: Lionel Messi of Argentina kisses the FIFA World Cup Qatar 2022 Winners' Trophy while holding the adidas Golden Boot award after the FIFA World Cup Qatar 2022 Final match between Argentina and France at Lusail Stadium on December 18, 2022 in Lusail City, Qatar. (Photo by Maja Hitij - FIFA/FIFA via Getty Images)
Lionel Messi1 Foto: Maja Hitij - FIFA/FIFA via Getty Images

Lionel Messi ya lo tiene todo. Es eterno. Es Messi, el inmortal. Levantó la Copa del Mundo en Qatar 2022. Siempre debió ser así. Hoy ya no hay que soñarlo. Todo el planeta lo apoyó. Sabían que lo merecía como nadie, que había llorado y sufrido injustamente, que fue repudiado en su país y le exigieron que se quedara en España. Lionel ya nunca tendrá una deuda consigo mismo. No la tenía con nadie, sólo con él. Y la pagó en el último suspiro de su vida mundialista, cuando la tragedia sin fin asomó en el paraje catarí. Es el adiós definitivo. Debería serlo, porque ahora Argentina tendrá que aprender a competir sin él.

Pero hoy el sueño es todo de Messi, de ese niño que un día rompió una ventana porque se quedó encerrado y tenía que llegar a jugar un partido. Hoy tiene el Mundo a sus pies. Y no sólo hoy. Lo tendrá para siempre. Su presencia implicará pleitesía allá donde vaya. En Alemania 2006 era un niño. No hubo espacio para su magia incipiente. En Sudáfrica, Maradona en el banquillo, no pudo brillar. Brasil 2014 fue una decepción y Rusia 2018, un lamento.

Su quinto mundial fue el definitivo. El que tanto esperó y se le había negado de manera cruel, como para darle una lección de vida: eres el mejor, pero no el campeón. Esas palabras que resonaron en su cabeza en el Maracaná y que hoy carecen de sentido. Messi es el mejor y el campeón. Durante dos décadas ha estado en la cima del futbol. Si el mejor guionista hubiera escrito esto, no habría podido acercarse a la epicidad de lo real. Lionel Andrés Messi Cuccittini es un Dios del Futbol y ya no hay retorno.

Cantará y reirá como nunca lo hizo, porque cada derrota le dolió, aunque fuera millonario y lo idolatraran en todas las latitudes del Mundo. Esto tenía que pasar para que el círculo perfecto quedara cerrado y nadie osara volverlo a abrir nunca. Messi pone fin a una época, a su época, a la época de todos: porque compartió su futbol, el futbol que ha sentido en su corazón, con todos y cada uno de los habitantes de la Tierra.

Lionel Messi levantando la Copa del Mundo en Qatar 2022. (Julian Finney/Getty Images)
Lionel Messi levantando la Copa del Mundo en Qatar 2022. (Julian Finney/Getty Images)

Se acabaron las comparaciones, los reclamos, los dedos flamígeros. Messi hizo lo que tantos millones de sueños humanos proyectaron: verlo levantar "la del Mundo". Como Maradona en el Azteca y Passarella en el Monumental. Argentina tiene tres estrellas. Lo gritarán hasta que los pulmones no puedan más. Hoy ha visto la Copa y la pudo besar. Hace ocho años la vio de lejos. Parecía la trágica imagen de colección que atesora un momento de pena eterno. Hoy Messi es todo lo que él siempre quiso ser. Su mejor versión. Tiene el Mundial y la felicidad no tiene fin. Todos los seres humanos deberían guardar este momento y contarlo hasta el final de los tiempos.

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