Yahoo Noticias El efecto de onda Eliud Kipchoge: triatlones de menos de siete y ocho horas
Un par de meses después de que el keniano Eliud Kipchoge se convirtió en el primer hombre en correr el maratón en menos de dos horas, Chris McCormack y otros cuantos atletas de élite se sentaron en una mesa en Baréin, para hablar de hasta dónde podrían llevar los límites del esfuerzo humano.
Todos sabían mucho sobre el tema. McCormack, un campeón mundial de triatlón, estuvo acompañado en la conversación por el cuatro veces medallista de oro olímpico Mo Farah, el ciclista Mark Cavendish, así como los triatletas Alistair Brownlee y Daniela Ryf.
Se preguntaron qué sería necesario para reescribir los libros de récords de triatlón.
Si controlaban las condiciones de la carrera, de la manera en que Kipchoge lo hizo en su maratón que rompió la barrera en 2019, ¿podría un hombre completar un triatlón Ironman en el tiempo antes inimaginable de menos de siete horas? ¿Podría una mujer terminarlo en menos de ocho horas?
El consenso: en efecto, sí podían. Su confianza llevó a la creación del evento Sub-7Sub-8, un desafío planeado de manera cuidadosa a lo que se creía posible en triatlón.
Empezaron por ver lo que hizo posible el tiempo de 1:59:40 de Kipchoge en el maratón. Por ejemplo, empleó un equipo de 41 corredores profesionales para que fueran marcadores de paso y bloqueadores de viento. Los marcadores de paso se guiaron por rayos láser proyectados en la pista desde un auto eléctrico de medición de tiempo, que manejaba a exactamente 2 minutos con 50 segundos por kilómetro. Los ciclistas entregaron geles energéticos y líquidos y los corredores vistieron zapatos cubiertos de fibra de carbono.
Duplicar ese tipo de éxito sería más complicado con tres disciplinas en lugar de una y 226,27 kilómetros de competencia: 3,8 kilómetros de nado, 180 kilómetros en bicicleta y una carrera de 42 kilómetros.
McCormack, director ejecutivo de MANA Sports and Entertainment Group, creó Sub-7Sub-8 con la Fundación Pho3nix en diciembre 2019. Sub-7Sub-8 comenzó a entrevistar a atletas interesados y buscar recintos potenciales. Necesitaba crear un recorrido cerca de un cuerpo de agua con una ruta muy plana y en circuito para ciclismo y carrera. Tomó en consideración sitios como una pista de carreras en Italia y lugares en Baréin, Arabia Saudita y Daytona, Florida.
Se decidieron por el autódromo de Lausitzring en Alemania después de que la pandemia puso el evento en una pausa extendida. Se seleccionó a cuatro triatletas para competir: Nicola Spirig, Katrina Matthews, Joe Skipper y Kristian Blummenfelt. La carrera se efectuaría el 5 de junio.
A cada participante se le dio un equipo de diez personas y la libertad de asignar a quien quisieran para ayudar a marcar los pasos en las tres disciplinas, algo que no está permitido en los triatlones tradicionales. Matthews usó a un ultracorredor para los primeras vueltas del maratón, mientras que el equipo de Skipper usó a ocho marcadores de paso en el ciclismo.
McCormack comentó: “Es casi como un juego de ajedrez”.
Aunque tenían diferentes estrategias, todos los participantes usaron la tecnología disponible para ayudarlos.
Sistemas de monitoreo colocados en los brazos de los triatletas les permitió analizar sus niveles de glucosa en la sangre y los atletas recibieron alertas para comer y beber con base en su temperatura corporal interna, la cual se midió en intervalos regulares.
McCormack, quien ganó el campeonato mundial Ironman en 2007 y 2010, mencionó: “De hecho, están alimentando a los atletas con datos en tiempo real, algo que nunca habíamos tenido. Es increíble”.
Algunos de los trajes de triatlón empleados estaban elaborados con el neopreno del más alto grado, lo que brindaba un 43 por ciento de mayor flotación que el neopreno estándar. Spirig, una medallista olímpica de oro en 2012, utilizó un traje que “imitaba las escamas de los peces”.
Las bicicletas también han alcanzado nuevos grados de eficiencia. No tenían tubo superior en el marco, lo que permite al ciclista adoptar una posición más aerodinámica. También tenían soportes aerodinámicos para botella en las partes frontal y trasera, los cuales, indicó McCormack, interrumpían el flujo de aire para hacer que la bicicleta fuera incluso más rápida. A los ciclistas también se les autorizó usar el rebufo, lo cual no está permitido en los triatlones regulados.
McCormack manifestó: “Pudimos traer a los mejores en el mundo y decirles: ‘Aquí tienen un lienzo en blanco. Solo hagan que estos hombres y estas mujeres vayan tan rápido como sea posible’”.
Dan Bigham, un experto en bicicletas, fue traído para trabajar en ellas y optimizar las estrategias de marcador de paso. Utilizó software de computadora durante la carrera para encontrar la posición ideal para los marcadores y dirigieron cuándo debían cambiar posiciones dentro del grupo.
Los resultados fueron radicales. El récord mundial de una hora de ciclismo (es decir, la distancia total cubierta en sesenta minutos) se rompió de manera continua durante la competencia varonil.
McCormack exclamó con incredulidad: “Los hombres pedaleaban a un promedio de 55,5 kilómetros por hora”.
El maratón fue una carrera para mantenerse frescos. Skipper hizo que una persona montada en bicicleta lo acompañara con un tanque de agua y un atomizador y todos los atletas recibieron bebidas mezcladas con hielo para intentar mantener baja su temperatura corporal interna.
El evento fue en especial emocional para Spirig, de 40 años, quien sufrió un pulmón perforado y fracturas de clavícula y costillas mientras entrenaba en febrero. Sus expectativas de convertirse en la primera mujer en romper la barrera de las ocho horas en triatlón parecían escasas.
McCormack afirmó: “La visité en el hospital y tenía máquinas conectadas a ella, así que le dije que lo olvidara”.
Spirig no se rindió. Aseguró que esta era su última temporada y estaba determinada a concluir su carrera legendaria con un récord.
Y lo hizo. Los cuatro atletas completaron la competencia con tiempos impensables.
Spirig la completó en 7 horas, 34 minutos y 19 segundos, tres minutos después de Matthews, quien ganó la carrera femenil con 7:31:54.
Blummenfelt, de Noruega, quien triunfó en el triatlón olímpico el año pasado en los juegos de Tokio, ganó la competencia varonil con un tiempo de 6:44:25. Skipper terminó segundo con 6:47:36.
El éxito en Alemania ha alentado a más atletas y organizadores que buscan aprovechar las oportunidades de marcar récords. McCormack puntualizó que los organizadores buscaban realizar una carrera incluso más rápida en 2024 y planeaban repetir la Sub-7Sub-8 cada dos años.
