Edinson Cavani en Boca: ¿Cómo les fue a otras figuras extranjeras en Argentina? Desde el que ascendió con River al que devolvió dinero en San Lorenzo

Trezeguet llegó a River a principios de 2012 y en un semestre ayudó a conseguir el ascenso
Trezeguet llegó a River a principios de 2012 y en un semestre ayudó a conseguir el ascenso - Créditos: @Twitter

La debilitada economía argentina conspira contra la contratación de futbolistas extranjeros con prestigio y recorrido internacional. En las últimas décadas, y mucho más en la actualidad, nuestro mercado no está en condiciones de competir contra otros más solventes. Ya no se trata solo de Europa; también fueron apareciendo jeques, emires y oligarcas rusos que agrandaron las diferencias. Y sin ir tan lejos, América, tanto la latina como la norteamericana, también exponen crudamente las limitaciones internas.

El mayor activo que tiene nuestro fútbol para ofrecer es el de integrarse a un deporte que forma parte del acervo cultural del país, es casi una religión oficial. Con clubes que tienen una dimensión global que excede al contexto del que forman parte. Y eso atrae, convoca, despierta curiosidad por vivir la “experiencia argentina”.

Edinson Cavani es el último en dejarse seducir, en su caso por la pasión que contagia Boca. En los años recientes hubo otros jugadores extranjeros, de destacadas trayectorias, que se animaron a la aventura argentina. Hay rasgos comunes en estos ejemplos: son futbolistas en la etapa otoñal de sus carreras, pasados largamente los 30 años, y con pasos que no se extendieron por mucho tiempo en nuestro país.

Cavani saluda a los hinchas de Boca que le dieron la bienvenida en la Bombonera
Cavani saluda a los hinchas de Boca que le dieron la bienvenida en la Bombonera - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Todos debieron adaptarse a la dureza competitiva de nuestro medio y aprender a lidiar con sus propios achaques físicos. Los últimos meses de Cavani no lo muestran en el esplendor que supo tener. A los 36 años, no convierte goles desde enero, fue parte de un Valencia que en un momento estuvo amenazado por el descenso y, en el Mundial de Qatar, su participación en los tres partidos no alcanzó para evitar que Uruguay fuera eliminado en la etapa de grupos.

El repaso por otros apellidos que en los últimos años llegaron con acreditados pergaminos incluye a David Trezeguet (River), Paolo Montero (San Lorenzo), Daniele de Rossi (Boca), Paolo Guerrero (Racing) y Diego Godín (Vélez).

David Trezeguet puso el hombro para el ascenso

En 2011, cuando ya había cerrado una estupenda carrera en Juventus y había sido campeón del mundo y de la Eurocopa con Francia, Trezeguet presenció como hincha en el Monumental el descenso de River. “Me dolió vivirlo, en ese partido contra Belgrano me dieron ganas de entrar a jugar”, recordó hace un tiempo.

Su ayuda se concretó a principios de 2012, en la segunda mitad del campeonato de la B Nacional. Tenía 34 años y marcó 14 goles en 21 partidos, incluidos los dos del 2-0 sobre Almirante Brown, la tarde del ascenso. Formó pareja ofensiva con Fernando Cavenaghi.

En primera división hizo tres tantos en 17 cotejos. Tras la salida de Matías Almeyda en la dirección técnica, Ramón Díaz le comunicó que no lo tendría en sus planes y se fue a préstamo a Newell’s. De regreso, tampoco formó parte del proyecto Rodolfo D’Onofrio-Enzo Francescoli-Marcelo Gallardo. Su ciclo en River duró un año y medio. Después se retiró en Pune City (India).

El gol a Almirante Brown en la tarde del ascenso

“Para mí River es una emoción, algo muy particular. Como hincha, más allá del momento en que me tocó vestir la camiseta, fue un sueño realizable, no me lo esperaba. En su momento, Almeyda y Passarella me dieron esa posibilidad”, manifestó cierta vez Trezeguet, que en los últimos años incursionó en la política de River, acompañando en las elecciones al candidato opositor Antonio Caselli.

Paolo Montero, un pasó efímero y un gran gesto

Cuando a mediados de 2005 el presidente Rafael Savino lo presentó como nuevo refuerzo de San Lorenzo, dijo sobre Paolo Montero: “Es una contratación sin precedentes en la historia del fútbol argentino”. No era para menos, más allá de que llegaba como agente libre desde Juventus. No era lo que el Ciclón invertía en su pase, sino los pergaminos del recio zaguero uruguayo. Con 33 años se acababa de desvincular de la Vecchia Signora, donde durante nueve temporadas obtuvo 10 títulos, entre nacionales e internacionales, además de haber sido capitán. También había disputado el Mundial 2002 con la Celeste.

Paolo Montero, durante su breve paso por San Lorenzo, con Lavezzi detrás
Paolo Montero, durante su breve paso por San Lorenzo, con Lavezzi detrás - Créditos: @Twitter

“Soy un obrero del fútbol. Me sedujo San Lorenzo porque es un equipo que va a pelear por el título”, dijo a su llegada. Pero las previsiones no se cumplieron. Compartió la zaga con Walter García y Jonathan Bottinelli, más Ezequiel Lavezzi en el ataque. Pero el equipo tuvo un andar irregular, con el paso de dos directores técnicos: Gustavo Alfaro y Oscar Ruggeri. Las lesiones completaron un combo que llevó a Montero a disputar solo 14 partidos (un gol, en una victoria sobre Racing) con la camiseta azulgrana.

