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Eguibar vuelve a volar en Sierra Nevada

Sierra Nevada (Granada), 11 mar (EFE).- Lucas Eguibar volvió a demostrar por qué es una de las grandes figuras del deporte invernal español al ganar este sábado la primera de las dos pruebas de la Copa del Mundo de boardercross de snowboard que se disputan en la estación española de Sierra Nevada (Granada), resarciéndose de la desilusión que le supuso no haber podido defender con éxito la pasada semana, en Georgia, el título mundial de la disciplina que había logrado hace dos años en Suecia.

'Luki, nacido hace 29 años en San Sebastián, que hace diez ganó el oro mundial júnior y que hace ocho capturó la Copa del Mundo, volvió a postularse para capturar, por segunda vez, el Globo de Cristal, el trofeo que distingue al vencedor de la competición de la regularidad. Lo hizo al anotarse su quinta victoria en ese torneo; de nuevo con la misma autoridad con la que había logrado la anterior, asimismo en la estación andaluza que corona el Pico Veleta (3.396 metros) y hace tres años: justo el fin de semana previo a que en España se decretase el estado de alarma y posterior confinamiento con motivo de la pandemia de la covid-19.

Eguibar demostró no sólo talento y potencia, sino una enorme capacidad de resiliencia. Una semana después de los Mundiales de Bakuriani (Georgia), donde se quedó con las ganas de repetir el oro intercontinental que había capturado en 2021 con la espalda dolorida en la muy gélida estación sueca de Idra Fjäll, el campeón vasco volvió a ganar; el mismo día que la que la británica Charlotte Bankes puso al rojo vivo la general femenina al imponerse por delante de la francesa Chloe Trespeuch, que sigue líder, pero ahora con tan sólo dos puntos de ventaja sobre la anterior.

Sierra Nevada y Lucas Eguibar son dos nombres que casan a la perfección. En los Mundiales de 2017, el 'rider' donostiarra se había proclamado subcampeón del mundo en el paraíso natural andaluz, sólo un día antes de capturar otra plata, por equipos, junto al ceutí-malagueño Regino Hernández: medallista olímpico de bronce en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur), retirado la pasada temporada y uno de los ilustres invitados a las pruebas que alberga la estación en la que se desarrolló como deportista.

Eguibar, que con anterioridad en Copa del Mundo había festejado siempre en Veysonnaz (Suiza), se impuso con enorme autoridad hace tres años en la Penibética; y este sábado logró un triunfo que lo mete de lleno en la lucha por el Globo de Cristal, que vuelva a ser "el objetivo", según reconoció a Efe a pie de pista, en "un circuito en el que" se sintió "siempre muy cómodo". Y en el que este domingo opta a rizar el rizo con una nueva victoria que lo podría colocar, incluso, al frente de la general.

El alemán Martin Noerl, eliminado en cuartos y decimotercero este sábado, sigue líder de la Copa del Mundo. Pero la cosa se ha estrechado en la cima. Visintin -el hombre que tiró a' Luki' en la primera ronda de los Juegos de PyeongChang, donde el guipuzcoano, que partía entre los favoritos, fue abanderado del equipo español- es segundo en la general, con 254.

El francés Loan Bozzolo -cuarto este sábado en la final a cuatro: el puesto más desagradecido de todos- suma 245. Y Eguibar, que ascendió del octavo al cuarto puesto, está a 42 unidades del liderato.

Este sábado volvió a brillar. No sin darle algo de emoción al asunto, con una espectacular 'librada' en la ronda de octavos, antes de ganar el resto de las series y hacer sonar la Marcha Real, por segunda vez en tres años, a pies del majestuoso Veleta. En otra jornada calurosa, en la que, al igual que en los Mundiales de 2017 y en la Copa del Mundo de hace tres temporadas, estuvo arropado por numerosos miembros de su cuadrilla, así como gran parte de su familia.

Su hermano Nico, otro auténtico campeón, sobrevivió a un gravísimo accidente de moto hace trece años que le produjo severos daños cerebrales. Algo que no le ha impedido seguir adelante con su vida y, sin ir más lejos, dedicarse a recorrer Sudamérica durante el pasado año y medio. Esta vez quiso darle una sorpresa a 'Luki' y apareció hace dos días, sin avisar, en Sierra Nevada.

Este sábado, Nico, participe de todos los éxitos deportivos de su hermano menor en Sierra Nevada, fue de nuevo talismán. Y, de paso, casi mata del susto y de la alegría a su madre, Graciela, que tampoco sabía nada de su inesperada visita y que celebró un nuevo triunfo de su vástago junto a tres de las tías de éste: Arantxa, Rosa e Idoia. Que tampoco se quisieron perder otro festejo familiar en torno al astro donostiarra.

Eguibar no defraudó a sus numerosos seguidores, ganó sin problemas y festejó, también, en la zona de meta de la Loma de Dilar junto a su gente confianza: su técnico, el austriaco Mario Fuchs -que el viernes ya había apuntado a Efe que si su pupilo bajaba igual que en los entrenamientos y en la calificación, había motivos para el optimismo-, su fisioterapeuta, el aragonés de origen polaco Mati Szul; y su 'skiman' o preparador de tablas, el esloveno Marko Mihic.

Bankes animó la Copa del Mundo femenina al relegar al segundo puesto a Trespeuch -que sigue liderando, pero ahora sólo con dos puntos de ventaja-, en una final de lujo en la que las dos grandes estrellas se conformaron con el tercer y el cuarto puesto: la veterana estadounidense Lindsey Jacobellis y la checa Eva Samkova.

Jacobellis, doble campeona olímpica hace un año en Pekín y que hace seis festejó su quinto título mundial en Sierra Nevada subió al podio. Samkova -que desde que se casó, hace medio año, compite como Adamczykova- oro olímpico en Sochi'14 (Rusia), triple ganadora de la Copa del Mundo y que la semana pasada logró en Georgia su segundo título mundial, acabó, de nuevo con su habitual bigote pintado en la cara, en cuarta posición.

Adamczykova es quinta en la general, que lidera Trespeuch con 380 puntos -dos más que Bankes-; y en la que la australiana Josie Baff, novena este sábado, es tercera (264); a falta de las segundas carreras de Sierra Nevada, que prometen de nuevo emoción este domingo.

Adrian R. Huber

(c) Agencia EFE