EEUU | Acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar la suspensión de pagos

Demócratas y republicanos han alcanzado un "principio de acuerdo" para elevar el techo de deuda y evitar que Estados Unidos entre en suspensión de pagos.

Asi lo confirmaron el presidente Joe Biden y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.

El republicano aseguró que el acuerdo recoge una "histórica" reducción del gasto público y reformas que "sacarán a las personas de la pobreza y las incorporará a la fuerza laboral". Además recalcó que no contiene nuevos impuestos.

El presidente de EEUU, Joe Biden, publicó, por su parte, un comunicado en el que reconoció que el principio de acuerdo contiene concesiones de los demócratas, pero mantiene las "prioridades clave" de su Gobierno.

El mandatario confirmó que los equipos de negociación de ambos partidos tienen la tarea de finalizar el texto legislativo, que será votado tanto en la Cámara de Representantes (controlada por los republicanos) como en el Senado (controlada por los demócratas). "Insto encarecidamente a ambas cámaras a que aprueben el acuerdo de inmediato", concluyó.

Un eterno problema

Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.

El país alcanzó el pasado 19 de enero su límite de deuda legal de 31,4 billones de dólares, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir desde entonces a medidas extraordinarias para pagar las cuentas.

Instituciones como la Reserva Federal (Fed) han alertado estos meses sobre los riesgos de no elevar el techo de deuda. No hacerlo, advirtió recientemente su presidente, Jerome Powell, "no tendría precedentes" y "estaríamos en un territorio desconocido" cuyas consecuencias "serían muy inciertas".

También organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional han estado alertando sobre la necesidad urgente de que el Congreso actúe ya que, de no hacerlo, habrá "graves repercusiones" tanto para la economía estadounidense como a nivel global.