Sintiéndose en deuda en lo futbolístico, Montero tuvo un gesto de compensación económica, que lo pintó como persona: solo cobró el 25 por ciento de su contrato, le devolvió al club 320.000 dólares. Tras San Lorenzo, volvió a su club de origen, Peñarol, donde jugó un año y colgó los botines.

Daniele De Rossi: “Questo é Boca”

Nicolás Burdisso, de amplia trayectoria en el fútbol italiano, desde su función de director deportivo lo convenció de venir a Boca, tras ser un ídolo y referente de Roma durante 17 temporadas en primera división. También había sido campeón mundial con la Azzurra en el 2006. Un italiano de sangre caliente en un club que tiene raíces genovesas. La alquimia justa.

Una gran expectativa rodeó el desembarco de Daniele De Rossi a mediados de 2019. Un video de bienvenida aceleró su identificación con los hinchas. Tenía 36 años. Debutó con un gol a Almagro por la Copa Argentina. Pero las dificultades físicas y las lesiones no tardaron en reducir su semestre en Boca a siete partidos oficiales. “Llegué sin una pretemporada y pensé que iba a seguir siendo el superhombre que era a los 27 ó 28 años. Pensé que me acostumbraría mucho más rápido a los ritmos. Después de una lesión traté de volver demasiado rápido y me costó mucho. No cuidé el gemelo como debía”, fue su autocrítica.

La lesión en un muslo le impidió estar en la semifinal de ida ante River por la Copa Libertadores. En la revancha en la Bombonera fue testigo desde el banco de suplentes de la eliminación. En lo poco que jugó dejó apuntes de su gran capacidad táctica y lectura del juego. “La Bombonera, el aliento, me enamoraban. A veces estaba en el banco y miraba a los hinchas. Nunca escuché insultar, ni siquiera habiendo siendo eliminados por River”, dijo.

Cuestiones familiares también aceleraron su vuelta a Italia. Tras un semestre en Boca, regresó a Roma a principios de 2020 y se retiró del fútbol.

Daniele De Rossi estuvo un semestre en Boca
Daniele De Rossi estuvo un semestre en Boca - Créditos: @Twitter

Paolo Guerrero y la espina de Racing

Goleador histórico (39 tantos) del seleccionado de Perú, máximo anotador en tres copas América, con pasos por Bayern Munich, Hamburgo, Flamengo y Corinthians, Paolo Guerrero no terminó de hacerse un lugar en Racing. Llegó de veterano, con 39 años, y se fue tras un semestre al considerar que Fernando Gago no le había dado las suficientes oportunidades.

Disputó 22 partidos (solo ocho de titular) y marcó tres goles. No terminó siendo el reemplazante del transferido Enzo Copetti; el entrenador se inclinó más por Maximiliano Romero. Progresivamente le fue costando disimular el malestar por los pocos minutos que tenía. En un momento le pidió explicaciones a Gago por lo poco que lo tenía en cuenta.

Paolo Guerrero no tuvo la continuidad que deseaba en Racing
Paolo Guerrero no tuvo la continuidad que deseaba en Racing - Créditos: @Twitter

Cuando lo consultaron por el ambiente del estadio en su primer clásico ante Independiente en el Libertadores de América, aprovechó para mandarle un mensaje al técnico: “No puedo decir mucho porque solo jugué un ratito”.

Tras acordar hace unos días la rescisión del contrato, se despidió con una frase que reflejó su estado de ánimo: “Me quedó la sensación de poder haber hecho más en cuanto a lo futbolístico. Me queda la espina de haber podido dar más. La realidad ahora es que necesito continuidad para seguir jugando”. Y se fue a la Liga Universitaria de Quito.

Godín y el puente de Vélez para llegar al Mundial

El domingo, tras la derrota ante Huracán, Diego Godín cerró un ciclo de un año en Vélez y se retiró del fútbol. Se había incorporado con 36 años, ya con poco continuidad en Atlético Mineiro. Aceptó la propuesta de quien era el entrenador en ese momento, su compatriota el “Cacique” Alexander Medina. Su objetivo era conseguir ritmo para llegar al Mundial de Qatar, en el que disputó dos partidos con Uruguay en la etapa de grupos.

Siempre fue un zaguero central que llevó su carrera con un alto sentido profesional. Su experiencia resultó valiosa en un plantel con varios juveniles, pero sus mejores tiempos como defensor habían quedado atrás. En la época que fue el “Faraón” durante nueve temporadas en el Atlético de Madrid del Diego Simeone, donde conquistó ocho títulos.

Godín le puso fin a su carrera en Vélez
Godín le puso fin a su carrera en Vélez - Créditos: @Twitter

En Vélez quedó al margen de 30 partidos alternados por diferentes lesiones, algunas musculares y, la más importante, en un tendón rotuliano. Disputó 21 encuentros oficiales, con un gol (a Godoy Cruz). Los mayores elogios los recibió cuando sostuvo a la defensa en el 0-0 ante River en el Monumental por la Copa Libertadores, y Vélez se clasificó a los cuartos de final.

Sin poder contener las lágrimas, dijo en el estadio de Huracán antes de meterse por última vez en un vestuario como futbolista profesional: “Siempre voy a estar agradecido a Vélez. Fue un gran sueño y la verdad que se portaron de manera increíble. Me voy con la tranquilidad de que siempre entregué todo e intenté corresponderle a la gente del club”.