Eddie Rosario luce muy bien

HOUSTON— Eddie Rosario nunca se ha visto tan bien en el plato. Y no solo se trata de sus números en los ocho días candentes que hicieron que ganara el premio al Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS, por su sigla en inglés), y que enviaron a los Bravos de Atlanta a su primera Serie Mundial desde 1999.

También luce muy bien porque tiene a su barbero personal justo cuando los reflectores brillan con su máxima intensidad.

“Eddie es como mi familia”, dijo Andy Duran, quien es conocido por los jugadores como “Andy Fade” y quien comenzó a acicalar las cabezas de los Mellizos de Minnesota en 2013 y ahora trabaja con muchos jugadores en las mayores. “Por eso estamos aquí. Me encargo de su cabello, sus líneas y toda su barba”.

Este mes, Rosario, de 30 años, estuvo lleno de sorpresas. Se convirtió en uno de los cinco jugadores en la historia de la postemporada en conectar al menos 14 hits en una misma serie, y el único en lograrlo en solo seis juegos. Hideki Matsui de los Yankees de Nueva York (Serie de Campeonato de la Liga Americana, o ALCS por su sigla en inglés, de 2004), Albert Pujols de los Cardenales de San Luis (NLCS 2004), Kevin Youkilis de los Medias Rojas de Boston (ALCS 2007) y Marco Scutaro de los Gigantes de San Francisco (NLCS 2012) necesitaron siete juegos para llegar a esa cifra.

Rosario logró todo esto mientras, sobre la marcha, recibía un pequeño corte de cabello cada tres días, o según el calendario de las eliminatorias, casi siempre antes de cada juego.

“Con razón siempre está preparado y luce genial”, dijo el antesalista de Atlanta Austin Riley, quien aseguró no tener ni idea de que el callado Rosario, junto con gran parte de su familia, viaja con su barbero. “Lo que sea que le ayude a dar los batazos. Siempre da la cara por nosotros. Que haga lo que tenga que hacer”.

Esa fue la estrategia que siguió el gerente general Alex Anthopoulos cuando fichó a Rosario en un intercambio con Cleveland el 30 de julio. Atlanta había perdido a su jardinero estrella Ronald Acuña Jr. por una lesión en la rodilla y tampoco contaba con Marcell Ozuna, quien estaba siendo investigado tras un arresto por cargos de violencia doméstica. A pesar de todo, la débil División Este de la Liga Nacional estaba al alcance, por lo que Anthopoulos decidió reconstruir sus jardines sobre la marcha.

En ese momento Rosario estaba lidiando con una lesión abdominal, por lo que no jugaría para Atlanta durante casi un mes, pero la estrategia de Anthopoulos estaba bien pensada.

“Rosario tiene bastante tiempo en el béisbol, y había tenido un comienzo lento en Cleveland”, dijo Anthopoulos. “Acababa de empezar a conectar bien con el bate. Estaba disponible, y necesitábamos muchos cuerpos. Era evidente que muchos chicos estaban lesionados”.

“Rosario es un bateador de contacto, y en las eliminatorias enfrentas muchas situaciones donde te puedes ponchar bateando. Poner la pelota en juego es esencial”.

Rosario ha demostrado tener una habilidad especial para eso desde que llegó a las mayores con los Mellizos de Minnesota en 2015. No solo le conectó un jonrón a Scott Kazmir de Oakland en su debut en las Grandes Ligas el 6 de mayo de ese año, sino que lo hizo en dirección al campo contrario en el primer lanzamiento grandeliga que enfrentó.

“Sabíamos que le gustaba abanicar porque estuve con él en los entrenamientos primaverales”, dijo Torii Hunter, quien estaba en la última temporada de su carrera de 19 años y en la alineación de los Mellizos como bateador designado ese día. “Así que pensé: ‘Guau, de verdad le va a tirar al primer lanzamiento’. Pero no pensé que la fuera a sacar del campo. Quedé estupefacto diciendo ‘Dios mío santo’”.

“Nunca vio un lanzamiento que no le gustara”.

Rosario terminó liderando las mayores en 2015 con 15 triples, la mayor cantidad para un novato desde que Ray Lankford conectó 15 en 1991 con los Cardenales. También lideró a todos los novatos en asistencias desde los jardines (16).

Se estableció como jugador regular en 2017, año en que bateó de .290 con 27 jonrones y 78 carreras impulsadas. Luego conectó un jonrón de dos carreras en la primera entrada contra Luis Severino en el Yankee Stadium en el juego por el comodín de la Liga Americana de ese año. Eso lo hizo unirse a Gary Gaetti como los únicos jugadores en la historia del béisbol en pegar jonrones en sus primeros turnos al bate de temporada regular y en sus primeros turnos al bate de postemporada.

“No hay duda de que le gustan los grandes escenarios”, dijo a través de un mensaje de texto el miembro del Salón de la Fama Paul Molitor, quien era el mánager de Rosario en ese momento en Minnesota.

Oriundo de Guayama, Puerto Rico, Rosario fue elegido por los Mellizos en la cuarta ronda del draft de 2010. Su carrera se estancó brevemente al recibir una suspensión de 50 juegos por violar las condiciones del programa de tratamiento de drogas de la MLB cuando dio positivo por una “droga de uso indebido” no especificada, pero no le tomó mucho tiempo ascender a las mayores después de eso.

En un momento en particular significativo, Rosario anotó la carrera ganadora para los Mellizos en el inning 16 durante una serie contra Cleveland en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan, en 2018. También formó equipo con Carlos Correa, Francisco Lindor, Javier Báez, Carlos Beltrán, Yadier Molina y otros para ayudar a impulsar a Puerto Rico al juego por el título del Clásico Mundial de Beisbol 2017, el cual perdieron ante Estados Unidos. Rosario tuvo un promedio de bateo de .316 durante el Clásico.

“Es un gran tipo, lo quiero mucho”, dijo Correa el lunes en el Minute Maid Park mientras los Astros entrenaban en preparación para el primer juego de la Serie Mundial. “Fue un gran compañero de equipo. Es obvio que es un gran talento. Estoy muy emocionado de poder verlo de nuevo aquí, en el escenario más grande del béisbol”.

Rosario apaleó a los Dodgers de Los Ángeles con un promedio de .560 (14 de 25), tres jonrones y nueve carreras impulsadas. Acumuló 26 bases en total durante los seis juegos, a las que acompañó con seis carreras anotadas y una base robada.

“En realidad no pudimos descifrarlo”, dijo el mánager de los Dodgers, Dave Roberts. “Nos bateó al campo contrario. Nos bateó halando la bola. Le conectó sencillos a zurdos y a diestros. Intentamos confundirlo con los lanzamientos. Nos fuimos con todo. De verdad no tenemos una respuesta para él”.

Ahora es el turno de los Astros para encontrar una respuesta porque, en este instante, nadie luce mejor que Rosario.

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