Edinson Cavani en Boca: el golpe de timón decisivo del Manteca Martínez, otro goleador uruguayo que marcó una era de oro en la Bombonera

Cavani junto a Sergio Manteca Martínez, del aeropuerto a la Bombonera y de ahí a la cancha
Cavani junto a Sergio Manteca Martínez, del aeropuerto a la Bombonera y de ahí a la cancha

Los goleadores uruguayos marcaron eras doradas en el fútbol argentino. En la mayoría de los clubes, sobre todo, en los poderosos. Hay artilleros orientales de sobra y cariño suficiente para llenar páginas de recuerdos. En Boca, ni hablar. Esta es apenas una historia. La de Manteca Martínez, un delantero humilde, pero que marcó una era dorada. Y la de Edinson Cavani, un atacante grandioso, que espera rubricar más página ilustres.

“Sueño con colgarme del alambrado de la Bombonera como lo hacía Manteca Martínez”, contó tiempo atrás, acerca del ritual del efervescente delantero uruguayo que festejaba con ese simbolismo, caído en desgracia en la actualidad por algunos límites que se fueron perdiendo con los años. Su ídolo era Gabriel Batistuta (el Bati de Boca), tal vez por eso, se recorta el cabello muy de vez en cuando. Más allá de que su imagen prolija, cuidada y de buena prosa pública se deben a su infancia en la pequeña ciudad de Salto.

“No me la voy a olvidar nunca. La tengo guardada. Es más, cuando pasan mis goles en Argentina me veo y a través de ese grito siento que todavía juego”, contaba Manteca, decepcionado con el Matador con la anterior tercera negativa ante el interés xeneize. “No le dio”, llegó a decir, aunque ahora sí, se comprimen los planetas. Suplente en Valencia, que acabó el torneo pasado en el crítico puesto 16° y a dos puntos del descenso, sabía que no estaba en los planes futboleros y económicos de la enorme entidad española. Autor de 7 goles en 28 partidos, víctima de diversas lesiones (54 días ausente, sin entrenamientos, durante 2023), sintió el deseo familiar de volver a casa. Del otro lado del Río de la Plata.

Y de este lado, apareció Manteca, para recibirlo, sin rencores, en el aeropuerto. Desde allí, viajaron hacia la Bombonera, luego de un abrazo simbólico. Y hasta, dicen, el uruguayo veterano le indicó al uruguayo vigente dónde fue aquel gol icónico. Y cómo lo celebró.

Cavani junto a Sergio Manteca Martínez en la llegada del uruguayo al aeropuerto
Cavani junto a Sergio Manteca Martínez en la llegada del uruguayo al aeropuerto - Créditos: @Twitter Boca

Fue el 11 de octubre de 1992. En busca de quebrar una racha inédita de 11 temporadas sin dar una vuelta olímpica en el ámbito local, Boca recibió a River en una Bombonera repleta y efervescente. Incluso, hasta con Diego Maradona, su esposa Claudia y el querido actor Carlos Calvo en la tribuna de socios.

El partido fue parejo. Muy entretenido. Hasta que llegó la apertura del marcador. A los 3 minutos de la segunda mitad, un tiro libre desde el costado derecho de la medialuna del área fue ejecutado por José Luis Villarreal. El remate se desvió en la barrera y el uruguayo Sergio Martínez capturó el balón cerca del punto penal para enviarla al fondo de la red, antes de quitarse la camiseta y treparse bien alto en el alambrado.

Quedó inmortalizado. Tenía socios de excelencia: Beto Márcico, Chino Tapia y el recordado paraguayo Roberto Cabañas.

Inspirado en ese gesto, en ese gol, de uruguayo a uruguayo, Edinson Cavani, flamante y rutilante incorporación de Boca Juniors, afirmó que está “en los últimos años” de su carrera y que su llegada al club xeneize implica “una responsabilidad muy grande” en su rica trayectoria como futbolista.

”Es una responsabilidad muy grande. Siempre la tuve en mi carrera, estoy en los últimos años y es una responsabilidad muy grande. Boca es una motivación para seguir en el fútbol, Es la adrenalina de salir a la cancha, venir y dar lo mejor en lo que pueden ser los últimos años de mi carrera”, señaló Cavani en la conferencia de prensa desde La Bombonera.

La estrella uruguaya, quien se desvinculó de Valencia de España en los últimos días, reconoció el paso del tiempo, a sus 36 años, pero dijo que “las ganas son las mismas” y que su recorrido como futbolista le servirá para jugar en Boca. ”No tengo 25 años, tengo 36 con muchos kilómetros recorridos y eso cuenta. Me entrenaré y me prepararé cada día para estar preparado cuando me toque salir a la cancha, como si fuese hincha de toda la vida. Y lo hice en otros lugares, es mi filosofía, daré todo hasta la último”, apuntó el atacante charrúa.

Cavani, al fin, en Boca
Cavani, al fin, en Boca - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Más allá de su impactante presentación, todas las miradas tuvieron, además, otro destino, el de Sergio Martínez, que desde hace años se refiere con pasión de lo que significaría el delantero en el club xeneize. Del aeropuerto a la Bombonera y, según se supo, durante la noche. Pero fue en el Aeroparque en donde se dio un momento único. Cavani pasó Migraciones, vio a Martínez y se unieron en un abrazo a pura sonrisa. Allí fue cuando Edinson le dijo a Manteca: “Ahora sí estamos todos. Vos conocés esta casa. Ahora tenés que guiarme un poco acá”.

Luego del encuentro que fue registrado en un video emotivo que Boca subió a sus redes sociales, se escucharon los gritos de los hinchas que estuvieron presentes en el aeropuerto porteño, a pura adrenalina. “Del dale Bo...” al clásico “uruguayo, uruguayo”, la Costanera se convirtió en una sucursal xeneize. “Refuercen esos alambrados”, ilustró la cuenta de Twitter boquense. ¿Cómo celebrará su primer gol en la Bombonera? Todos, en el Mundo Boca, se imaginan algo parecido a lo que solía hacer el viejo caudillo charrúa.